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Kiyomi ~

—De verdad ella es hija de #&$-#@—me duele el cuerpo, miro al rededor, estoy sobre una cama con mis manos atadas ¿Qué pasa, dónde estoy? Recuerdo haber estado jugando en el patio con Mili, compañera del orfanato. ¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde está Nana? ¿Dónde estás las de las hermanas? Tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo, me duele mucho, mucho el cuerpo.

—Si, me costó 7 años encontrarla, pero al fin la tengo en mis manos— Quienes.. quienes son los que están hablando. mire pero mi vista estaba nublada,  con mi vista borrosa vi dos siluetas con batas blancas, la habitación estaba a escuras casi no se visualizaba nada a excepción de unos tobos gigantes del tamaño de una persona con un líquido extraño dentro.

—D..dónde.. est..—Trate de hablar, pero las palabras parecían cuchillos en mi garganta,  quema al hablar.

—¡Shuuu! Todo estará bien—Dijo uno de ellos mientas sostenía una jeringa en su mano con una sonrisa siniestra—Si te portas bien, puede que te dé un dulce.

Ayuda.

Ayúdenme por favor.

nana

mili

MAMAAA

—Mamaaaaa, no quiero comer verduras—El llanto de un niño me trajo de mis sueños, más bien pesadillas, abrí los ojos solo para encontrar una escena donde un niño no quiere comer las verduras que le da su mamá.

—pero debes comerlas, para que te hagas grande y fuerte—Aseguro aquella madre, con la total intención de convencer a su hijo de comer.

Solo gira la cabeza entre molesta y feliz de haber despertado. miro por la ventana del tren. Luego de haber abordado un barco para poder salir de la aldea de la niebla, yo y mis sus subordinados nos dirigimos a la estación de trenes donde tomamos un tren rumbo a Konoha, pero nadie debía saber quién soy así que idea un plan un poco fácil. .

Cree una de mis píldoras usando un poco de cabello de Shiho, que mandé a robar a su Mansión, esta me daba la habilidad de parecerme a ella no tanto en físico si no en chakra, podía tomar la forma física de ella en su totalidad, ya lo demás era fácil. Solo debo tomar el tren mucho antes que la verdadera.

Yo usaba un vestido de manga larga rojo manzana, un cinturón blanco con letras rojas incrustadas que me hacía resaltar mi cintura, medias negras largas hasta los muslos, una sombrilla gris que siempre llevo conmigo ya (sabrás por qué adelante más) a todos los lados. y un par de pendientes en forma de cruz, la vestimenta perfecta para aparecer ser Shiho.

Los boletas de shiho son de primera clase por lo que mis subordinados y yo podemos pedir un Servio de comida, yo aún estaba entre dormida junto a la ventana esperando ya llegar para poner seguir con la segunda parte plan, cuando de repente siento que alguien me toca el hombro.

—Je-Jefa.. ¿puedo preguntarle algo?—tartamudeo con nerviosismo, lo mire un con cara de poco amigos, pero por dentro un poco sorprendida, (mas adelante sabrás por que) arregle mi postura y Me volteo hacia el chico para prestarle atención.

—Espero que sea algo importante—dije directa. El chico pone su cara en dirección hacia bajo y con nerviosismo pregunto.

—¿los chicos y yo queríamos saber si podemos pedir algunos bocadillos!?--

¿Es serio? ¿Está tan nervioso solo para saber si puede pedir comida? una pequeña risita me sale ante la absurda pregunta, por lo que no note que el chico esta nervioso y asustado por aquella reacción que le di.

—Esta bien...pero deben traerme unos dangos—respondo mientras cruzaba los brazos y volvía otra ves mis ojos al paisaje que brinda konoha, si, ya casi llegábamos a nuestro destino. Al chico le brillan los ojos y me responde dulcemente

—Si, a la orden y gracias es usted muy amable jefa—

—Si si solo, lárgate— me límite a decir, como siempre cortante y fría, mis ojos se posaron otra ves sobre aquellos que me despertaron de aquella pesadilla. El chico nota que mi mirada se perdió en aquella familia.

— ¿Eh? jefa...esta bien!?—

Inclina mi cabeza hasta la ventana y cierra los ojos
suavemente mientras pasa un mechón de mi cabello detrás de mi
oreja—No es de tu incumbencia.

—Lo siento jefa ya me retiro—El chico se va sonrojando asta las orejas, por qué era la primera ves que habla conmigo, pero la verdad no creo que deba alegrase, sus días están contados, unas de mis reglas es nunca dirigirme la palabra a menos que yo lo pida.

Luego de 10 minutos al fin llegamos a Konoha.

Reuní a todos en un solo lugar, eramos 10, pero por razón más que conocidas ahora somos 9, ellos vestían trajes negros con lentes oscuros, que a la vista de todos parecían mis guardaespaldas.

—Ya saben lo que deben hacer—una ves todos con el plan en mente 7 de ellos salieron en direcciones diferentes marchándose, quedándome solo con uno de ellos —bien, ahora solo debemos ir a la casa...

—Hola...!!— una vos juvenil, me saludo desde atrás, me giro y una chica con cabello negro y lentes rojo es la perteneciente a la voz—Soy Sarada Uchiha escolta personal, es un gusto  conocerte, en nombre de Konoha te doy la bienvenida.

<<vaya, vaya, vaya al parecer es verdad los rumores de que Konoha es un lugar pequeño después de todo>>pensé sarcásticamente.

—Hola—salude para devolver el saludo— mi nombre es Shiho y es un honor para mi estar aquí—le di una dulce sonrisa estirando mi mano hacia ella.

—Bueno veo que su viaje fue todo un excito y ¿a dónde desea ir primero?— pregunta mientras caminamos para salir de la estación de tren.

Mmmm —me puse la mano en la barbilla simulando estar pensando en un lugar—ah ahora que lo recuerdo me gustaría visitar el hospital de Konoha

— ¿Ah?... ¿el hospital? —Sarada me mira con una expresión confundida, entonces me di cuenta que fui muy obvia a mis gusto por la medicina y rápidamente cambió de parecer.

—Mmm si creo que tienes razón y si vamos a la oficina del Hokage o a comer dangos, escuche que los dangos de aquí son súper ricos o mejor vamos a las aguas termales, escuche que en todo el norte estás son las mejores.

Kiyomi Uchiha (La Uchiha olvidada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora