Alex Benet
Me sentía nerviosa, pero tenía que hacerlo.
- Mi padre se llama Cristian y mi madre Alexia - dije pareciendo normal, pero por dentro me sentia mal.
- ¿Y que trabajan? - me preguntó inocente, sin saber que me incomodaba.
- Madre - interrumpió Mateo con un tono de alerta pero calmado, para no parecer maleducado - Mejor no preguntes esas cosas, no es importante lo que trabajen sus padres.
- Okey, perdón Alex por si te incomode - Me dijo su madre avergonzada.
- no sé preocupe señora, su comida es riquísima por cierto - le dije para cambiar el tema
- Gracias - dijo más relajada
Asi paso el almuezo con una charla normal y agradable y sobre todo sin nombrar a mis padres.
Al terminar nos fuimos al cuarto de Mateo
- Lo siento por lo de mi madre - Se disculpó apenado
- No hay problema, de todas formas ella no sabe nada - le dije para que se tranquilice
- Si. ¿Oye quieres salir a pasear? O que se yo, ¿a comer algo? - me preguntó nervioso
- Si claro - Le sonreí - te podria invitar un helado - me reí un poco y el igual
Se ve muy lindo cuando ríe. Su risa es de esas que te tranquilizan y te llenan de calor cuando sientes frío.
- Eres muy bonito - Le digo sin pensar
- Gracias... - me dijo un poco incómodo
Yo no podia respirar, se me había escapado ese pensamiento. Debo ser más cuidadosa.
- Mierda - solté - Lo dije sin pensar, o sea si sos lindo pero no quería decirtelo - le comento bastante nerviosa
- No te preocupes Alex, que es la primera vez que una chica me dice eso - Me dijo divertido
- No Jodas - me reí muy fuerte - ¿A cuántas más le has dicho eso? - Su carita me mostraba la inocencia detrás de ese chico que parecía rudo
- Oye te lo juro, es la primera vez que una chica (Aparte de mi mamá) me dice eso - No podía dejar de reírse. Parecía que estábamos locos.
- Mírame a los ojos y dímelo, si te ríes es porque mientes - sé paro delante de mi y se acerco mirando con esos hermosos ojos
- Nunca nadie me había dicho que era lindo - me lo dijo serio, así que hice caras divertidas para que se ría - ESO ES TRAMPA - Dijo riendo a carcajada
- Esta bien Mateo - le dije mientras reia a carcajadas
- Oye Alex tú también eres muy bonita - Me sonroje
- No mientas - dije con verguenza, mirando hacia el piso.
- No miento - me agarro de los hombros, lo cual me sorprendió y lo miré apenada.
Nos quedamos unos minutos mirandonos a los ojos.
Sus ojos eran color miel con algo de verde en los bordes de la pupila; demasiados raros pero bonito y brillantes.
- ¿Vamos por el helado? - le sonreí, no me sentía incomoda, era lo contrario. Este chico me hacia sentir en paz
- Claro - me contestó feliz
Al salir de su cuarto me encontre con un hombre que supongo que es su padre, me miro raro de arriba ha abajo, para luego mirar a su hijo.
- ¿Ahora te juntas con gente asi? - preguntó con asco, seguramente refiriendose a mi
Lo admito mi ropa no era de la mejor, traía puesto una sudadera ancha que me llega hasta el muslo, un short por debajo que no se notaba mucho y unos botines negros algo sucios.
Pero nadie tiene por que tratar asi a otra persona.
- Hola padre - dijo su hijo con fastidio sin responder su pregunta.
- Buenas tardes señor - le digo firme. Yo nunca me dejo intimidar por nadie así que le sonreí, lo que hizo que él me mirase extrañado y con mucho mas asco que antes - Bueno Mateo - llamo al chico de mi lado - ¿Nos vamos?
- Claro... - me dijo aturdido y confundido por mi reacción
- Hasta luego señor - le digo a su padre
- Chao - dice Mateo jalandome hacia la puerta
Nos subimos a la moto, arranco y se comenzo a reir como loco, me contagió un poco aunque no entendia porque reia
- ¿De que ríes? - le pregunté extrañada mientras le sunchaba el costado
Frenó de golpe la moto, haciendo que me agarre por instito ha él, ya que no estaba agarrada
- Agarrate - me dijo riendose mas, si es posible - Me reía porque nunca en mi vida le habia dejado con la palabra en la boca a mi padre - me informó con felicidad
- Bueno a veces hay que cambiar la rutina - le respondí
Detuvo la moto con más calma en una heladeria, bajamos y entramos buscando donde sentarnos.
La heladería estaba un poco vacía por lo que fue sensillo pedir nuestra orden.
Nos fuimos a sentar a una mesa que estaba detrás y daba hacía la calle.
- Lo siento por lo de mi padre - se disculpó apenado.
- Tú no tienes por que disculparte - le sonreí para que se relaje
- Pero es que se paso, ni siquiera saludó. Fue directo a mirarte horrible y a decir eso - dijo un poco enojado haciendo que se vea un poco rojo
- no hay problema, no me molesta. Hablemos de otra cosa ¿va? - le digo para que no se sienta mal y sonreí de nuevo.
Claro que me molesto lo que hizo su padre, pero yo no soy nadie para juzgar. Sí a él no le gusto, pues que voy a hacer yo
- Ya... - me dijo un poco frustrado
Me reí
- Bueno.., ¿y si nos hacemos preguntas para conocernos mejor? - pregunté sonriendo, para cambiar el ambiente
- Okey - me dijo - ¿quién comienza?
- Yo - dije emocionada
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Un Abrazo Es Todo Lo Que Necesito
Teen FictionAlex es una chica de 17 años que había perdido a su padre en un accidente, con una madre alcohólica y un hermano estudiando en una universidad en otro país. Mateo es un chico de 17 años con una vida casi perfecta, un padre que tiene una gran empresa...