Alex Benet
Me encontraba muy triste y preocupada, después de la llegada de Eduardo tuvimos toda una semana intentando convencer a nuestra madre para llevarla al centro de rehabilitación.
- ¿Vamos a comprar algunas cosas para la cena? - Le pregunté a Eduardo.
- Claro - Me respondió al instante.
Comenzamos a caminar después de salir de la casa y al llegar a la tienda vi a Mateo a lo lejos, me quería acercar a el para explicarle porque no había ido al colegio y aparte de eso lo extrañaba y quería abrazarlo con todas mis fuerzas, pero en este momento me encontraba con Eduardo y luego tendría tiempo de explicarle todo.
Comence a buscar todo lo que necesitaba para la cena junto con mi hermano, después de eso volvimos a la casa.
Al dia siguiente me levanté más cansada de lo normal, quería quedarme en mi cama, pero ya había faltado una semana entera al colegio así que me puse mi uniforme y bajé a desayunar.
Nadie se había levantado aún y no me quedo de otra que hacer el desayuno a los dos.
- Ya es hora de que me vaya - Le dije a Eduardo que acababa de bajar
- Mucha suerte en tu día, hermanita - Me dijo, mientras se acercaba a mí y me daba un beso en la mejilla.
Cuando llegue al colegio, me sentía un poco nerviosa.
Estuve toda la semana estresada haciendo doble tiempo en el trabajo y la razón por la que había faltado tanto al colegio era por que llegaba muy cansada a la casa y dormía hasta el almuerzo.
Entre a mi clase y vi a Mateo sentado en la esquina del aula, quería contarle todo lo que había pasado, después de todo no tenía tiempo de leer los mensajes que me enviaba.
- Hola - Le dije sentandome en uno de los asientos de su alrededor. No me respondió - ¿Estas enojado? - Le pregunté pero tampoco recibí una respuesta - Estaba ocupada, por eso no respondía, lo siento. Por favor respóndeme - Le volví a insistir pero solo recibí una mirada.
No quería responder y en eso llega el profesor, asi que deje de insistir y pase la clase.
Al salir al recreo intente volver a hablarle pero no quería, pase todo la mañana intentando hablarle, pero me evadió, así que decidí dejarle su espacio y mañana lo intentaré nuevo.
Al llegar a mi casa me encontré con Eduardo en la sala.
- Vamos a almorzar afuera, cambiate rápido.
Entre a mi cuarto lo más rápido y me cambie el uniforme por algo simple.
Llegamos al lugar donde solíamos venir todos los lunes para almorzar con papá, nos sentamos y pedimos unas hamburguesas, esperamos un momento y cuando llego comenzamos a comer.
Al salir del lugar me topé con mateo que estaba con una chica que nunca había visto, pero lo tomé como algo normal, después de todo el podía tener amigos o estar saliendo con alguien.
- Hola - Lo saludé, pero tampoco me respondió, algo que me puso bastante triste.
Extrañaba hablar con el.
Segui caminando con mi hermano a mi lado y nos fuimos a la casa.
Al siguiente día volví a intentar hablar con él, pero tampoco funciono.
Solo quería saber porque se molestó tanto, ya había intentado explicarle lo de mi madre, mi trabajo y el porque había faltado tanto, pero ni siquiera me miraba.
Isak se la pasaba conmigo, pero no quería molestarlo con el tema de Mateo, después de todo él es el que me apoya en el tema de mi madre, mi trabajo y todo.
Paso toda una semana desde que Mateo no me hablaba o me respondía cuando intentaba hablarle para saber el por qué andaba así.
La única vez en la que él no me podía esquivar, era cuando salimos del colegio y siempre estaba la chica desconocida esperándolo afuera en un gran auto de lujo.
Me sentía triste y desesperada por todo su desprecio. ¿Enserio estaba tan enojado solo por qué no le había hablado por una semana? ¿O por qué era todo esto? le había explicado, pero aún así no intentaba hablarme.
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Un Abrazo Es Todo Lo Que Necesito
Novela JuvenilAlex es una chica de 17 años que había perdido a su padre en un accidente, con una madre alcohólica y un hermano estudiando en una universidad en otro país. Mateo es un chico de 17 años con una vida casi perfecta, un padre que tiene una gran empresa...