Capitulo 18

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Ella sentía que estaba realmente loca. ¡Ya tenía esta idea cuando ni siquiera lo había conocido por tanto tiempo!

Ella era una persona joven con pensamientos y ambiciones ah. Ella no era ese tipo de tía miserable, así que Lin Qingqing, después de reprenderse, se despertó un poco de sus pensamientos errantes.

"¿Qingqing?"

Su voz levemente alzada finalmente la hizo retroceder y ella vio al pequeño oso gris cuando se lo entregó. De hecho, se lo había ganado por ella.

Lin Qingqing miró al hombre parado frente a ella, que estaba a un paso de distancia, su hermoso rostro con una suave sonrisa.

De repente pensó en la imagen que acababa de imaginar y le ardieron las mejillas. Se sintió entrar en trance una vez más. Rápidamente, ella giró la cabeza, tomó el oso y le dijo con la voz más baja posible: "Gracias".

No estaba segura de si la había encontrado extraña, pero no dijo nada más. Le preguntó al pequeño bollo qué quería y señaló al pequeño delfín. Momentos después, ganó un pequeño delfín para el pequeño bollo y regresó.

Más tarde, la familia de tres se fue a casa en automóvil, con Yi Zeyan conduciendo al frente y ella y Xiao Yuan atrás. Ella sintió que el mundo de la pareja padre e hijo estaba separado del suyo. La suya era brillante y hermosa, mientras que la de ella solo contenía algunas cosas extrañas; cosas rosadas y vergonzosas.

Lin Qingqing lo encontró inexplicable. ¿Cómo podría tener esa idea de Yi Zeyan? Es cierto, no se podía negar que ella no odiaba a este hombre. Incluso tenía algunos buenos sentimientos por él, pero todo esto se derivaba del respeto. Inicialmente, incluso inconscientemente se mantuvo alejada de él. Él era muy atractivo y ella no se atrevía a cometer un error frente a él. Por lo tanto, se puede considerar que lo que ella pensó de él fue una reacción muy pura y muy común de las niñas normales a los excelentes miembros de la población masculina.

Era un buen sentimiento vertiginoso.

Pero ahora, extrañamente, tenía una idea muy erótica de Yi Zeyan, algo que iba más allá de las fronteras del respeto y la admiración. Sus pensamientos se estaban desviando hacia terrenos muy peligrosos y sintió que era miserable.

Debido a esta miserable idea, ya ni siquiera se atrevió a mirar a Yi Zeyan. Su estado distraído continuó hasta la hora de la comida, cuando Xiao Yuan, que estaba sentado a su lado, de repente vomitó su cena.

Lin Qingqing se despertó inmediatamente de su estado de sueño y rápidamente preguntó: "¿Qué pasa, Xiao Yuan?"

Frunció el ceño y se cubrió el estómago: "Mamá, me siento mal. Quiero vomitar".

El ama de llaves había traído un cuenco de y Xiao Yuan dejó escapar un sonido antes de vomitar mucho.

Hoy, la familia de Cheng Yin y los hermanos Lu no vinieron a cenar. Solo la familia Yi, Zhang Shuxi incluida, todos se reunieron.

Zhang Shuxi le dijo apresuradamente al conductor: "Ve a buscar al doctor a la bodega".

Lin Qingqing ayudó a Xiao Yuan y lo cargo. Yi Zeyan, que tenía más experiencia, tomó un agua de Huoxiang Zhengqi** para que bebiera el pequeño bollo

(N/T:** Es un nombre de medicina china para resfriados, lesiones internas y también vómitos)

Zhang Shuxi dijo: "¿Cómo sucedió esto? ¿Xiao Yuan comió algo sucio hoy?"

Lin Qingqing recordó que cuando regresaron, ella compró una pata de conejo para Xiao Yuan. De repente, se sintió tan culpable que se culpó a sí misma y dijo: "Le compré una pata de conejo. Xiao Yuan quería comer una en la antigua ciudad antes".

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