Llegamos a casa, nadie había dicho ninguna palabra por lo cual supuse que algo andaba mal, Paolo entro primero sin esperarme, estaba actuando demasiado extraño. Cerré la puerta después de entrar, dejé mis cosas en el sofá y me dirigí a paso lento hacia Paolo.
¿Estás bien?.- pregunte confundida, la verdad no entendía de que se trataba todo esto-.
Si, es solo que todo esto me marea, hacia años que no salía a este mundo y es muy asfixiante.- carraspea algo agitado, podría decirse que incluso estaba sudando.- No te me acerques, la verdad si estoy muy caliente.- dice quitándose la chaqueta, vio mi cara y comenzó a reír.- No me refería a estar caliente de esa manera, no lo mal pienses, pecadora.- bromea para luego morderse el labio inferior-.
¿Que cosas dices? Jamás me había imaginado que fuera por eso, yo solo pensé que tendrías fiebre o algo así.- aparte la mirada de aquel chico tratando de ocultar mi nerviosismo.- Oye, quería preguntarte si...-trague saliva.- ¿Mañana quieres ir conmigo al baile de San Valentín?
Anda cosita.- su voz fue algo fingida, y hacía pucheros.- ¿Enserio? La verdad preferiría que no, no porque no quiera ir contigo, pero tengo planeado algo mucho mejor, más interesante, nada de corazones y flores, eso ya es muy cliché, quiero enseñarte algo más impresionante, fuera de lo común.- el chico comenzaba acercarse a mi a lo cual yo comencé a retroceder.- ¿Aceptas?
Aquello me dejó pensando bastante, de alguna manera tenía razón, todo aquello era muy cliché aparte que siempre terminaba sola pues mis amigas se "perdían" en las fiestas con sus novios.
Esta bien, acepto.- asentí sin despegar la mirada de sus ojos, estos eran cafés oscuros y tenían un brillo muy peculiar. El mayor se acercó lo suficiente como para que mi corazón se acelerara, sentía su respiración muy cerca y las ganas de besarlo eran inmensas pero no quería que mi primer beso fuera así. ¡Joder __! Ya no eres una niña pequeña que cree todavía en los cuentos de hadas, relamí mis labios y coloqué las palmas de mis manos en su pecho. Paolo me tomo de la cintura con una de sus manos y la otra la coloco en mi mejilla dejando caricias en esta misma, estábamos solo a centímetros, lo quería, lo necesitaba así que decidí dar el siguiente paso, cerré mis ojos y alcé un poco mi rostro para poder besarlo pero oh sorpresa, no sucedió.
¿Que vamos a comer hoy?.- pregunta separándose por completo, se dirigió a la cocina abriendo el refrigerador pensando en lo que podía preparar para comer, ¡joder! ¿Y si no le había gustado?
Más preguntas rondaban por mi cabeza haciéndome sentir más insegura, suspiré y tomé mis cosas, se me había quitado el hambre.
Come algo tu, yo no tengo hambre.- comentó subiendo las escaleras rápidamente, solo quería llegar a mi habitación pero vaya, se me olvidaba que estaba con un ser de otro mundo que puede aparecer en cualquier momento, y si, ahí se encontraba el chico en mi cama mirando su teléfono.
PAOLO
Si bien, la chica había realizado aquel ritual frente al espejo, como era de esperarse todo tenía que dar miedo, efectivamente había realizado un pacto con el diablo y siendo su primogénito, tenía que cumplir mi palabra.
No puedes mostrar más de lo que eres, ¿entendiste?.- mi padre me ordenaba como si aún fuera un niño que no sabía que tenía el poder de salir al mundo exterior sin realizar actos "paranormales".
Te recuerdo que ya no soy un niño.- rodee los ojos mientras me ponía la chaqueta, estaba listo para salir y conocer a la chica que sería mi novia, algo que teníamos en común aquella niña y yo, es que nadie nos volteaba a ver.
Y si, como lo había imaginado, aquella chica de baja estatura cayó desmayada en mis brazos al verme tan cercas y es que había olvidado por completo el presentarme formalmente pero ¡vamos! Soy un demonio, no iba a llegar a tocar su puerta para entregarle un ramo de flores y decirle que su principie azul había llegado, por favor, esas mierdas ya nadie las pone en práctica. Decidí esperar hasta otro día que la chica despertara, igual ya casi amanecía así que decidí bajar y preparar algo para que desayunara, vi que tenía varios libros y cuadernos en su escritorio por lo cual imaginé que estudiaba así que quise darle una "sorpresa" y ser un chico "romántico" pero fallo, nuevamente.
