Luego de que Nevaeh resultara ganadora al cambiarse más rápido, Grace le dedicó una sonrisa a su hermanita y la entretuvo un rato con la TV mientras ella iba a cambiarse de nuevo ya que su hermana de la emoción por ganar le arrojó por accidente un vaso de agua encima. La fémina sacó otro cambio de ropa del closet y se dispuso a ducharse para evitar un posible resfriado.
Al salir de su ducha ahora más relajada que antes y aún con el pelohúmedo, tomo la secadora para secarse el cabello más rápido. En cuanto su pelose secó, tomó su laptop de la mesa de noche tratando de no denotar sunerviosismo, casi era hora de la video llamada que mes a mes llevaban a cabocon su madre y algo dentro de ella presentía que habría una mala noticia.
La menor de la familia no tardó mucho en sentarse junto a Grace en el sofá, con el bote de helado en sus manos, no paraba de sonreír con la idea de ver a su madre, aunque fuese a través de una pantalla. La ojiazul encendió la laptop y se conectó a Skype, la video llamada de su madre no tardó en hacerse presente así que contestó de inmediato. Nevaeh hablaría primero con ella; mientras Grace se concentraba en comer el helado de menta que con anterioridad su hermana menor había dejado de lado.
Luego de una charla un tanto larga entre Nevaeh y su madre, la señora dio una noticia que quitó el apetito de Grace, ocasionando que dejara de lado el helado.
—En una semana al comenzar las vacaciones, se irán a vivir con la tía abuela Sarah—pronunció la señora Evans.
Aquella noticia había sonado más como una orden que como un aviso, esas simples palabras ocasionaron un escalofrío que recorrió toda la espalda de Grace. Sin querer se indujo en una especie de shock del cual no sabía cómo articular palabra, tan solo trataba de procesar lo que su madre había dicho, le resultaba increíble que luego de un mes sin tener noticias de ella, la señora Evans solo se dignara a aparecer de repente con la idea de que sus hijas debían mudarse. Teniendo que dejar todo lo que habían construido en Toronto.
—¿Te encuentras bien Grace? — inquirió Nevaeh, en su voz se notaba algo de preocupación. Pero no dejaba de ser una tierna voz de niña.
—Si estoy bien pequeña solo fue un mareo— era claro que estaba mintiendo y para disimular se estaba mordiendo el labio.
—Grace espero que te sientas bien y que todo esté de maravilla por allá— habló su madre a través del monitor de la laptop. —La tía abuela Sarah está encantada de la visita que le darán, ya hablé con ella y todo está arreglado— estaba loca si creía que su hija mayor aceptaría tan fácil.
—No pienso irme a ningún lado— rechistó.
—Grace no tienes por qué hacer una rabieta tan infantil— alegó su madre como reproche—Ya no tengo suficiente dinero para seguirles dando y que vivan en ese feo departamento— aclaró.
—Yo puedo pagarlo sola, nunca necesitamos de tu ayuda—la chica estaba cruzada de brazos y con el ceño fruncido.
—Grace...—susurró la niña tratando de hacer que su hermana la escuchara y detuviera la discusión con su madre.
—Si viven con su abuela estarán mejor, Nevaeh podrá estudiar y tu podrás ayudar con algo dentro de la casa— musitó la madre tratando de no perder los estribos y gritarle a su hija.
—¿Será permanente?
—Luego decidiré eso.
—Bien, si no me queda más opción que vivir con la persona que más me odia porque piensa que mate a su hijo— alegó la ojiazul resignada.
—Ella no te odia— negó ella—Bueno mis amores tengo que irme, estoy algo cansada por el trabajo. Nos veremos luego—la madre se dispuso a cortar la vídeo llamada y mientras Nevaeh comía lo que restaba del helado, la castaña tenía la vista pérdida adentrándose de nuevo en sus pensamientos y divagues.
Recuerdos comenzaron a brotar de nuevo, se vio en aquella casa vieja y desolada, pero con un estilo único mientras convivía con sus abuelos, era muy feliz y disfrutaba de pasar su verano en casa de su abuela Sarah y su abuelo Elliot, todo era felicidad en esa época y Nevaeh aún no llegaba a este mundo, pero luego de la muerte de su abuelo seguido del accidente de su padre, las cosas se volvieron por completo diferentes.
La abuela se había vuelto más gruñona y cerraba con llave la biblioteca que pertenecía al abuelo Elliot para evitar que alguien tocaran los libros, siempre parecía estar enojada con su nieta, se la pasaba encerrada en su despacho y cada que podía le recordaba que ella era la culpable de la muerte de su propio padre. Los recuerdos fluían, dejando que un par de lágrimas se le escaparan, pero volvió a la realidad cuando sintió que Nevaeh empezaba a quedarse dormida sobre el sofá y sin querer ella también se estaba quedando dormida a su lado.
[...]
La mañana siguiente el sonido de una alarma despertó a Grace, quien apago su teléfono por interrumpir su sueño y se levantó del sofá con la espalda adolorida. Camino hasta la cocina y dejó llenando la cafetera mientras iba a cambiarse la ropa, dejando que la pequeña Nevaeh durmiera un poco más.
Eran alrededor de las nueve de la mañana, Grace tenía que levantar a su hermana para salir a desayunar, aprovecharon que hoy no debía trabajar para salir un rato y pasar tiempo de calidad como hermanas. Fue a la habitación de Nevaeh y sacó un conjunto para que la niña se cambiará luego de despertarla.
—Pequeña sobre tu cama puse tu ropa, vístete saldremos un rato— musitó Grace sonriendo.
La niña se quitó la cobija y se sentó en el sofá algo risueña.
—Vale ahora voy ¿A dónde iremos? — preguntó la pequeña levantándose de donde estaba con una actitud alegre.
—Saldremos a comer y luego iremos de compras— mencionó la ojiazul.
—Genial, voy a cambiarme ahora.
Luego de que Nevaeh se fuera a cambiar, Grace fue a la cocina para apagar la cafetera, aunque fueran a salir, un poco de café la haría despertar. Bebió un sorbo y parpadeo un par de veces, la luz artificial la cegaba un poco, pudo jurar haber visto una especie de brillo en sus manos, la dejo pasar pensando que era el cansancio y fue a buscar su bolso junto a un paraguas, ya que afuera se encontraba lloviznando.
Capitulo III reeditado espero les guste.
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Reality Is a Dream (Vol.1)
Fantasía"La fantasía es la única arma en la guerra contra la realidad." Ella era mágica y no había mentira en su fuego, era una chica triste, pero con un espíritu indomable, opacado por un pasado oscuro que debía superar. Estaba dispuesta a empezar de cero...