Despertó con el sol dándole en todo el rostro junto a un par de moscas molestas que no la dejaban tranquila, aunque intentó volver a conciliar el sueño no lo logró y ahora rendida decidió abrir los ojos encontrándose dentro de lo que parecía ser una de las cabañas, por un momento creyó que era en donde había despertado en un principio; aquella extraña cabaña con unas camillas hechas a mano. Pero esta cabaña era distinta, había cuatro hamacas —contando en la cual se encontraba ahora— amarradas a los extremos de unos árboles bastante altos que salían por unos orificios en el techo de heno.
Cómo no vi esto antes, pensó mientras se sentaba en la hamaca y miraba cada rincón con gran detalle. La repentina pregunta sobre que hora era apareció en su mente, algo apresurada se levantó de su lugar sintiéndose un poco mareada y con mucha, pero mucha hambre.
Newt la había llevado ahí, le fue hablando todo el camino pero ella no prestó atención a ninguna de las palabras que salieron de la boca del rubio. De hecho se sintió un poco mal cuando le miraba e intentaba comprender qué le decía pero lamentablemente —otra vez— su mente no la dejaba tranquila, sintiendo una terrible inquietud sobre que algo malo iba a suceder, además su vista no dejaba de mirarle la mano a Newt y luego la suya un montón de veces, ¿que significaban los anillos? ¿será simple casualidad? pensó todas aquellas cosas hasta que cayó dormida. Ni siquiera recordaba que era aquel lugar, o el porqué él la había llevado hasta allá.
—Oh, al fin despiertas —la puerta se abrió lentamente dejando ver Andrea, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro—. Me sorprende que el ruido de las puertas abriéndose no te hayan despertado anteriormente —comentó mientras entraba por completo, cerrando la puerta a sus espaldas, en sus manos traía una manzana junto un emparedado y un vaso metálico con agua—. Newt me dijo que ayer comiste muy poco, necesitas alimentarte bien —caminó a través de la cabaña y se sentó en una banca de color blanco que se encontraba entremedio de dos hamacas
La novicia aún sorprendida por la repentina aparición de la rubia, asintió levemente mientras le seguía el paso y se sentaba a su lado en aquella banca—. Ayer tenía mi mente en otro lado —Andrea soltó una pequeña risa y se cubrió la boca con una mano mientras le pasaba el emparedado y el vaso metálico.
—Suele pasar, te acostumbraras.
Acostumbrarse, la novata miró el emparedado en sus manos y mordió su labio inferior mientras las últimas palabras que salieron de la boca de la chica rubia retumbaban en su cabeza, creando eco, un vacío en su corazón. Cómo iba a acostumbrarse a eso, a estar encerrada dentro de cuatro enormes paredes, dentro de lo que ellos le llamaban en el laberinto, por meses y quizá años hasta que logren salir de ahí ¿cómo iba a acostumbrarse a eso? a vivir con la incertidumbre apoderándose de cada rincón de ella, la desesperación y la ansiedad saber quién era, quién fue además de cómo demonios había llegado ahí, la curiosidad de saber que hay afuera, de su familia, cómo se iba a acostumbrar a las pesadillas constantes que no la dejaban dormir ni de día ni de noche, solamente cuando el cansancio le ganaba, los gritos que venían de afuera, el miedo constante.
¿Cómo iba a acostumbrarse a sentirse de esa manera tan miserable?
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la novata » newt » the maze runner
Fanfiction❝Si no estás asustado, no eres humano❞ ©-greenowls