"La fantasía es la única arma en la guerra contra la realidad."
Ella era mágica y no había mentira en su fuego, era una chica triste, pero con un espíritu indomable, opacado por un pasado oscuro que debía superar.
Estaba dispuesta a empezar de cero...
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[...]
Llegaron a la enorme casa justo antes del atardecer, bajaron el equipaje con algo de ayuda de Conor y de Mariana (la cocinera y ama de llaves). Una vez dentro en la gran sala de estar, se detuvieron para asignar donde ellas se quedarían.
—Bien subiendo las grandes escaleras hay varias puertas, solo busquen la que tenga sus nombres— dijo con simpleza Mariana.
—Bien si no queda de otra— contestó Nevaeh cargando su maleta.
—Vale andando pequeña—musitó Grace—Mientras más pronto terminemos de arreglar los cuartos, más pronto podremos cenar— tratando de animar a su hermana menor.
La niña solo se limitó a asentir con la cabeza, para luego seguir con su maleta en manos a su hermana mayor por el pasillo. Subieron las escaleras tratando de equilibrar el peso de las maletas y en cuanto notaron las puertas que llevaban sus nombres, dejaron escapar un suspiro de alivio.
La habitación de Grace Evans, en la que no había estado hace muchos años, seguía tal y como la recordaba, aunque con una capa de polvo de por medio. Colocó su maleta de lado y comenzó quitar todas las mantas viejas que cubrían los muebles. Sacudió, aspiró y acomodo todo lo que pudo.
Puso algunas luces para iluminar el cuarto, hizo un collage de fotos en una de las paredes y cambio las cortinas por unas más claras. En cuanto terminó dejo su maleta sobre la cama y salió del cuarto para ver a su hermana, tal vez ella ya hubiese acabado de acomodar sus cosas.
Tocó la puerta y sin esperar respuesta entró, encontrándose a su hermana jugando con otro niño que ni siquiera conocía. Se extrañó al ver que convivían como si se conociesen de toda la vida.
—¡Hey Nevaeh! ¿Quién es tu nuevo amigo? — preguntó Grace tratando de no sonar grosera.
—Hola hermanita, déjame presentarte a Adexe. Él vive aquí también como invitado junto a su hermano mayor— explicó la menor Evans.
—Mucho gusto, soy Adexe Lennon—dijo el niño de ojos azulados y cabello rubio.
—Gusto en conocerte también pequeño— contestó la chica —Venía por ti para ir a cenar, pero si gustas quedarte aquí no hay ningún problema— aclaró mientras miraba a su hermana menor.
—No hay problema Grace, ahora bajo con Adexe— mencionó la niña guardando sus juguetes con ayuda de su nuevo amigo.
—Bien yo bajaré para hablar un poco con Mariana, hace mucho que no la veía—recalcó— Ya luego tendré oportunidad de conocer al otro inquilino—refiriéndose al hermano de Adexe.
Salió sin más de la habitación y se fue en dirección a la cocina.
Al entrar pudo ver como una sombra bastante alta estaba frente al refrigerador tratando de tomar algo, por unos instantes creyó que se trataba de Conor, pero en cuanto la silueta se dio la media vuelta notó que estaba equivocada. Un chico que aparentaba la misma edad que le fémina, de ojos grisáceos y cabellos azabaches se encontraba observando con detenimiento a la nueva inquilina. Grace se impactó por unos minutos, el tipo de la cocina tenía muchas similitudes con el chico de esos extraños sueños, aquellos que se habían vuelto rutinarios a la hora de irse a dormir.
