Mi hogar eres tú | Chanbaek | Fluff

6. Compras (lo necesario)

Después del almuerzo, una de las nanas de Baekhyunnie se acercó a Chanyeol para explicarle que necesitaban comprar algunos víveres, especialmente algunos postres y vegetales.

Eso por lo general era una excelente noticia para el menor de ambos, ya que siempre era muy divertido ir al supermercado con daddy. Por ello, Chanyeol decidió decirle de inmediato a su conejito.

-¿Puedo ir, daddy? ¿Puedo, puedo? -Pidió totalmente emocionado el menor, abrazándose a su esposo con dulzura y apoyando la barbilla en el pecho del más alto para que pudiera ver bien sus caritas tiernas, como si no supiera que no había forma de que Chanyeol fuese a algún lugar con dulces sin él.

-Solo si me das un besito, bebé. -Pidió entonces el mayor, sonriendo algo torpe por lo adorable que era Baekkie incluso para algo tan sencillo como ir al supermercado.

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Unas horas después, ambos vestidos cómodamente, caminaban por los pasillos del supermercado, Chanyeol asegurándose de que Baekhyunnie no se distrajera con algo y terminara perdiéndose en el enorme almacén.

En el carrito, una selección bastante peculiar de artículos demostraba las diferencias de ambos. En la canasta superior, iban pasta de dientes, cepillos nuevos, espuma de afeitar, shampoo sin perfume, y otros tantos ítems poco coloridos.

En cambio, la canasta de abajo estaba repleta de cosas curiosas, brillantes o coloridas. Sepultando las verduras, había varias cajitas, barras de cereal, gelatinas de sabores, macarrones con queso, una nueva cajita de crayones, banditas con dibujos de cinnamoroll, y algún peluche salvaje. Por lo general, Chanyeol lograba disminuir el número de golosinas sin que su conejito se diera cuenta para el momento en que llegaran a la caja, pero Baekkie había sido un pequeñito muy bueno, así que le premiaría por esta vez.

O al menos, había sido muy bueno hasta que alcanzaron el pasillo de cereales, y Chanyeol notó que cierto esposo suyo corría en dirección opuesta a donde normalmente estaba su cereal con malvaviscos favorito.

-¿Seguro que quieres llevar este, cielo? -Preguntó cuando un conejito saltarín regresó a él con una enorme caja color café con dibujos de pasas. Hizo una pequeña mueca, pues jamás había visto a Baekhyunnie comer algo tan aburrido en su vida entera.

-¡Claro que sí, daddy! Amo el cereal integral con... puaj, pasas...-Y al decir eso último, Baekhyun sacó la lengüita en un mohín, pues tan solo de imaginar el sabor de ese cereal se le quitaba el hambre.

-Ajá... ¿Y el hecho de que aquí dentro tenga un peluche de conejito rosa no tiene nada que ver?

Me atrapó... pero no es el final. ¡No me rendiré, soy un conejito rudo y scawy!

-¿Tiene peluchitos dentro? -Mencionó, haciéndose el sorprendido y abriendo mucho los ojitos. -Hm.. No sabía daddy. Pero no, lo quiero solo porque las... iiiiiugh pasas son deliciosas y muy saludables... -Murmuró, incapaz de mirar a daddy a los ojos porque sabía que descubriría esa mentira.

-Byun Baekhyun. -Replicó Chanyeol, intentando su mejor tono serio. -¿Estás mintiendo?

Y entonces, Baekkie finalmente le miró con un pucherito, sabiendo que había hecho mal.

-Pero daddy... de verdad quiero ese peluche... -Murmuró, al borde de una pataletita porque según los comerciales, era el peluche de conejito más hermoso del mundo entero y NECESITABA tenerlo entre sus brazos.

-Cariño.. no podemos comprar ese cereal solo por el peluche. -Suspiró el más alto, odiando tener que ser "el malo" de la situación. -En primer lugar, porque sé que no te gustan las pasas ni el cereal integral, y por lo mismo, sé que no vas a comerte el cereal. En segundo lugar, porque a mí tampoco me gustan las pasas y no querré comerlo. Y en tercer lugar, porque no podemos darnos el lujo de desperdiciar la comida. ¿Quedó claro?

Conforme daddy hablaba, la carita de Baekkie se hacía más y más triste. Chanyeol apenas podía resistir, pero ese era un tema demasiado importante.

-Sí daddy... -Asintió despacito, abrazándose a su amor con fuerza después de decirle adiós al peluche que estaba dentro de la caja. -Pero quería al señor orejitas...

Y así, Baekhyun terminó derramando algunas lagrimitas en la camisa de su esposo, que no le reprendió el ponerse triste, pues sabía que momentos así eran muy vulnerables para su conejito.

Le besó la frente, limpió sus lágrimas y después de un par de vueltas más por el supermercado, volvieron a casa, en donde Channie se aseguró de que su esposo se calmara y no se despegó de él ni un segundo, incluso después de lograr devolverle su sonrisa con muchas historias divertidas y un dibujo extra especial.

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Dos semanas después, la nana de Baekhyunnie le llamó para pedirle que subiera a la habitación principal.

En la cama estaba su precioso Señor Orejitas con una nota de Daddy:

Perdona que haya tardado tanto. Es muy difícil terminarse una caja entera de cereal integral con pasas solo.

Te amo, conejito.
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Por si quieren saber, este es el peluchito que venía en la caja de cereal fea que quería Baekkie.