Prefacio

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La fría ventisca de invierno estaba presente, una chica de tez demacrada y ojos casi sin vida se encontraba con la mirada fija en la ventana, mientras observaba como algunos finos copos de nieve caían.

—Grace por favor, puedes contestar a mi pregunta— insistió la doctora Wheeler por segunda vez.

—Podría repetirme la pregunta doctora— contestó ella, aun con la mirada fija en el mismo punto a través de a ventana.

—Te pregunte ¿Cómo vas con tus alucinaciones constantes? — recalcó mientras se acomodaba sus lentes y preparaba su tabla de observaciones para anotar en caso de que su paciente contestara la pregunta.

—Cuántas veces debo decirle que no son alucinaciones, ni siquiera estoy loca, pero ustedes no lo ven— por fin la mirada abatida de Grace se había topado con su doctora.

—El doctor que te examino y me dio tu expediente para seguir con tu caso no miente Grace, tu esquizofrenia y demencia son reales—— la doctora Wheeler comenzaba a perder la paciencia. —Deja tus viajes astrales para otro momento y limítate a contestar mis preguntas.

El ceño fruncido de la doctora comprobaba que se había molestado al no poder lograr progresar con la terapia de la paciente.

—Mi voluntad se está apagando doctora Wheeler, ¿Por qué debo de seguir dígame? Ya no me queda nadie por quien seguir adelante—su mirada no reflejaba ninguna emoción, solo esperaba una respuesta.

—Bien creo que terminamos con la terapia por hoy— suspiró rendida la doctora— Le diré a tu enfermera que te lleve devuelta a tu habitación.

Al no recibir respuesta la doctora Wheeler simplemente se fue. La chica se levantó de su lugar y salió, caminó por los pasillos del hospital hasta llegar a la sala en donde es encontraban los demás pacientes.

Llevaba mucho tiempo encerrada en ese lugar, había perdido la cuenta de los días que llevaba dentro, luego de varias terapias en las que la obligaban a revivir amargos recuerdos. Estaba casi resignada del todo a permanecer allí hasta su muerte, luego de su viaje a un lugar de fantasía el cual nadie creía, se hallaba más perdida que nunca.

Perdió a su hermana. Perdió su sonrisa. Perdió su magia. Lo perdió casi todo.

Su estado mental no ayudaba mucho, su cerebro se aferraba a los recuerdos felices que aún poseía y estos la atormentaban mostrando esas imágenes una y otra vez en el momento menos oportuno.

—¿Grace estás lista para escapar? — le preguntó Dylan en voz baja, ya que se encontraban en el comedor del hospital.

Dylan Lennon era uno de los pocos que se atrevía a creer que todo lo que vivió Grace antes de llegar a ese detestable hospital mental fue real, en gran parte por que había sido una de las personas que la había acompañado.

—¿Tienes el plan listo? — la cara de la chica había cambiado, de una expresión neutra a una con mínima chispa de emoción.

—Todo está en su lugar, si hacemos las cosas bien podemos fugarnos esta noche—— mostró una sonrisa.

—Bien hecho Dylan, solo espero sobrevivir para contarlo.

—Descuida todo saldrá bien, te lo prometo— expresó en voz baja mientras tomaba la mano de la chica.

El plan era simple, volverían a donde todo inició: la casa de la abuela Sarah. Pero para eso primero necesitaban llevar algunas cosas, entre ellas cierto collar mágico guardado en una bóveda del hospital junto al resto de cosas de otros pacientes y además necesitarían el apoyo de Adexe Lennon, hermano menor de Dylan.

Estaban dispuestos a arriesgar sus vidas de nuevo, todo con tal de demostrar que las mentiras que contaban en su realidad eran ciertas. Que los sueños y alucinaciones que ambos tenían y  los doctores apuntaban como falsedades, poseían tanto realidad como fantasía. 

 

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Reality Is a Dream (Vol.1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora