"No me importa dejar todo lo que me hace feliz por alguien que me hace incluso más feliz"
Lincoln Loud, a sus 18 años, ha cometido muchos errores, pero ninguno se compara al pecado que ha llevado sobre sus hombres durante 3 largos y duros años, y qu...
Miren, se los voy a rogar de rodillas, voten y comenten, porque en serio, no saben como he sufrido haciendo este capítulo. Lo he reescrito DESDE CERO como 6 veces porque nada me convencía, y quería darles lo mejor. El propósito de esta historia no es tanto el Loudcest, sino mostrar realmente lo que es la moral del mundo, y como algunas personas son forzadas a tomar caminos que nunca quisieron.
No esperen ver romance ni lemon, yo voy a explorar a las hermanas Loud de maneras realistas, tratando de volverlas personajes humanos y que puedan ser memorables. No vengo aquí a mostrar incesto rico, vine a mostrar lo que de verdad puede llevar a alguien a enamorarse de un pariente, tal y como sucede aquí.
Así que sin más, a darle.
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— Mi nombre es Luna Loud, tengo 19 años y soy... —hizo una pausa, se rascó la nariz, y no paraba de jugar con sus dedos. Su mala higiene ya advertía lo que estaba por venir—. Adicta a la heroína y al alcohol.
— Hola, Luna —saludaron todos amablemente a la recién llegada.
Era destacable como este tipo de salas, llenas de personas que los demás tildan de basura, está también llena de las personas más valientes que existen: las que admiten sus errores y quieren cambiar.
La sala estaba llena de todo tipo de personas. Entre los adictos se encontraban adultos con familias, padres y madres, jóvenes sin un guía en sus vidas, personas débiles que no supieron decirle que no a esta tóxica sustancia, gente autodestructiva, los que buscaban una salida a su depresión, incluso alguien menor que Luna, un chico de unos 15 años, muy parecido a ella en sus mejores días, antes de tirar todo por la borda como la buena basura de persona que era.
— Mi adicción comenzó apenas cumplí 17 años y estaba empezando mi segundo año como cantante de rock —suspiró, hablar le costaba más de lo que pensó, se sentía como Lucy de repente—. Tal vez muchos aquí me reconozcan por las canciones que he escrito, han sido un verdadero éxito, aunque grabarlas es una tortura, mi mánager es un verdadero hijo de puta con los horarios.... En verdad, es un hijo de puta en todo sentido... Me utilizó de muchas formas...
El sonido de los pájaros en la única ventana del pequeño cuarto era el único ruido. Realmente todos querían escucharla, y ella realmente quería ser oída. No importaba que fuera una de las cantantes más famosas, jamás se sintió realmente escuchada desde hace años.
— En fin, yo... -se detuvo un momento, mirando su reflejo en el brillante piso, viendo a una chica destruida, sucia e irreconocible. Tan solo de verse quiso comenzar a llorar, pero soportó un poco más, no le gustaba derramar lágrimas frente a extraños, ya no más—. Yo estoy aquí porque quiero ser la persona que era antes.
— Luna, ¿Te puedo hacer una pregunta? —preguntó el doctor, de unos 40 años más o menos, mirándola con una sonrisa comprensiva, como si fuera capaz de sonreírle hasta al mismo demonio.
