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Capitulo 42

Yi Zeyan compró una casa de bodas cerca del restaurante de su hermana mayor, que era conveniente para que ella y su hermana mayor pudieran comunicarse entre sí. Compró un apartamento de dos pisos muy grande e invitó especialmente a dos criadas a que cuidaran de ella.

Viviendo en una casa de bodas, las acciones de Lin Qingqing no eran tan libres, porque tendría a dos guardaespaldas que la seguirían tan pronto como saliera. Por lo tanto, Lin Qingqing no se opuso demasiado a ello. Después de todo, el precio de los hijos de Yi Zeyan se calculó en miles de millones. Era entendible por qué permitía que dos guardaespaldas la protegieran.

Los días de criar a un bebé eran un poco aburridos. Afortunadamente, su hermana mayor fue a acompañarla de vez en cuando. Y Yi Zeyan estaba muy ocupado en el trabajo y no estaba en casa la mayor parte del tiempo. Sin embargo, siempre iba a verla primero cuando volvía.

Sin embargo, Lin Qingqing no quería acercarse demasiado a él. El día que se mudó a la casa de bodas, la primera vez que fue a su habitación a verla, ella le dijo sin rodeos: "No tienes que preguntarme si estoy acostumbrada a vivir aquí, si encuentro algo incómodo o si necesito algo. Viviré como siempre, y tampoco me sentiré incómoda. Le diré a la criada lo que necesite, y tú harás tus propias cosas más tarde. No te preocupes por mí."

En ese momento, ella estaba sentada en la cama, volteando a través de la revista en su mano, sin mirarlo. De pie junto a la cama con las manos en los bolsillos, le preguntó. "¿Por qué no puedo preguntar? Tu eres mi esposa ahora, y yo debería preocuparme por ti.

Lin Qingqing dejó a un lado la revista y lo miró. Sin embargo, el aura del hombre era demasiado fuerte, ella no se atrevió a mirarlo directamente, tambaleando ligeramente su mirada. "Recuerdo que te había dicho que la idea de recordar lo que nos había pasado me enfermaba. Por lo tanto, será mejor que te alejes de mí. Estamos casados sólo por este niño y no hay nada más".

Sus palabras no lo enojaron, pero su rostro estaba obviamente oscurecido, riéndose como si se burlase de sí mismo. "Lo siento mucho."

Pensando que lamentaba lo que pasó esa vez, Lin Qingqing no dijo nada.

"Siento enfermarte cuando piensas en mí", agregó, "Pero mi madre me hizo ver así, lo cual no puedo cambiar."

Después de decir eso, se volvió y se fue. Dejándola a ella y la sala llena de silencio opresivo.

Lin Qingqing sentía que quería ser una mala persona. Aparte de su hermana mayor, quien más le importaba, no debería tener compasión por nadie mas. La mala experiencia de su amabilidad que regresó con una mala experiencia ya la había agotado. Pensó que al final se divorciaría, así que no quería involucrar ningún sentimiento con él. Era mejor rasgar toda esperanza desde el principio. Pero de alguna manera, al oír lo que él acaba de decir, ella sólo sintió un dolor sordo en su corazón y sintió una especie de tristeza indescriptible

Sin embargo, pronto dejó atrás la tristeza. No había nada por lo que estar triste. Era una persona irrelevante, eso era todo.

Desde entonces, él todavía iba a verla de vez en cuando, pero deliberadamente se mantuvo alejado de ella, le preguntaba sobre su situación, le preguntaba si estaba acostumbrada o no, y si él iba a un viaje de negocios, sin duda le llevaría un regalo de vuelta, deliciosa comida, o algo interesante. La ropa y las bolsas que compraba para ella eran de cada temporada, pero a Lin Qingqing nunca le importaba. Deliberadamente dejaba de lado las cosas que él le daba.

Él era consciente de su actitud, pero aún así las seguía comprando de todos modos.

A medida que pasaba el día, Lin Qingqing descubrió que su estado mental también estaba cambiando un poco.