"No me importa dejar todo lo que me hace feliz por alguien que me hace incluso más feliz"
Lincoln Loud, a sus 18 años, ha cometido muchos errores, pero ninguno se compara al pecado que ha llevado sobre sus hombres durante 3 largos y duros años, y qu...
¿Por qué he tardado tanto? Pues en primer lugar es porque he tenido algunos problemas y bajones personales, pues mi vida personal es un caos constante debido a que mi padre está en otro país y es horrible no por tenerlo aquí.
Además, debo decir que escribir esté capítulo fue extremadamente complicado y fue sin duda el que más cambios tuvo. El final cambió como 7 veces, pues ninguno me convencía e incluso el que he puesto aquí siento que podría ser mejor. En fin, para escribir a Lola me basé en como hay gente que eleva a famosos y demás y los hace sentir como dioses, cuando no son más que personas como otros. Es decir... Si todos nacemos igual y morimos igual (es decir, nadie es inmortal)... ¿Por qué hay gente que se cree más que otros?
Eso quise tratar aquí y por eso fue tan complicado. Les recuerdo que esta historia no es sobre el incesto, es sobre los conflictos de las hermanas Loud y como es que cada una representa lo que el mundo te hace. Cada Loud representa un problema de la actualidad, y Lincoln es únicamente el catalizador que las devuelve a la realidad porque él es el más real, quien más ha sufrido y sufre, pero eso es algo que veremos más adelante.
Espero disfruten el capítulo, dejen su corazón y comentario como apoyo. Los quiero mucho y espero me perdonen por haber tardado tanto. ¡Comencemos!
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"LA PRINCESA SIN REINO"
ACTO I: Anunciando el sueño
La joven Victoria entra en escena, agobiada por la naturaleza que la rodeaba. Es la primera vez en su vida que siente la creación de Dios con sus pies desnudos, está conociendo el mundo que tanto soñaba explorar. Cansada ya de vivir en una mentira, en una prisión hecha de falsedad y corrupción, la princesa sin reino sale a ver, por primera vez en mucho tiempo, ese mundo que tanto desea cuidar.
(Personajes que intervienen en este acto Victoria Reiss, Antonio Reiss, y la señora Isabella)
Victoria recorre el bosque con una clara sonrisa en su rostro, está inmensa en esa divina fantasía. Su padre, el rey Reiss, la persigue desesperadamente.
ANTONIO: ¡Victoria, Victoria! (Respiración agitada) ¡Por favor, estás no son horas de salir tan repentinamente!
VICTORIA: Padre mío, ¡Oh querido padre mío! Dichosos los que sembraron estas tierras, dichosos los que perdonan a los animales que las corren, y dichosos los que tienen la suerte de recorrerlas libremente. (Extiende los brazos hacia las luces)
ANTONIO: Hija mía, soy consciente de que llevamos años ocultándonos, pero no puedes salir así de pronto. ¿Acaso la pérdida de nuestro reino no te ha hecho consciente del peligro qué es abrirle tu corazón al mundo?
VICTORIA: Querido padre, ¿Cómo puedes pedirme algo así? Estoy cansada, exhausta de tener que vivir cubierta, sin poder oler, sentir o tocar este mundo. (Da vueltas por todo el escenario) ¡Solo siente el pasto padre, solo siente por un segundo la felicidad de estar aquí y ahora!
