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La vida comienza a tomar su curso, todo vuelve a como debe ser por más desvíos que ocurran. Finalmente, en la Academia luego de una semana, todos vuelven a su rutina de siempre, aún sin perder el nostálgico matiz que el peliverde dejó en el ambiente, el recordatorio de su partida en ese escritorio vacío.

No hay sonrisas escandalosas como antes, pero las clases continúan.

Hace falta la sonrisa nerviosa del peliverde.

Uraraka, Iida y Todoroki extrañan a su amigo.

Kirishima aún se lamenta por no haberlo visto a tiempo, por no tener un quirk que le permitiera volar hasta él y evitar su caída.

Aizawa sensei siente que hizo un mal papel, él lo presionó desde el primer día, aunque debía hacerlo. Si no lo obligaba a hacerse fuerte no podría convertirse en héroe, por sus limitaciones.

Pero nunca notó las grietas en su alumno, no... hasta que se rompió contra el suelo, luego de una gran caída.

El salón de la clase A, nunca será el mismo.

All Might, aún llora por las noches, recriminándose como el símbolo de la paz no se dio cuenta a tiempo del pequeño alumno que saltaba de la azotea del lugar donde trabaja, aún le carcome la culpa de salir hasta que él ya estaba muerto. Es un peso que llevará en su espalda por el poco tiempo que le queda.
Pasa sus momentos libres entrenando a su sucesor, tratando de no pensar en el joven al que no pudo salvar, solo queda ver hacia adelante, solo queda apoyar a Mirio para que llegue a ser un héroe capaz de lograr más que él.

【.】 【.】 【.】

Katsuki Bakugo se ausentó esa semana, sus maestros no dudaron en darle el permiso que solicitó Mitsuki, mas ya debía volver, nunca será el héroe que Deku necesitó si no se esfuerza.

Ese lunes todos esperaban a que el timbre anunciara que era hora de comenzar la clase.

Iida regañaba a Mineta por las revistas "no apropiadas" que guarda en su escritorio, Kirishima y Denki veían un cómic, las chicas platicaban de las clases, todos ocupaban sus mentes en algo distinto, hasta que lo vieron entrar, pálido y con ojeras un poco marcadas en sus ojos. Katsuki caminó sin voltear a ver a nadie y con las manos en sus bolsillos.

«Se ve molesto» pensaron varios.

Antes de sentarse en su lugar, sus ojos se dirigieron directamente al lugar de Izuku, donde sus compañeros mantenían una vela encendida y una rosa en un vaso de cristal.

—Bro... ¿Cómo estás?— Kirishima era el único tan valiente o estúpido para interactuar con él en ese estado, pero todos se equivocan, Katsuki no estaba molesto.

—Algo así... No molestes pelo mierda— se recostó en la paleta de su escritorio.

—Te vez decaído... Bueno todos lo estamos, pero no estas solo.

—Así es Bakugo, cuentas con nosotros— Denki y Sero se unieron a Kirishima, era extraño ver al rubio así.

—Ya cállense extras, solo no he dormido bien ¡¿Ya?!

—Eso sonó más como el Katsuki que conocemos bro— los tres concordaban.

La puerta se abrió dejando ver a Aizawa con su semblante indiferente de siempre, quizás un poco distinto. Pero nadie diría nada, toda la clase estaba así.

Sin notar que uno de ellos estaba peor.

Todos se sentaron y comenzaron a anotar lo que él maestro pelinegro explicaba.

Pero Katsuki no podía concentrarse, recordando la pesadilla que ha tenido cada día desde que regresó a casa después del funeral.

Pesadilla en donde ve...

"El cabello verde de Izuku, en sus manos, pues sostienen la cabeza del pecoso en medio de aquel charco de sangre, roja y brillante que aún sale de su cuerpo, el silencio en su pecho por sus latidos ausentes, el frío de su pálida piel... Y luego, el brillo en sus ojos al gritarle...

¡¡¡FUE TU CULPA KACCHAN!!! ERES UN  ASESINO, ASESINO, ASESINO, ASESINO..."

—¡¡AAAAAAH YA CÁLLATE!! — Los gritos del rubio sorprendieron a todos en el salón. Aizawa se acercó a su alumno que parece querer arrancarse los cabellos mientras lágrimas salen de sus ojos.












~Esto es solo el comienzo Kacchan~

MURDER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora