WEREWOLF IN LOVE WITH THE MOON

Capítulo 1

Antes que nada, muchas gracias por el apoyo, me da gusto saber que les ha interesado este nuevo miniserial Sterek, ojala que sigan teniendo ese interés.

Capítulo 1

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Stilinski quiso observar bien al hombre, pero las sombras de las copas de los árboles le impedían la tarea. Era una noche muy espesa, con nubarrones y los faros de la ciudad cooperando poco. El agente notó que no se sentía en amenaza, no como hacía unos minutos y razón por la que volvió sobre sus pasos, casi seguro de que un hombre lobo le estaba acechando. Pero el sujeto delante de él, por alguna razón no le inspira desconfianza.

― Solo pasaba por aquí, agente. No estoy cometiendo delito alguno.

Escuchó la voz ronca del hombre. Voz que le hace sentir inquieto, pero no de una forma desagradable.

― Identifícate. ― Ordenó, todavía con su arma en alto.

Hale no tuvo más remedio que dar un paso al frente, mostrarse e identificarse con su ID oficial. A Stilinski casi le da algo al leer el nombre del hombre.

― Derek Hale.

Ni más, ni menos. El hijo del dueño de su edificio de departamentos. Y muchos otros negocios en la ciudad.

― ¿Qué hacía rondando por el parque a esta hora, Sr. Hale? ― Cuestionó, guardando su arma y devolviendo la ID al muchacho de tez morena, cabello azabache y unos ojos verdes preciosos.

El agente agradeció que justo en ese momento un rayo lunar encontrara espacio entre los nubarrones, porque de otro modo probablemente no habría podido admirar tan claramente sus facciones ni el color de sus ojos. Parecían dos esmeraldas. Y de pronto él se encontró pensando que le encantaría tener la fortuna necesaria para adquirirlas.

― Lo mismo que usted, agente. Ejercitar. ― Respondió sereno, sonriendo apenas perceptible. Gesto que acentuó su obvio atractivo.

Atractivo que, ya que está en ello, resalta por cada rasgo de su rostro, desde la mandíbula cubierta por una barba de no más de dos días, hasta los dientes blancos o las cejas tupidas en la ración perfecta para darle el toque varonil justo, la manzana de adán nada exagerada pero suficientemente visible como para provocarle un gemido y qué decir de su cuerpo, capaz de generarle un infarto a cualquiera.

Stilinski asintió en acuerdo, no solo de lo último que había dicho el hombre, sino del análisis rápido que acababa de hacerle, escaneando de un vistazo toda su anatomía. Hale lleva ropa deportiva, pero ni una gota de sudor. Aunque, mirándole un poco más de cerca y atentamente, esos músculos y ese cuerpo digno de las fuerzas especiales en el mismo FBI no estaban ahí por arte de magia, seguro que no. Sin embargo, estaba seguro de que sí tenían que ver con cierta condición sobrenatural con la que él está bastante familiarizado.

― Eres un hombre lobo, ¿verdad? ― Preguntó, siendo algo impulsivo, como le recriminó una vocecilla en su cabeza, esa a la que no escucha mucho, honestamente.

La mirada de Hale titubeó un instante, suficiente para el ojo crítico del agente. Si bien el semblante del moreno no cambió, aquel gesto había sido suficiente.

― ¿Es broma, agente?

― No. Mi mejor amigo es uno, y técnicamente soy parte de su manada. Tengo esta especie de radar para los hombres lobo. Mh, no tienes que responder si no quieres, y me disculpo por ser imprudente.

― Por eso regresó. ― Hale le interrumpió, analizándole de pies a cabeza. ― Lo había notado.

― ¿Eras tú?