Tristeza:Amarga Como El Sabor A Café

Su nuevo amor

Sabado, era el día de la cita con Lilyan, Sara y el nuevo amor de su vida, del amor de mi vida. Estaba algo nervioso.
Me desperté temprano por la mañana, me bañé, y comencé a ponerme mi uniforme para el trabajo, claro que era un día importante pero no podía dejar de lado mi trabajo, el hospital de la ciudad era mi segunda casa.
Tan pronto como termine de bañarme baje y caliente un poco de la cena del día anterior, alimente a Magnus y tome las llaves del auto para dirigirme al trabajo, parecía un buen día, pero tenía una pequeña espina clavada, alto me decía que el día se iba a tornar tétrico después de todo, pero no podía dar marcha atrás, encendí el auto y salí rumbo al hospital.

Ya en el trabajo, los compañeros y algunos de los pacientes a mi cuidado me saludaban mientras entraba dicho de estar en mi trabajo, claro, me gustaba más curar enfermos que ser curado como cuando iba en la preparatoria, recuerdo como lylyan me llevaba siempre que me golpeaban...
Lylyan, ¿Cómo estará hoy?, Bueno, dejaré de pensar cosas y me enfocaré el brindar un buen servicio, después de todo estaba nervioso por la noche de hoy.
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Ya era hora de ir a casa, iba justamente a subirme a mi auto cuando de la nada una voz muy familiar se escuchó a lo lejos del estacionamiento:
- Pancake, espérame. Era la voz de Sara la cual venía corriendo desde la entrada hasta mi auto, llevaba un vestido de noche color negro y tacones, una bolsa de noche y el cabello suelto, se veía hermosa, pero lo que era más importante, ¿Qué rayos hacía Sara aquí si le dije que pasaría por ella al café?

- Sara, que haces aquí, te dije que pasaría por ti al café más tarde.

- Lo siento Pancake, no pude esperar y pensé que sería mejor venir al trabajo por ti.

- Pero aún tengo que ir a bañarme y cambiarme...

Sara comenzó a reír de manera nerviosa mientras se rascaba la nuca.
- No te preocupes, vamos a tu casa y después vamos al restaurant.

Después de todo no tenía de otra, guarde silencio y me dirijo a la puerta del copiloto para abrirle a Sara,bella sonrió y subió al auto para después yo me subiera y nos dirigieramos a mi casa...

Una vez llegando, como de costumbre al abrir la puerta mi perro y me esperaba feliz y amoroso como siempre, pensé que ladraria por la presencia de la extraña pero al contrario, el traidor me movió la cola y dejó se del acariciar, pero bueno, es solo un perro, y al parecer con buenos gustos como los míos, ante la presencia de una hermosa dama nisiquiera le ladró.

- Vaya, que casa tan bonita y limpia tienes Cristian, tú solo construiste esto ¿?

- Bueno, tuve un poco de ayuda de mi difunta tía, ya que la casa donde vivíamos fue vendida y me apoye un poco con el dinero de eso para construir mi humilde, (también tu) humilde hogar.

- Muchas gracias Pancake. Dijo mientras se movía y miraba todas las fotos y demás cosas que tenía colgadas entre las paredes de la casa.

- Bueno,e bañare y me cambiaré, puedes esperarme aquí abajo, no tardaré. Le decía mientras subía las escaleras y comenzaba ya a quitarme de encima la bata.

- Tomate tu tiempo bombón. Después del comentario Sara comenzó a reír mientras yo subía las escaleras de la casa y comenzaba a entrar en mi habitación. Después de desvestirse entre a la ducha y comencé a bañar cuando de repente escuché un ruido extraño en la parte del pasillo, pensé que fue mi imaginación así que no le tome importancia y seguí con lo mío...
Al salir de la ducha comenzaba a secarme y cuando salí a la habitación comencé a ponerme los bóxers cuando de pronto un pequeño gemido salió de mi clóset, "que mierda fue eso" pensé, está un poco asustado así que abrí con cuidado y vi a Sara dentro del armario con la cara completamente sonrojada y mirando directamente a los ojos los cuales por obvias razones denotaban disgusto y enojo.

- ¿Tu que mierda haces en mi armario?, Te dije claramente que me esperaras abajo.

- Lo, Lo siento mucho, solo subí por qué el perro corrió hacia acá y la puerta estaba abierta y entre y cuando abriste la puerta del baño me dio miedo y me escondi el el armario y... Su voz por obvias razones se notaba alterada, su cara colorada y sus ojos abiertos, era como si estuviera asustada y excitada, comencé a sentirme más incómodo cuando a medida de la explicación bajaba su mirada a mi abdomen y mi pelvis.

-¿Por qué tus ojos siguen bajando?, mis ojos están aquí, morbosa. Su cara se puso aún más roja, yo solo comencé a reír mientras parte de mi se creía la historia.

-Ya no importa jaja, pero deberías ver tu cara jajaja, espérame abajo, comenzaré a vestirme, no tardó mucho. Sara bajo del cuarto a la sala sin nisiquiera mencionar una palabra.

Después de unos minutos bajaba a la sala, vestido con mi traje formal y nos dirigimos al restaurant donde lylyan nos citó.

Y al entrar que es lo que veía, una cabellera rubia y un acento familiar, sentado frente a lylyan, la cual volteó a vernos y sonrió invitándonos a pasar, caminábamos hacia la mesa y yo miraba con disgusto al bastardo que venía con ella, que hacía aquí, no le es suficiente con estar en mi equipo de básquetbol, hijo de perra, su simple voz era insoportable para mí, al momento de sentarme y cruzar mi mirada con Eliam el noto mi presencia y me saludo con una sonrisa, bastardo, tenía ganas de romperle la nariz...

-Cristian, qué bien luces, te presento a mi novio, su nombre es... En ese momento interrumpí a lylyan con una voz molesta y grave.
-Eliam, lo conozco...

-Hola Cristian, qué tal te va, no te veía desde el partido del sábado...
Las chicas se mostraban un poco confundidas mientras Eliam me sonreía y yo solo tenía ganas de levantarme y romperle la cara...
El aura de aquel restaurante se volvió pesada, ¿Por qué el Lylyan, por qué el hombre que más odio en este mundo?