Tristeza:Amarga Como El Sabor A Café

Nuestro Primer Beso

Ya eran pasadas las 10:0 am.
Era la hora en que la habia citado, ¿Donde rayos se habia metido?, espero que no se haya arrepentido o si no la matare.

Una silueta se dislumbraba a lo lejos, mi mediocre vision logro reconocer una sonrisa que me parecia familiar, era Lilyan, tan guapa y radiante como de costumbre.

-vamonos de aqui antes de que me arrepienta- me dijo mientras amarraba su cabello en una cola de caballo.

-Siguame Lady.

Caminamos por la escuela hasta llegar a la parte posterior del edificio, donde se encontraba el basurero. Era usual que no hubiera seguridad en esa zona asi que salir de la escuela sin que nadie nos viera seria facil.

Hice seña de que se montara sobre mi espalda para que pudiera alcanzar la parte superior de la reja, a lo que me respondio con una sonrisa y comenzo a trepar hasta llegar a la cima y despues bajar con la misma cautela.

Yo por mi parte di un gran salto y logre sostenerme en el borde del enrejado, escale hacia la cima y despues me reuni con ella del otro lado de la calle.

-Y bien, ¿ahora a donde vamos?, prometiste llevarme a un lugar especial, ¿lo recuerdas?

-Claro que si, no soy imbecil- extendi mi mano hacia ella y le sonreí-vamonos.

Caminamos unas cuantas cuadras, el dia estaba bellisimo. El cantar de las aves no se hizo esperar, la gente caminaba sin prisas por las calles, el clima que se presentaba era fresco, e incluso las calles estaban bastante armoniosas.

-Dime a donde me llevas Criss- me dijo mientras miraba a sus alrededores, se notaba un poco tensa y preocupada por lo que no pude evitar responder a su gesto con una sonrisa mientras la miraba.

-Ya llegamos- ella solto mi mano y de inmediato levanto la mirada del suelo para percatarse del gran letrero que posaba sobre la entrada del establecimiento.

<<Café Gatteway>>

Tome de nuevo su mano y nos dirigí a una mesa que estaba fuera del local, debajo de un parasol verde con blanco.

Casi de inmediato una camarera se dirigió a nuestra mesa, saco una libreta y una pluma del bolsillo que tenia en su mandil y tomo nuestra orden. Al terminar de atendernos dio media vuelta y se dirigio dentro del establecimiento.

Llilyan y yo comenzamos a platicar.

Casi de inmediato la camarera regreso con nuestras ordenes, nos miro y dijo:

-Aqui tienen, un café de moca y un capuchino para los enamorados.

Diriji mi mirada hacia Lilyan, quien tenia la cara roja y mantenia su mirada hacia abajo, supongo que estaba avergonzada. Trate de explicarle a la mesera que todo fue un malentendido, pero al dirigir mi palabra a su dirección ella ya estaba atendiendo a un hombre en otra mesa. Mire de nuevo a Lilyan quien seguia con la cara hirviendo de pena.

-Ja- reí con cierto sarcasmo- como pueden asociar a una chica tan linda como tu, con alguien como yo.

Tome el cafe entre mis manos y bebí de el mientras esperaba que Lilyan recuperara la coloracion normal en su rostro.

-Oye Cristian,¿puedes cerrar los ojos un momento?, yo tambien te traje una sorpresa.

-Claro-

Cerre los ojos mientras le contaba lo una tonteria que se me habia ocurrido en el camino al café, cuando de repende, un pequeño rose en mis labios me hizo abrir los ojos. Me percate de que Lilyan estaba besandome, tenia los ojos cerrados y la cara colorada. No me atrevi a decir nada, solo acerque su rostro a mi y comence a acariciar su pelo.

Unos instantes despues aparto su rostro, me miro y se sonrojo, dio media vuelta y corrio.
De inmediato me levante y la tome de la mano, volteo y me miro fijamente a los ojos. Su sonrojado rostro hizo que el palpitar de mi corazón aumentase.
Me acerque a su oido y susurre

-¿Qui ... Quieres ser mi, mi novia?- comence a tartamudear como siempre lo hacia cuando me ponia nervioso.

Lilyan comenzo a llorar y entre sollozos escuche la palabra "si".

Ese fue el dia que mi mundo habia cambiado, ese mismo dia, en el Café Gatteway, yo, me volvi el hombre mas feliz del mundo.