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Royal!AU
Donde ambos son príncipes
y de la realeza.

Continuación capítulo 8

Lance ha tenido tiempo suficiente de conocerse el palacio de arriba a abajo.
Ha tenido el tiempo de toda su vida.
No sería la primera vez que el pequeño príncipe, a sus 9 añitos, recorriese todo el vestíbulo con su espada de corcho, produciendo sonidos que emulaban los golpes de la espada, correteando y riendo de vez en cuando.
No sería la primera vez que le tocaba recorrerse la biblioteca en busca de libros para su querida hermanita, perezosa de buscarlos ella misma.
No sería la primera vez que se recorre todo el jardín, aburrido, buscando que nuevas flores han plantado lxs jardinerxs.

Ahora se está recorriendo de forma sigilosa la biblioteca.
No suele haber mucha gente por allí, a diferencia de los jardines y el vestíbulo que siempre está lleno de personas de mantenimiento.
Asoma la cabeza. No hay criadxs por ningún lado. Sonríe y gira su cara hacia la puerta. Estira su brazo y agarra el antebrazo de alguien que sonríe de la misma forma que él.
Comienza a correr de la forma más silenciosa posible. Frena en seco en cuanto Lance lo hace. Levanta el rostro y busca con los ojos algo. ¡Bingo! Entre dos librerías hay un pequeño espacio que hace esquina, casi un punto muerto.
Corre de nuevo junto al otro príncipe, subiendo los escalones cubiertos por la lona roja.
Y en cuanto llegan a ese piso, Lance se pega a la madera de uno de los armarios. Keith hace lo mismo. Se miran y sonríen.

Ambos príncipes habían sido citados para hablar sobre el futuro de los reinos: en alteano y el galra. Si bien tenían que tener una esposa para llevar a cabo semejante plan bélico y político, tenían también que llegar a un acuerdo de poderes.

-Lo hablamos a solas. -sentenciaría Lance poniéndosese en pie. -Es algo privado e íntimo. Somos adultos. -murmura sonriendo.

Igual no se han escabullido por todo palacio para hablar sobre eso.

Igual es que los piececitos que se hacen bajo la mesa piden más.

Ese más se traduce en sonrisas y miradas hambrientas.
Es Lance quien se lanza a besar sus labios.
Con sus manos en sus mejillas, las contornea y las acuna, ladeando a la vez la cara y cerrando lentamente sus ojos.
Keith no se aleja de lo que hace él: sus manos terminan en su cintura, acercándole a él todo lo posible. Se separan unos centímetros para soltar el aliento en el contrario. Lance no va a durar en jadear y volver el beso más cuero.
En espacio entre ambos muebles es reducido, pero suficiente como para que puede pegarse a la otra pared y Keith puede tirarse sobre él.
El moreno desciende sus manos a su ropa, y poco a poco se cuelan bajo ella. La boca de Keith huye de la de Lance y desciende a su cuello. Ahora sus manos están en su culo.
Tratan de zafarse de las telas de su pantalón y tal vez de su ropa interior. En moreno jadea y levanta el mentón. Sus manos están arañandole la piel de pecho

-Keith... -susurra.
Cuando se quiere dar cuenta tiene una rodilla acariciando cierta zona. Su rodilla se mueve lentamente sobre la tela de su pantalón. Keith sólo puede tirar en aire en jadeos. La rodilla hace cierta presión.
Mala idea. En azabache jadea sube sus manos a su propia camisa. Trata de desabrocharse el tercer botón, mientras Lance muerde su labio, con la espalda pegada a la librería y sus dedos buscando el inicio de su pantalón.
Piensa darle el beso de gracia, cuando las puertas se abren. Ambos frenan sus actos.

-Aquí no están. -susurra unx de lxs guardias.

-Al fondo, la filmoteca. Revisen allí.

-A la orden. -desfilan.

Lance y Keith sólo puede estar en silencio y pegados. El azabache se abrocha los botones de forma rápida y Lance... simplemente espera a que llegue el silencio.
Y llega.
Ambos tirane el aire. La frente de Keith aterriza en el hombro de Lance.

-Mierda... -susurra. -el cubano le abraza por las caderas y coloca la nariz en su cuello.

-Voy a morir... -susurra.

-Y yo.

-Me va a estallar.

-Y a mi. -murmura contra la tela de su camisa. Levanta la cara y mira la de Lance. -Otro... día mejor.

-Si... -susurra. Y tras asegurarse del silencio, sonríen. El azabache coloca una mano en la madera, prácticamente acorralando y atrapando de Lance.

-Amo tus ojos.

-Y yo tu cara... -ríe Lance en voz baja. Coge sus mejillas y vuelve a plantar un buen largo beso.

En algún momento ese encontronazo tendrá el fin que ambos quieren, y no tres besitos tontos.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis.
Si tenéis alguna idea que os hace ilusión, comentarla y se pondrá en marcha. 💜 ]

Klance // One Shots [ 3ra Temporada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora