la novata » newt » the maze runner

6

  Su cuerpo se había quedado paralizado, su boca aún seguía algo abierta y por más que quería las palabras no lograban salir, su mano había agarrado con fuerza el pasto, había sacado unos cuantos ya. Se encontraba molesta ¿Por qué su cuerpo no reaccionaba? por qué no le decía simplemente a Newt el cómo se sentía, o le hablaba de las pesadillas que había tenido últimamente, cada vez que intentaba hablar sobre esos temas le dolía la garganta y la cabeza le retumbaba, miedo y desesperación eran las palabras que la describen perfectamente ahora.

—Tommy —habló Newt, aún sentado en el suelo y ahora con una gran sonrisa en su rostro al ver la presencia del recién nombrado—. ¿Sucede algo? —la novata se giró para mirar al rubio, quien estaba sentado con los brazos cruzados sobre su pecho y los puños apretados mientras miraba a Thomas ansiando una respuesta.

El de cabellos castaños vaciló un poco murmurando cosas que no se lograban escuchar, luego de un par de segundo sacudió su cabeza, le dirigió la mirada a Newt, sonriéndole de la misma manera, carraspeó su garganta y habló:—Los estaba buscando —dijo, luego se giró lentamente y con su dedo índice señaló a la novata, quien sentía el frío sudor por su cuerpo y se encontraba muy nerviosa, cuando miró a Thomas más que nada recibió un sentimiento de nostalgia al verlo mirándola con una amplia sonrisa en su rostro. Sintió que por alguna razón había visto esa mirada antes—. Más bien a la Novata —se corrigió.

—¿Para qué, Tommy? —preguntó Newt con un tono de curiosidad.

—Alby dijo que quería que comenzara con los trabajos —alzó sus hombros.

—Su rodilla está mal aún, la muy inteligente acaba de tropezarse, además no se ha alimentado bien —comentó Newt poniéndose de pie—. Aún no conoce el área completamente ¿qué está pasando por la cabeza de ese shank? —Thomas volvió a alzar los hombros soltando un suspiro mientras que Newt bufó.

—Acompañala al comedor y ve a trabajar, intentaré convencer a Alby, o al menos que le de algún trabajo más liviano.—La novata miró a Newt de reojo, quien por alguna razón parecía molesto por la reciente situación, la chica abrió su boca para decir algo pero solo soltó un balbuceó inentendible para los demás.

Sintió un pequeño dolor en su pecho, sentía que la trataban como si no fuerza capaz de nada, quería que ellos entendieran que le costaba acostumbrarse a lo que había a su alrededor, que no le caía bien en la cabeza el por que estaban ahí, pero también quería que supieran que ella quería por último intentar hacerlo. Así que al ver que los otros dos seguían hablando sobre ella y su rodilla lastimada sin tomarle atención del todo, alzó su mano consiguiendo la atención de los ambos chicos presentes.

—¿Sucede algo, Novata? —preguntó Thomas.

—Puedo trabajar —habló, por primera vez desde que llegó al área, fuerte y claro, sin balbuceos ni voz temblorosa. Como pudo y sin ayuda se levantó del suelo, cojeando se acercó a los dos chicos—. Puedo trabajar —repitió con voz firme. Ambos chicos sorprendidos por la actitud de la Novata se miraron entre ellos. Thomas sonrió sin alguna razón, probablemente porque desde que ella había llegado solamente había hablado con su temblorosa voz.

—¿Y tu rodilla? —preguntó está vez Newt, aún con los brazos cruzados y esa apariencia molesta.

—Ya pasará —respondió, Thomas se rió y puso su mano en el hombro de la Novata apretándole suavemente en forma de aprobación a lo que acababa de decir. Sin ninguna palabra más, el de pelos castaños se fue para poder hablar con Alby y sugerir algún trabajo no tan pesado para la recién llegada. Newt le hizo un gesto con la mano para que le siguiera y así fue.

—¿Estás segura? —la novata lo miró cuando el chico decidió romper el silencio mientras caminaban a través del claro—. Es tu segundo día acá y ya quieres trabajar, te acostumbras rápido pequeña —abrió los ojos ante el nuevo apodo y sin saber cómo reaccionar ante aquello simplemente desvió la mirada concentrándose en el camino.

—Dos días en los cuales he pensado lo suficiente —respondió luego de un largo rato de silencio—. No te negaré que tengo miedo, de todo, y la curiosidad, la ansiedad se apoderan de mí, solo quiero algo que me mantenga ocupada, alejada de todas esas cosas por las cuales pasé estando en la cabaña —Newt entendió perfectamente, comenzó a caminar más lento cuando vio que se acercaban al comedor, asintió con su cabeza levemente como respuesta para la Novata.

—Sólo ten cuidado en cualquier trabajo que te de Alby —le dijo una vez llegaron—. Allá está Andrea, ella te ayudará en lo que necesites —para cuando estaba preparada para irse, le agarró con cuidado el brazo y le susurró:—. No te guardes aquellos pensamientos o pesadillas que se tienen acá para ti sola, luego esas cosas se acumulan y no sabrás qué hacer —dicho eso se fue, sin siquiera volver a mirarla. Ella se quedó ahí confundida, volviendo a procesar las palabras, recordó lo que le había dicho antes de que Thomas les interrumpiera.

