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MONSTRUO II
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No paso mucho tiempo cuando el timbre de la casa sonó, deje sobre la cama la ropa que estaba terminando de doblar y me acerque a abrir. Antes de sacar el seguro a la puerta podía escuchar susurros del otro lado, después la cara de Charles fue lo primero que ví.
—¿Charlie?¿Qué... —Pude apreciar su rostro si hinchado, tenía un corte sobre su frente que hacía que su sangre –ya seca– se esparciera por todo el largo de su nariz y su ojo izquierdo tenía un color rojo intenso —¿Qué haces aquí?
—Vine a disculparme... —Ví un brazo agarrar su hombro con fuerza, Steve estaba a su lado con cara seria y su rostro igual a como se habia ido —Se que me equivoque
—¿Te equivocaste?
—Lo siento, me deje llevar por las cosas que me decian Tommy y Carol, no estaba pensando las cosas y... realmente lamento haberte lastimado, de verdad no queria hacerlo.
Con un suspiro me hice a un lado abriendo más la puerta —Pasen, hablemos adentro y así veo también esos golpes que de verdad se ven horribles —Charlie entro cabizbajo hasta el living mientras Steve me sonreía todavía en la entrada.
—Fui a buscarlo después de dejarte, no fue muy dificil de encontrar —me dijo —necesitaba hablar con él y ver que habia sucedido... No... No le encontraba sentido a su comportamiento.
—Todo tiene un porqué —sentí sus brazos rodear mi cintura — él tuvo sus razones y estoy segura que la compañia de los otros dos no ayudo en nada, todas esas cosas que le deben haber dicho... Ya no importan, ahora necesito que entres ¿SÍ? Quiero ver como están esas heridas.
El castaño me beso antes de entrar, fui a buscar el botiquín que estaba en el baño de abajo y volví al living donde los vi a los dos sentados conversando. Me acerque primero a Steve, después de limpiarle bien veo que su corte ya estaba bastante bien, la herida del labio empezaba a tomar un color rojizo a su aldedor pero no se veía más sangre, no dejo que hiciera nada más que solo tomar un analgesico. En cambio Charles, ahora con su cara limpia me veía con una bandita en el corte de su frente y en su ojo ya no se podía hacer nada.
