Capitulo 2: ¿Quién eres?

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POV Jeremy

―Deme lo más fuerte que tenga, quiero olvidar el día que tuve hoy ―Le dijo esta extraña chica que había llamado mi atención.

―¿Un mal día? ―Le pregunté.

Sentía esa extraña sensación de hablarle. No sé si se deba a que me encontraba patéticamente solo en la barra y quería compañía o simplemente esta chica tenía algo que realmente me hacía sentirme así.

Pero sin embrago esta ni me contesto y puso toda su atención a su trago, el cual le habían puesto ya enfrente. Y de un segundo a otro se lo bebió todo y se limitó a darme la espalda. Enarque las cejas, había ignorado mi pregunta o simplemente no me había escuchado. Me fui por la primera opción y le dije:

―Disculpa, no quería incomodarte.

Este volteo a verme, puso cara de enfado y volvió a darme la espalda.
Vaya sí que había tenido un mal día y supuse que a eso se debía su mal humor, esto es lo que pasa por intentar ser amable, bien hecho Jeremy.

―De acuerdo, me voy para no incomodarte más, Shrek ―Le dije sin poder reprimir una sonrisa.

Estaba por irme cuando por fin le escuche decir:

―¿Qué te hace pensar que puedes hablarme?

Me miraba atenta y yo no sabía que contestar, me había tomado de sorpresa lo que había dicho.

―Supongo que solo quería ser amable. ―Contesté al fin.

―¿Te parece que es amable hablarle a una desconocida?

No pude contestar debido a que esta se había parado de su asiento y se dirigía a la salida. Corrí para alcanzarla...

¿Por qué lo hacía? No lo sé, realmente no sabía porque sentía esa necesidad de saber quién era ella.

Sentía esa tremenda necesidad de conocerla.

Cuando por fin logre alcanzarla la tome del brazo y esta volteo agresivamente, lista para darme un golpe el cual pude detener justo a tiempo.

―¡Wow! ―exclame― tranquila, soy yo.

―¿Otra vez tú? ¿Qué es lo que quieres? ―me preguntó ya fastidiada.

―¿Cómo te llamas?

―¿Tengo cara de que le doy mi nombre a cualquiera?

La mire estupefacto. Esta chica sí que sabía cómo llamar mi atención y eso me gustaba.

―Soy Jeremy. Ahora no soy cualquiera, ¿Cuál es tu nombre? ―la mire sonriendo para hacerle saber que me interesaba.

Soltó algo parecido a una carcajada, pero con más fastidio que diversión.

―Eso no te servirá.

Contestó para después darse la vuelta y salir del Lava Lounge.

Suspiré y puse mis manos en la nuca. ¿Por qué esta chica me había atraído así?

Era muy hermosa, a pesar de que las luces rojas no les favorecían a sus ojos pude notar que eran de color gris y su cabello era castaño y ondulado.

Me hubiera gustado ver su sonrisa, pero debido al mal humor que tenía no pude averiguar si su sonrisa era igual de hermosa que ella, pero apostaría a que si lo es.

Me deje caer en uno de los sillones de piel y busque con la mirada a April, esta se encontraba bailando con Michael.

Mire mi reloj y marcaba las 3:15 am. Ya era tarde así que fui por April para poder irnos a casa.

―Lamento interrumpir tu diversión hermanita, pero ya es hora de irnos. ―Le dije fingiendo tristeza.

―Oh vamos, no seas aguafiestas la diversión apenas comienza.

Me contesto y pude notar que estaba ebria. Mire a Michael para que supiera que hablaba enserio y que ya era hora de irnos.

―Vamos April, ya es tarde y no estás en condiciones para quedarte más tiempo―le dijo Michael ―Ya es hora de irnos.

―¡Que par de aguafiestas que son! ―exclamó April.

Michael y yo subimos a April a la Ford y esta se encontraba muy feliz al parecer debido a su estado de embriaguez.

No tenía idea de cuantos tragos se había tomado, pero sí que me iría mal con mamá por no haber cuidado de April.

Le ofrecí a Michael llevarlo, pero me dijo que estaba bien, que el traía su auto.

Nos encontrábamos a medio camino cuando April habló.

―Tienes que parar, tengo nauseas.

―Oh no, tú te lo buscaste ahora tendrás que aguantarte hasta llegar a casa ―le dije algo molesto.

―¡Hablo enserio! ―gritó.

Le mire y efectivamente se podía ver en su cara pálida que no estaba mintiendo.

Me estacione y esta salió disparada y comenzó a vomitar.

Bajé de la camioneta para ver si necesitaba mi ayuda, le ofrecí un pañuelo que encontré en la camioneta y esta lo tomo para limpiarse la boca.

―Eres menor de edad, no sé cómo es que te dejan entrar a esos lugares, pero tendrás que afrontarte a las consecuencias después de que mamá te vea en las condiciones que estas ―le dije algo preocupado y volteo a verme amenazadoramente.

―No tiene porque verme así. Vas a ayudarme para que no me vea.

―¿Qué te hace creer que voy a ayudarte? ―le pregunte sonriendo burlonamente.

―Que si no lo haces mamá también va a matarte a ti porque se supone que tendrías que haberme cuidado ―me miro enarcando las cejas con una mirada triunfante.

Tenía razón, en parte era mi culpa por no haber cuidado de ella. Mi sonrisa se borró de golpe.

―Está bien, tú ganas. ―le dije rindiéndome.

Ahora ella me miro sonriendo burlonamente y subió a la camioneta. Subí al volante y dijo:

―Es fácil. Solo tienes que decirle a mamá que me quede dormida debido a que no estaba agotada por bailar. Después me llevas a mi habitación y ya. Asunto arreglado.

―De acuerdo―le contesté.

Llegamos a casa y esta se había quedado realmente dormida.

Estas jugando muy bien tu papel eh, pensé y la tomé en mis brazos para entrar con ella.

Para mi suerte mamá no estaba esperándonos ni nada por el estilo así que subí a la habitación de April y la deje en su cama. Esperaba que despertara y me dijera ''buen trabajo hermanito'' pero no lo hizo. Entonces caí en la cuenta de que no estaba fingiendo.

Me dirigí a mi habitación, pero antes le eché un vistazo a la de mamá y vi que se encontraba durmiendo. Sonreí agradecido de que no tuviera que darle explicaciones por ahora.

Me acosté en mi cama y me dispuse a buscar mi teléfono, pero no lo encontré. Me quedé estupefacto.

Lo había olvidado en la barra del Lava Lounge...

La última oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora