Luego de que la llovizna terminó, los niños insistieron para salir y jugar un rato afuera, sus hermanos mayores no tuvieron más remedio que ceder. Los cuatro caminaron por el gran jardín tratando de encontrar algo entretenido para variar, jugaron al escondite un rato, Adexe contaría hasta cien mientras los demás conseguían un buen lugar para ocultarse. Dylan trató de subirse a un árbol, Nevaeh se escondió entre unos arbustos y Grace llegó hasta la parte final del jardín intentando camuflarse entre las enredaderas y la pared de piedra.
La fémina tardó unos cuantos minutos en acostumbrase al angosto espacio entre la pared y las enredaderas, sintió una suave brisa a sus espaldas, pero no le tomo importancia con tal de seguir con el juego. Se movió del lugar intentando respirar mejor, pero se llevó la sorpresa de tropezar con algo bajo sus pies, lo tomo entre sus manos y quiso salir de su escondite para admirarlo mejor.
—¿Quién deja tirado un libro bajo unas enredaderas? — preguntó en voz baja tratando de encontrar alguna lógica.
Le quitó el exceso de polvo y lo hojeo con cuidado. No pudo entender nada, todo el libro estaba repleto de signos extraños, poseía una caligrafía pésima y parecía desgastado por el tiempo. El libro estaba forrado de cuero café, poseía adornos rústicos a forma de engranaje y unos bolsillos con pequeños frascos de materiales con dudosa procedencia. Se encontraba tan absorta en mirar las páginas del libro, que ni siquiera notó que el juego del escondite había finalizado en cuanto Adexe la había tomado por sorpresa fuera de su escondrijo.
—¡Te pille! —espetó con alegría— Fuiste la última pero la más fácil de encontrar, saliste de tu escondite sin querer— mencionó Adexe sonriendo por haber logrado encontrar a todos.
—Si pequeño me encontraste, ahora anda a jugar con Nevaeh un rato. Necesito un tiempo a sola—habló Grace tratando de encontrar sentido a lo que el libro decía.
El niño asintió contento y se fue, pillada por la curiosidad decidió volver al lugar en donde encontró el libro, para ver si había alguna pista más que le sirviera para saber de dónde era proveniente. Encontrándose con algo que no esperaba.
—¿Qué demonios es esto? — escarbó un poco y logró desenterrar un dije que tampoco sabía de dónde venía.
ESTÁS LEYENDO
Reality Is a Dream (Vol.1)
Fantezie"La fantasía es la única arma en la guerra contra la realidad." Ella era mágica y no había mentira en su fuego, era una chica triste, pero con un espíritu indomable, opacado por un pasado oscuro que debía superar. Estaba dispuesta a empezar de cero...