¿Newt la conocía desde antes?

Llegó al comedor sin apetito otra vez, más que nada ansiosa y pensando si estaba bien el decirle las cosas a Newt, era su segundo día allí, no podía acostumbrarse a casi nada aún y a él no le conocía todavía ¿y si le estaba mintiendo? jugaba con sus manos mirando hacia todos lados en busca de alguna señal de Thomas para que le diera su nuevo trabajo o lo que sea que la mantuviera ocupada y dejara de pensar, lo que ella consideraba, estupideces.

Andrea estaba ahí, mirándola atentamente, como lo único que hacía era jugar con su comida, morderse las uñas o los labios hasta que saliera sangre de estos. A la chica le parecía interesante el comportamiento de la Novata ya que desde que llegó Thomas, no había visto nada igual a eso, ya que usualmente la mayoría de los que llegaban simplemente aceptaban que se quedarían ahí, sin quejas ni lamentos comenzaban su nueva vida en el área. Thomas cuando había llegado se cuestionaba todo y no aceptaba el hecho de comenzar a vivir en un lugar que no conocía con sus recuerdos borrados. La Novata le recordaba a Thomas, solo que a diferencia de él, ella se mantenía callada con las preguntas para sí misma. La misma cara ansiosa y mismas actitudes.

—Debes comer—habló Andrea mirándola fijamente a los ojos mientras le acercaba el emparedado que no se había querido comer en la mañana. La novata salió de su pequeño trance dejando de morderse las uñas, miró el emparedado y luego a Andrea, negó con su cabeza lentamente.

—Si como vomitaré —susurró golpeando con sus dedos la mesa.

—¿Estás enferma? creo que tenemos remedios para vómitos y cosas así —negó con la cabeza otra vez y se rió un poco por lo que había dicho Andrea. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y la miró soltando un suspiro.

—Comeré después —la miró a los ojos—. Lo prometo —Andrea asintió y se levantó de la mesa llevándose consigo todas las cosas que se encontraban en esa mesa, dejándola sola.

Fue en ese mismo momento en que Andrea desapareció de su vista, en que delante de ella apareció un chico, alto, con el pelo rubio y una cara de que parecía estar enojado desde el momento en que nació, sus manos y brazos estaban llenos de heridas, vendas. Su rostro estaba sucio y tenía una pequeña herida arriba de su ceja la cual tenía sangre seca. Se relamió sus labios, señaló a la novata y caminó con pasos firmes hacia ella agarrándola bruscamente del brazo.

—Comienzas a trabajar conmigo —farfulló mientras literalmente la arrastraba con él. La Novata ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar del todo, solo se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando en un intento de llevarle el paso al desconocido chico pisó con su pierna mala y el dolor le recorrió el cuerpo. Se quejó soltando un grito lo suficientemente fuerte para que ya no solo el la escuchara si no los que estaban cerca de ellos. El chico se detuvo y se giró a mirarla, pareciendo mucho más enojado que ante y sin dejar de apretarle el brazo.

—Duele —susurró con su ceño fruncido y a punto a comenzar a llorar ya no solo por su rodilla si no que ahora por su brazo. El chico no la escucho y simplemente volvió a caminar. Comenzó a pegarle en la mano para que le soltara pero no hubo mucho efecto, solo hasta que apareció un niño, la Novata juraba que era el más joven que había visto de todos ahí, pequeño chico el cual caía perfectamente con la descripción que le dijo Newt sobre Chuck. Con sus mejillas sonrojadas, se interpuso en el camino del mayor.

—Suéltala —ordenó con su voz temblorosa. La Novata le miró con los ojos llorosos y completamente agradecida por el pequeño gesto, pero aún así no la soltó, siguió golpeando mientras los dos chicos discutían—. Gally debes soltarla, está lastimada ¿qué no recuerdas cuándo llegó?

—Sal de mi camino Chuck, tengo cosas que hacer y no quiero perder el tiempo —pero el pequeño no se movió.

Justo en el momento en que los demás jóvenes que observaban expectantes la escena iban a intervenir ya que la Novicia se había puesto a llorar, la chica le golpeó en la espalda con su mano libre y no halló otra cosa mejor que morderle la mano al chico que aparentemente se llamaba Gally. La soltó inmediatamente, la Novata cayó al suelo de golpe y escupió un poco de saliva mezclada con la sangre fresca que le acababa de sacar, entre asco y enojo le miró sosteniendo su brazo adolorido, aquel sentimiento de enojo era completamente nuevo para ella. Ambos estaban enojados.

—Maldita garlopa —masculló Gally sosteniendo su mano, y en el momento en que iba a acercarse a ella para hacerle quizás qué. Newt apareció junto a Thomas, metiéndose entremedio de ellos y así evitando que las cosas pasasen a algo mayor.

Mientras que Newt ayudaba a la Novata a ponerse de pie, Thomas cruzado de brazos le sonría a Gally:—Alby te espera bastante alegre en la sala de juntas, Shank. 




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lamento la espera;;

1) ¿cómo han estado?
2) perdón por no actualizar tan seguido, esto de comenzar a crecer me está costando, me encantaría decirles que  actualizaré más diario de ahora en adelante y esas cosas pero se acercan las semestrales, así que recen por mí.
3) perdón por la espera, otra vez;;
4) espero que les vaya gustando~