En verde brócoli (Tododeku)

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Izuku estaba algo cansado, después de ese exámen quedo agotado, por lo que decidió y a uno de los jardines mas alejados del patio principal y tratar de relajarse un rato. Una vez llegó se sentó en una banca y se puso sus audífonos mientras cerraba sus ojos, un rato después se quedó dormido.

Se despertó al ser sacudido por alguien, abrió los ojos y se encontró con tres chicos de su mismo salón, nunca había hablado o interactuado con ellos por lo que se quito los audífonos.
- He, ¿Hola?.- dijo algo nervioso Izuku.
- ¿Sabés por qué estamos aquí?.- pregunto el más alto dirigiéndose al peliverde.
- No, realmente no lo se.- responde apenado.
- Seré directo, realmente te detesto, antes de que tu llegarás yo era el primero de la clase y en todo, pero solo pusiste un maldito pie en esta escuela y me arrebatáste todo eso, tu con tu tonta sonrisa inocente y tu ridículo cabello extravagante, lo único que das es pena, no te queda bien, das asco con solo verte, parece que tienes un estúpido brócoli pegado, realmente me das lastima y pena, o es que no te das cuenta que tus disque amigos solo estan contigo por lastima, o tal vez porque son igual de estúpidos que tu. Ahora que por fin estas solo podré desquitar todo el odio que siento por ti.

Izuku miraba aterrorizado y con los ojos llenos de lagrimas a aquel niño, haciendo bolita en el piso cubriéndose con los brazos.

- De verdad que eres patético, no eres nada sin ese par al lado ¿Acaso tienes algo de especial? Tu ni siquiera tienes un quirk al parecer, no mereces que gaste mi poder en ti, asi que solamente te golpearé.- decía el mayor mientras comenzaba a patear a Izuku.

Ya que no había nadie a los alrededores los otros dos decidieron unirsele.

El pobre peliverde lloraba desconsolado tratando de cubrir su cara de los golpes, el sabia que si tenía un quirk pero también sabía que este era muy inestable y no quería dañar a nadie, por lo que solo se quedó ahí esperando a que se terminará todo eso.