PARTE 5

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Paolo.

Sabia perfectamente porque había aparecido en la vida de ella, sería su "novio" lo que tanto ella había anhelado pero eso iba en contra de mi ética, mi padre es el mismo Lucifer por ende me hace el demonio más poderoso del inframundo incluso el que podría reemplazar a Lucifer en cualquier momento, yo no sé ni siquiera lo que es el amor o lo que significa la palabra "amar", y aunque quisiera saber lo que se siente estar enamorado no podría ¿qué es eso y por qué la gente anhela ser amado por alguien más?, soy un demonio incapaz de sentir incluso empatía por alguna otra persona, disfruto vengarme de la gente que llega al infierno, mi padre me da permiso incluso de torturar a las personas con las cosas que yo he inventado para hacer sufrir a las almas en pena, lo disfrutaba tanto pero ahora ya no era posible, sus planes habían cambiado cuando a mi padre se le dio la estupenda idea de hacer ese ritual para conseguir el alma de alguna persona joven que sirviera para estar a cargo en el inframundo pero no contaba que sería una chica así como (t/n), apenas comenzaba a conocerla pero sentía la necesidad de protegerla de mi padre, no dejaría por nada del mundo que me utilizara solo para su beneficio.

"¿Qué dices? Por favor, debes estar bromeando" comentó Lucifer incrédulo ante las palabras de su hijo "Estas mal interpretando las cosas, sabes a lo que ibas así que no me salgas con que te convertiste en su ángel guardián porque si es así te voy a regresar conmigo, ¿entendiste?, escúchame bien Torvas, le darás a la niña su día especial y regresaras para planear él como la traerás aquí, planearemos su muerte y tú la guiarás hasta acá, no puedes enamorarte va contra las reglas de aquí y si lo haces sabes que no podré evitar el que te torturen para que entres en razón" sentenció mirando a su hijo con enfado, confiaba ciegamente en el y no podría soportar ser traicionado de esa manera.

No soporte ni un minuto más escuchando sermones de mi padre, no soy su ángel guardián pero podría cuidarla y hacerle sentir bien así como ella había deseado, sabía perfectamente que esa chica terminaría enamorada de él y que él sin querer rompería su corazón pues no sería alguien que envejecería con ella, simplemente desaparecería de su vida, ¿cuando? Aún no lo sé pero será pronto.

El reloj marcaba las ocho en punto y estaba listo para ir con (t/n) y darle aquella noche especial, decidió vestir algo casual pero elegante, solo portaba unos jeans azules rotos con una camisa negra adornada con líneas delgadas color blancas, mis anillos no faltaban al igual que mis accesorios y aretes falsos, arregle un poco mi cabello alborotado haciéndolo hacia atrás, quería verme bien para esta noche. Aparecí en la habitación de (t/n) y ella estaba lista, no había notado aun mi presencia así que solo me recargue en la pared cruzando mis brazos sobre mi pecho mientras admiraba sus perfectas curvas.

Por un demonio, ¿quieres dejar de aparecer así? Me vas a matar algún día de un infarto?.- comentó al darse cuenta que ya estaba ahí admirándola, note el sonrojo en sus mejillas cuando noto que no dejaba de mirarla.

Me gusta como te ves, estás muy linda.- pude articular con normalidad, no estaba acostumbrado a halagar a la demás gente pero podría hacer una excepción con ella. - ¿Lista?.- Pregunte esperando alguna respuesta afirmativa por parte de ella pero solo bajo la mirada, probablemente se estaba arrepintiendo de aquella cita, suspire pesadamente y me acerqué a ella tomando su mano. - Oye tranquila, te aseguro que te gustará.- pude sentir que estaba nerviosa al tocarla, sabia que desconfiaba y que aún no estaba segura, estaba por darme por vencido pero ella solo tomó mi mano entrelazando nuestros dedos, me miró y asintió, le correspondí con una sonrisa y chasqueé mis dedos apareciendo en una cabaña a las afueras de la ciudad, estaba adornada con rosas, las luces rojas tenues adornaban el lugar al igual una botella de vino tinto y dos copas, habían películas para escoger y por supuesto la habitación la cual estaba adornada con velas y no, yo no adorne la habitación, tuve que pedirle un favor a Lilith ya que ella tenía más experiencia en seducir a las personas así que ella se encargó de aquel lugar.

¿Tú hiciste todo esto?.- Preguntó mirando todo con asombro, ahora comenzaba a creer que nunca había tenido alguna cita.- Todo esta muy hermoso, es la primera vez que hacen esto por mi y no se como sentirme, en verdad muchas gracias por esto.- (t/n) se acercó a mi abrazándome, tarde un poco en reaccionar pero correspondí a su abrazo, ella en verdad estaba muy emocionada y pude sentirlo al momento en el que me abrazo, definitivamente esa chica era muy transparente en su sentir.

