Capitulo 46

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(N/T: No saben lo apenada que me siento con ustedes ternuritas por no poder traerles mucho antes estos capítulos. Fue una temporada un tanto complicada para mi por muchas cosas que ya luego les contaré. Por el momento no alargaré su agonía y los dejaré terminar con esta historia que se que muchos han esperado. Nos vemos en un futuro cercano con más historias. Disfruten su lectura y muchas gracias por todo su apoyo y por su paciencia)
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De pie como si estuviera congelado, Yi Zeyan finalmente encontró su voz para hablar. "Tú... ¿Tú recuerdas?"

"En, lo recuerdo."

Ella sentía que él parecía un poco nervioso. Inconscientemente agarraba la línea vertical de su pantalón a los lados, agarrándolo firmemente y luego soltándolo, pero su mirada todavía estaba fija en su rostro, y preguntó en un tono ronco y cauteloso. "Ya que recuerdas... ¿Todavía me quieres a mí y a nuestro hijo?"

Su aspecto nervioso y cauteloso casi la angustiaba. Ni siquiera se atrevió a mirarlo, desviando el tema, se limpio las lágrimas y respondió. "Escuché de mi hermana que querías divorciarte de mí antes."

"¡No!" Lo negó casi al instante. "No hay divorcio! ¡No quiero divorciarme!"

De esa manera, el hombre siempre racional y tranquilo estaba negando de una manera agitada. Sintiendo un pinchazo en su corazón, abrazó a Xiao Yuan y respondió. "Se está haciendo tarde, quiero llevar a Xiao Yuan a la cama."

Llevando a Xiao Yuan a su habitación, ella se acostó a su lado para ponerlo a dormir.

Sin embargo, Xiao Yuan la miró con los ojos amplios, mirándola fijamente.

"Duerme rápido."

"¿Realmente mamá recuerda?"

"Lo recuerdo." Ella le besó la mejilla. "No te preocupes, mamá no dejará nunca a Xiao Yuan."

"¿Nunca te iras?"

"Nunca me ire."

Sintiéndose aliviado, finalmente se durmió en sus brazos.

Lin Qingqing se levantó de la cama con cuidado y vio a Yi Zeyan de pie en la puerta tan pronto como la abrió. Al verla salir, abrió la boca, pero no dijo nada.

Lin Qingqing entró en la habitación y él la siguió. La habitación era muy tranquila, y en ese momento nadie hablo.

"A mi y a nuestro hijo ... ¿Todavía nos quieres?" Una vez más, repitió esa pregunta.

Surgió un sentimiento amargo, y Lin Qingqing estaba tan triste que quería llorar. Respirando profundamente, Lin Qingqing le sostuvo la mano, exprimió una sonrisa en su rostro y respondió. "¿Cómo puedes ser tan estúpido? ¿Cómo podría no quererte?"

Al verla sosteniendo su mano, volvió a preguntar. "Ya recuerdas... ¿No te hago sentir mal?"

<<<"Me haces sentir mal, Yi Zeyan.">>>

<<<"Aléjate de mí.">>>

Recordó las palabras que le había dicho y como lo hirió, y finalmente estalló en lágrimas.

"Lo siento, lo siento, Yi Zeyan." Ella tomó su mano y besó la parte posterior de su mano profundamente. Poco a poco se calmó y explicó. "¿Sabes? De hecho, ya me gustabas desde hace mucho tiempo, probablemente comenzó cuando estaba embarazada de Xiao Yuan al tener cerca de seis meses, me enamoré de ti. Nuestra primera reunión fue muy mala, y pensé que me preocuparía por ello todo el tiempo, y luego inconscientemente, me di cuenta de que ya no lo rechazaba cuando pensaba en la noche que tuve contigo. Incluso después de dar a luz a Xiao Yuan, descaradamente quería quedarme a tu lado y vivir una buena vida contigo. Pero entonces algo sucedió, mi suegra se llevó a Xiao Yuan y me dijo que yo no era digna de ti, eso mas algunas cosas que había experimentado antes me llevaron a tener cambios en mi carácter y valores. Junto con el robo de mi bebé y las malas palabras malas de mi suegra, yo estaba mucho más abatida sintiendo inferioridad al límite y hundiéndome. Sólo quería escapar, escapar de tu bondad , escapar de tu ternura, escapar del mundo contigo. Hice una jaula en mi corazón, y pensé que nunca saldría. Pero entonces un tonto irrumpió a pesar de mi resistencia y mi lesión, y la pared de hierro no pudo detenerlo, no sólo eso, sino que también me robó. ¿Recuerdas aquella vez que fui de viaje a las montañas? Había estado fuera por mucho tiempo, pero había descubierto desde entonces que me quedaría contigo, pero más tarde, antes de poder decírtelo, Dios me hizo una broma. Me lastimé, perdí la memoria y lo olvidé todo".

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