Pasos de cero

Capítulo 6

"El misterio es el elemento clave en toda obra de arte". Luis Buñuel.

Verdades

Lexie me ha invitado a su casa, con el propósito de hablarme más acerca de la ciudad. Lo haría con mi padre, pero está muy ocupado.

Salimos del local y subimos a su auto, se ve bastante costoso y me sorprendió que tuviera uno así, así que, supuse que tendría dinero.

—Si estas pensando en el carro, mis padres me lo regalaron cuando cumplí dieciocho.

—Es muy bello y un tanto extravagante.

—El rojo es siempre extravagante.¿Y qué me cuentas sobre ti?.

—Me mudé aquí con mi padre y hermana luego de la muerte de mi madre.

—Lo siento.

—Gracias. ¿Y tú?.

—Soy hija única, después de nacer mi madre intentó engendrar de nuevo, pero terminó perdiéndolo.

—Eso ha de doler. ¿Y lo intentó nuevamente?.

—No lo sé, jamás volví a preguntarle.

Después de media hora llegamos, su casa es enorme. Esta rodeada de muchos árboles y un gran portón negro nos recibe. Baja su ventanilla y saluda al guardia. Al entrar nos recibe una casa de dos pisos, pintada de color durazno con toques blancos, es realmente bello.

—Tu casa es hermosa y alucinante.

—Gracias.

Salimos del auto y ella me indica que avanzemos hasta la puerta.

—Adelante y bienvenida.

Ella me guía y llegamos a la sala, es un gran salón pintando en un gris claro con buena iluminación.

—Siéntate, traeré algo de comer.

Me quedo observando hasta que ella regresa, en lo que suena mi celular.

Es una llamada de mi padre.

—¿Aló?.

—Hija, ¿Dónde estás?.

Que tonta, olvidé avisarle.

—Una compañera del trabajo me ha invitado a pasar la tarde en su casa, no será mucho tiempo mi estadía.

—Val, me tenías preocupado, no vuelvas a hacer eso.

En ese momento Lexie viene con una charola llena de muffins. Y me dice moviendo sus labios que me llevará a casa.

—Ella me llevará a casa, así podrás conocerla.

—Está bien. Cuando salgas me llamas.

—Claro. Hasta luego.

—Disculpa si te ha causado molestias—dice apenada—.

—No te preocupes, fue mi culpa.

Me señala los muffins.

—Toma algunos. —Agarro uno—Qué quieres saber.

—Muchas cosas, lo poco que llevo aquí me he dado cuenta de que este pueblo se rige por sus fundadores y que el sector de ventas es tercerizado.

—Mira. Aquí hay pequeñas empresas que sus dueños no tienen tratos con los cinco y hay quienes firmaron un acuerdo con ellos, como así empresas netamente propias. La tabacalera es de la asociación.

—¿Tu familia pertenece a alguna?.

—Sí, mi familia es una de las cinco fundadoras. Te hablaré cómo funciona.

«En la cabeza o el que ejerce de líder es Vicar Ergott quién está casado con Adela, ellos tienen un puerto y una pescadería, tienen dos hijos Xander y Faraday, el primero es a quién viste la primera vez que viniste. Luego está mi familia, los Bullet, mi padre se llama Berlan y mi madre Stella y como ya sabes soy hija única. Luego le siguen los Ether, Hardy y Lynch, los primeros están compuestos por,  Simon y Alice con sus dos hijos Daniel, mi mejor amigo y la despreciable de Rose, ex de Xander. Los Hardy, con Edmund e Iduna y su famosísimo hijo Euseb, es la oveja negra de su familia y por último los Lynch, Félix y Julia, se podría decir los de perfil bajo con los mellizos Julieta y Julián.»

—Comparten juntos la cabeza de la tabacalera y las empresas de producción agrícola, claro cada uno tiene una empresa a parte.

—Wow, eso es mucha información que asimilar.

—Lo sé, no somos una ciudad grande pero sí moderna.

—Eso lo he comprobado. Y si tienes tanto dinero...¿Por qué trabajas?.

—Con ese comentario pareces muy ignorante Val.

—Oye... Lo decía porque tú podrías estar viajando por el mundo.

—Créeme aquí hay mejores cosas que ver.

—Y si tú lo dices.

—Iré al sanitario, vuelvo en un momento.

Mientras ella fue, me limité a mirar los cuadros pero una foto en particular me llamó la atención.

Eran un grupo de adolescentes, pero lo que más me sorprendió fue hallar a mi padre entre ellos.

—¿Qué sucede Val?.

—Mi padre está en esta foto...sabes por qué.

—No lo sé, ni siquiera sabía que era tu padre.

Su tono de voz me hizo dudar.

—Claro, como has podido saberlo.

Luego de eso me llevó hasta mi casa.

—Aprecio mucho que hayas venido a casa, debemos hacerlo más seguido.

—Sí. Adiós Lex.

—Adiós Val.

—Papá, Layla ya llegué.

Diviso a mi padre saliendo de la cocina.

Está en una llamada y me agita la mano en forma de saludo.

Entro a la cocina a preparar mi cena.

—¿Por qué llegas tan tarde?.

No sé de dónde salió Layla.

—¿Por qué tan inquisidora?.

—No se responde una pregunta con otra.

—Bien, estaba en la casa de una amiga.

—Seguro que no es un chico.

—Basta, no todo en la vida es por chicos.

—Señoritas, por qué tanta algarabía.

—Tu hija es muy metiche.

—Layla....

—Está bien papá, los dejo a solas.

—Puedo hacerte una pregunta.

—Ya la estás haciendo.

—Papá, es en serio...

—Está bien, dime.

—¿Tú conoces a los cinco?

Dedicado a @Nathasha_villao19