.- La verdad me costo mucho y en serio me da mucho gusto saber que te gusto, tengo que ser sincero contigo, esto no es lo mío así que pedí un poco de ayuda a una amiga así que bueno, no todos los créditos me los quedo yo.- alce las cejas mirando a Lilith que se encontraba detrás de t/n mirándome con recelo, sabia que si no le daba las gracias se quedaría aquí para arruinarnos la noche. -Ven, déjame te doy una copa.- me acerque a donde estaba la botella y destape está, serví el licor oscuro en las dos copas y entregué una a t/n .- Salud .-golpeamos ligeramente las copas y bebimos del licor, mis ojos conectaron con los de ella por un milisegundo ya que ella desvió su mirada hacia el lugar mirando cada detalle de aquella cabaña en la que estábamos, así pude admirarla un poco más mientras ladeaba mi cabeza y relamía mis labios, las ganas que tenia por ella comenzaban a incrementar y aunque quería tener piedad no podía pues esa palabra no existía en su vocabulario.

.- ¡Oh! Hay películas.- rio y yo en verdad me confundí .- Dime que no me trajiste para ver películas mientras tomamos vino.- comentó mirándome divertida, alce mis cejas manteniendo mi expresión neutra y ella borró su sonrisa poniéndose roja nuevamente .-Perdón, obviamente veremos películas.- una risa nerviosa escapó de ella, me levanté de aquella silla y me dirigí hacia la sala mientras iba desabotonadome la camisa, tome varias con mi mano mientras en la otra sostenía la copa, alce mi mirada y sonreí al escuchar los pensamientos de t/n, creo que ella también tenía ganas de que algo pasara en esta noche.

¿Te pongo horny, cariño?.- Pregunté con descaro dejando las películas en la mesa de estar, termine lo que había empezado hace rato, desabroche por completo mi camisa dejando ver mi torso, mis ojos cambiaron a un color rojo opaco al sentir la tensión en aquel lugar, me acerqué a t/n con una mirada enfermiza y llena de deseo, deje la copa en la mesa y la tome de la cintura acercándola a mi cuerpo sintiendo como su piel se erizaba ante el tacto de mi mano sobre su espalda desnuda gracias al pronunciarme escote de su vestido, mi mano se encargó de hacer su mechón de cabello hacia atrás dejando mi mano sobre su mejilla.- ¿Que es lo que quieres?.-Pregunté en voz baja, mi voz salió más ronca de lo que yo habría imaginado, entrecerré mis ojos sin apartar la mirada de la menor.

Bésame.- ordenó en voz baja, sus manos se colocaron sobre mis brazos, relamí mis labios por una milésima de segundos y me acerqué uniendo nuestros labios en un beso lento, sabia que era inexperta y que era su primer beso así que quería hacerlo lento, aunque siendo sincero lo hacía muy bien, incluso si no supiera que ese era su primer beso jamás lo hubiese imaginado. Me separé lentamente de aquel beso dejando un ligero hilo de saliva que nos unía a ambos, sonreí pasando mi lengua sobre mis labios con ligereza dejando el inferior sobre mis dientes por una milésima de segundos.

Vamos a la habitación, te gustará cómo está adornada.- la tome de la mano entrelazando nuestros dedos y la guíe hacia la habitación, efectivamente había acertado, se había emocionado por cómo estaba detalladamente arreglada con pétalos en todos lados, velas y una luz roja tenue que alumbraba la habitación.

No dude un segundo más así que me acerque a ella besándola con delicadeza, aunque no tendría suficiente con un beso, anhelaba más que un solo beso pues quería tocar cada parte de aquella chica que tenía frente a mi.– Quiero tocarte.– no sentí vergüenza ni pena ante lo que había dicho simplemente decía la verdad, quería tocarla así que me acerqué un poco más.– Ahora no es mi culpa que te deseé, es la tuya.– la tome del brazo y la jale hacia mi llevando mi nariz hacia su cuello inhalando su aroma el cual empeoró las cosas pues causó que sus hormonas se alteraran un poco más, se atrevió a pasar su ardiente lengua por el cuello de la chica sonriendo al escucharla jadear por aquel acto lascivo que cometió en su piel la cual quedó brillosa por el rastro de saliva, se estaba metiendo en problemas pues ese no era el plan, la cosa no iba por ahí solamente tenía que darle aquella cita añorada y le robaría el alma pero no podía contener sus ganas y esta vez desobedecería las órdenes de su padre.

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Se viene la escena +18, comenten si quieren saber que pasará después, el siguiente lo subiré el lunes por la noche, muchas gracias por los votos y por leer, perdón por dejarlas con la duda pero les encantará así que prepárense, muchas gracias por el apoyo.

El hijo del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora