El vibrar del teléfono me regreso a la realidad, mi hermano estaba regresándome la llamada pero ahora no importaba, estaba en algo más importante. Lo puse en silencio y mire cómo Paolo se ponía de pie dejando ver su altura que cabe resaltar que yo al lado de cualquier persona quedo muy bajita pero el intimidaba con su mirada y sumándole lo alto que estaba.
¿Aún sigues aquí?.- pregunto acercándose a la cama para poder sentarse y quedar más cómodo.
Si, si, solo que aún no puedo procesar bien todo lo qué pasó ayer, hice aquel ritual o juego no se y no pensé que fuera...
Real.- Paolo terminó mi oración interrumpiéndome.- De hecho nadie creyó en aquel juego.- decía mientras se ponía una playera color negra, y tremendo botty que se cargaba el chico este.- Eres la primera que se atrevió hacerlo y bien aquí estoy, eres mi novia, soy tu novio y tienes que empezar acostumbrarte a eso.- sonrió de lado sin despegar su mirada de mi.- Vas al colegio ¿no? Porque ya es tarde, vamos te llevo.- se puso de pie saliendo de la habitación, yo simplemente tomé mis cosas y lo seguí a la salida de la casa, subí al auto cuando el abrió mi puerta y espere a que subiera para dirigirnos al colegio.
Encendió el estéreo poniendo una canción que no reconocía muy bien, igual preferiría eso que el silencio incómodo que había entre nosotros al estar solos. Llegamos al colegio, tome mis cosas y estuve a punto de abrir la puerta cuando sentí una mano en mi brazo.
¿Que haces? Déjame te abro la puerta.- sonrió irónicamente y bajo del auto, rodeó el mismo y abrió mi puerta, me quede mirándolo confundida por unos segundos antes de bajar, este cerró la puerta y tomo mi mochila.
Hey, ¿a donde vas?.- pregunte frunciendo el ceño, ¿se creía mi papá o que?
Voy acompañarte hasta la entrada del colegio así que apresúrate porque faltan cinco minutos.- decía mirando su reloj de mano, comencé a seguirlo sin saber porque todos volteaban a mirarme incluso mis amigas no se habían acercado a saludarme, Victoria y las víboras de sus amigas se comían a Paolo con la mirada tratando de llamar su atención, el chico las miro por un momento pero no tuvo ninguna reacción ante ellas lo cual causó confusión en Victoria, yo seguía caminando cabizbaja, probablemente al chico le llamaría la atención cualquiera que estuviese aquí.
Seguía concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Paolo paró su caminar, así que choqué contra el, el chico espero a que me pusiera a un lado de él y pasó su brazo por encima de mis hombros dejándome desconcertada a mi y a todos los que nos estaban viendo. Llegamos a la entrada y Paolo me entregó mis cosas.
Gracias.- dije sin poder mirarlo.
Vendré por ti a la salida, así que te esperaría justo ahí.- señalo el banco que se encontraba en unos arbustos.- Ten buen día.- tomo mi rostro con sus manos y dejo un beso en la comisura de mis labios, a los ojos de cualquiera se podría mal interpretar como si hubiese sido un beso real, pero no fue así, ¿por qué no me lo dio?
Lo mire partir, hasta que desapareció entre la gente que se aproximaba a poder llegar al colegio a tiempo, los gritos de mis amigas me despertaron así que me apresuré también.
¿Y ese quien es amiga? No sabia que te cargabas tremendos gustos de fuckboys.- dice Isabel bromeando llevándose un sorbo de té a la boca.
Ya amiga, dinoooos, ¿de donde lo conoces? ¿Cómo es que fue así si nunca nos hablaste de él?.- preguntaba Yess sin dejar de mirarme con ansias.
Si les cuento dirán que hice un pacto con el mismo demonio.- reí irónicamente pues eso era lo que había hecho, creo yo.
Vaya vaya, así que te lo tenías muy guardadito he, no te sorprendas si después de unas semanas tu chico empieza a perder interés en ti, creo que me conoces muy bien y lo que quiero lo consigo.- comenta Victoria sentándome en su lugar, la sangre la sentía hervir pues sabía de lo que podría ser capaz con tal de llegarle a Paolo.
Ignore su comentario por completo, quería irme a casa pues había desbloqueado una nueva inseguridad. Las clases se pasaban más rápido de lo normal, no se si era porque sabía que Paolo estaría afuera esperándome o si, era eso simplemente.
Hey, recuerda que mañana es San Valentín así que trae a tu chico para conocerlo.- dice Isabel despidiéndose de mi, yo asentí y me despedí de Yess también mientras veía como se alejaban abrazadas de sus chicos. Mire hacia los arbustos y ahí estaba, al parecer se había cambiado pues traía unos vaqueros negros con una camisa negra con líneas blancas, aretes le colgaban en sus orejas, sus anillos y piercings también lo adornaban y lo hacían ver bastante bien. Baje los escalones con prisa para no dejarlo esperando tanto pero ¡oh sorpresa! Victoria se dirigía a Paolo. Pare de caminar y me quede observándolos, Victoria le hablaba coqueta, no se de que hablaban pero la chica le dio su celular a Paolo para que anotara su número pero este de negó, vaya que si lo había hecho, Paolo me miró y se dirigió a mi ignorando por completo la presencia de aquella chica.
Hey, ¿como te fue?.- tomo mi mochila y después mi mano entrelazando nuestros dedos.
Me fue muy bien gracias, ¿tu que hiciste hoy?.- le pregunté dirigiendo mi mirada a Victoria la cual estaba de un color colorado pues había sido la primera vez que la habían botado.
Bien, no hice nada más que esperarte.- comento causando que mi rostro se pusiera rojo, este chico aparte de guapo lo tiene de cursi.
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El hijo del Diablo
Mystery / Thriller14 de Febrero, por alguna razón esa fecha era la que más detestaba, flores, rosas, corazones y parejas felices por donde quiera, incluso mis amigas tenían novio y yo a mis veintiún años ni siquiera había dado mi primer beso, ya vivía sola y era inde...