Comenzaba a conocerla más a fondo, era linda, tenía muy bonito cuerpo aunque no se arreglaba mucho, sus amigos no eran tan interesantes y bueno Victoria, era la típica chica riquilla que cree que puede conquistar a quien fuera. Tenía la habilidad de poder leer la mente de __ y sabía que tenía bastantes inseguridades, esa era mi primer misión, haría que esa chica deje de ser la tímida inexperta a convertirla en una perra engreída y solo mía, por supuesto.
Pase por ella al colegio, estaba recargado en uno de los arbustos que se encontraban ahí, saqué un cigarrillo en lo que esperaba a que mi novia saliera de clases.
Hola guapo, ¿a quien esperas?.- la voz chillona de Victoria me regreso a mi realidad, solté el humo sin siquiera voltearme, en verdad me daba igual si le incomodaba el olor a cigarro-.
Hey, bien.- baje un poco mis gafas de sol para que viera mi gesto y luego las volví a colocar en su lugar, definitivamente esta chica estaba enferma, si que pensaba cosas demasiado perversas conmigo, de tan solo imaginar aquello me había dado escalofríos en el cuerpo- Estoy esperando a __ ¿la has visto?.- pregunte indiferente sin prestarle mucha atención, la verdad me fastidiaba su presencia-.
No querido no la he visto, ¿eres algo de ella? Aquí la verdad es la rara del colegio, nadie se junta con ella porque nunca se arregla, es muy antisocial ¿sabes? Pobrecita, imagino que estar en un colegio donde nadie te hable puede ser muy difícil.- mire la expresión de hipocresía de la chica que tenía frente a mi.- Pero en fin, me llamo Victoria, soy la capitana en mi equipo de porristas y bueno, cabe destacar que soy la más popular del colegio.- presumía con gusto-.
Ya veo.- quite mis gafas, podría divertirme un rato con esta chica. La mire de abajo hacia arriba con descaro, la chica se había intimidado ante mi mirada.- Ah y soy el novio de __ un gusto.- sonreí victorioso de mencionar aquello, no tendría porque esconderlo y menos con personas así como ella.- De todo lo que me cuentas de ella, si imagino que puede ser difícil pero así la conocí y pues así me enamoro aunque, contigo podría hacer una excepción.- dije mordiendo mi labio inferior sin apartar la mirada de la chica que tenía frente a mi, juraba que se estaba mojando. Mire a __ en las escaleras, había salido ya gracias al Cielo, digo, gracias a Satán, una disculpa si escuchaste esto padre. La mire nuevamente acercándome demasiado, mis ojos se volvieron de un color blanco y le sonreí dejando ver los colmillos afilados en mi dentadura.- No te le acerques por favor.- susurré con una voz muy grave, sentí como su cuerpo se estremeció y como su rostro cambiaba su expresión, creo que era suficiente para que no le dirigiera la palabra a mi chica e igual podría jurar que pasaría semanas sin dormir.
Tenía a __ muy cercas de mi, desde que llegué a este mundo y la conocí, crecieron mis ganas de besarla, sus labios eran muy lindos y quería sentir si eran tan suaves como lo imaginaba, la tomé de la cintura acercándola a mi, quería besarla pero algo me detuvo, sabía que sería su primer beso y me detuve, si su primer beso sería conmigo, entonces lo haría mañana y sería lindo al menos para ella. Me aparte de su cuerpo y me dirigí a la cocina, sabía que la había hecho sentir mal pero juraría por Satan que el día de San Valentín lo compensaría.
Aparecí en su habitación recostado en su cama, veía el nerviosismo en su rostro así que me acerque nuevamente.No te sientas así, quiero hacerlo especial, quiero que lo sientas especial.- la tomé de las mejillas para mirarla directamente a los ojos.- Tendré finta de ser un fuckboy o algún hijo de perra arrogante pero si quieres un novio, me voy a comportar como tal, luego me lo vas agradecer ¿me entiendes?.- pregunte recibiendo una afirmación de la menor.- Bien, entonces baja a prepararme algo de comer porque muero de hambre si no, terminaré por comerte a ti, completita.- mordí mi labio mirándola de arriba abajo, sonriendo al ver su rostro ponerse rojo, me separe de ella y salí de la habitación, espero que baje si no, tendré que adelantar los planes que tengo para mañana.
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El hijo del Diablo
Misterio / Suspenso14 de Febrero, por alguna razón esa fecha era la que más detestaba, flores, rosas, corazones y parejas felices por donde quiera, incluso mis amigas tenían novio y yo a mis veintiún años ni siquiera había dado mi primer beso, ya vivía sola y era inde...