Capítulo 3: Encontrarla

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POV Jeremy

Me desperté pensando en ella.

¿Porque no dejaba de pensar en esa chica? Su comportamiento conmigo no había sido amable y eso no me importaba tanto.

De repente recordé algo que era más importante que eso...mi teléfono.

Me levanté de la cama donde fui a darme una ducha para así poder ir a buscar mi teléfono.

Salí de mi habitación ya listo para ir al Lava Lounge.

No sabía si este se encontraba abierto a estas horas, pero necesitaba recuperar mi teléfono. No es que tuviera información importante en él, y estaba seguro que no lo encontraría ahí, pero la intención es lo que cuenta ¿no?

Bajé las escaleras y me encontré con mi madre preparando el desayuno.

―Buenos días ―deposité un beso en su mejilla.

―Tardes, querrás decir ―me miro levantando una ceja― pasa de medio día.

Me sorprendí un poco y luego sonreí al ver la cara divertida de mi madre. Al parecer no estaba molesta por lo tarde que habíamos llegado anoche o simplemente no se había percatado de ello.

La voz de mi madre me saco de mis pensamientos.

―Estoy esperando que me expliques porque llegaron tan tarde anoche y porque tu hermana llegó ebria ―me quedé estupefacto. Si se había dado cuenta de eso― ¿Al caso creías que no me daría cuenta?

―Yo... ―no sabía que decir o que excusa inventar― es mi culpa, no cuide bien de April, lo siento mamá.

―No te preocupes cariño, ya estoy acostumbrada a este comportamiento de tú hermana ―me dijo para tranquilizarme y suspire aliviado― Ahora ve y despiértala― me dio un vaso con agua.

―¿Hablas enserio? ―le sonreí divertido. Ella sólo me miro de la misma manera y subí las escaleras para dirigirme a la habitación de April.

Esto iba a ser divertido.

Entre en la habitación tratando de hacer el menor ruido posible para no despertarla antes de la pequeña sorpresa que le esperaba.

Estaba parado frente a su cama observándola, ¿porque era tan perezosa?

April se movió y yo di un pequeño brinco hacia atrás, algo asustado pensando en que tal vez la sorpresa fracasaría. Al ver que no hacía más movimiento alguno volví a acercarme a ella.

Sin pensármelo más deje caer el agua fría en su rostro.

Ella se despertó de golpe y salto de la cama. Al verme con el vaso en mano no dudo en mirarme furiosa.

Yo por mi parte no dejaba de reír a carcajadas por su reacción.

―¡¿Qué diablos te pasa?! ―grito enojada― ¡Esa no es la manera correcta de despertar a tu pequeña hermanita!

―Eres mi pequeña hermanita para el momento de despertarte, pero no para la hora de tomar bebidas alcohólicas ¿no? ―Ironicé riendo divertido.

―Cállate ―exclamó poniendo su mano en la frente e hizo una mueca de dolor.

―¿La resaca está haciéndose notar hermanita? ―Le pregunté sin dejar de reír.

Me miro furiosa donde tomó una de sus almohadas para después lanzármela la cual para mi suerte pude esquivar. Me reí más.

―¡Fuera de aquí!

Me dirigí a la puerta para salir de su habitación no sin antes decirle:

―Mamá te está esperando abajo para hablar contigo, estas en problemas. ―Fingí una mueca de tristeza.

Su rostro cambio de furioso a uno preocupado. Le sonreí burlonamente y volvió a lanzarme otra almohada la cual impacto en mi cara donde solté un quejido.

Ahora ella se reía de mí.

Me encontraba conduciendo la camioneta de April luego de haber desayunado algo con mi madre y escuchar como esta última hablo seriamente con mi hermana prohibiéndole salir por una semana. April sólo asentía a todo lo que mi madre le ordenaba.

No quería venir solo al Lava Lounge, pero April se negó a venir conmigo debido a la fuerte resaca que aún no la dejaba en paz.

Así que no tuve otra opción que resignarme y venir solo.

Quería hablarle a mi hermana sobre esa chica, posiblemente ella podría conocerla.

Estacione la Ford fuera del club y para mi suerte este estaba abierto.
Baje de la camioneta y entre al lugar.

Había unas cuantas personas, muy pocas a comparación de anoche. Me dirigí a la barra.

―Disculpe ―llame la atención del barman.

―¿Que se le ofrece amigo? ―me pregunto amablemente.

―No sé si me recuerde, ayer en la noche estuve aquí y... ―hice una pausa― olvidé mi teléfono.

―¿Usted es él joven que se encontraba discutiendo ayer con una chica?

Sonreí debido a ese recuerdo que me vino a la mente. Ella.

―Si, era yo.

―Entonces pregúntele a su amiga por el teléfono, ella lo tomó de la barra al irse enojada. ―me dijo dándose la vuelta.

Cerré los ojos tratando de tranquilizarme un poco.

¿Por qué razón ella querría mi teléfono?

Me di la vuelta para salir del club no sin antes darle las gracias al barman por la información que de igual manera no me harían recuperar mi teléfono.

Me subí a la Ford donde cerré los ojos nuevamente y apoyé mi frente en el volante. Varias preguntas invadían mi cabeza.

¿Quién es ella?

¿Por qué robo mi teléfono?

¿Qué estará haciendo ahora con el?

Y la más importante:

¿Dónde puedo encontrarla?

Levante la vista tratando de sacarme esas preguntas en mi cabeza para poder encender el motor e irme a casa. No sabía que otra cosa hacer.

Y de repente como si fuera cosa del destino la vi.

Se encontraba caminando por la acera al otro lado de la calle.

No dude en correr hacia ella, necesitaba muchas explicaciones y no me iría hasta no tenerlas.

La última oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora