¡Devuélveme mis plumones, Taehyung! | ᵀᵃᵉᵍⁱ |

Cafe árbol

Nuestro azabache sonriente se encontraba alistándose para, lo que sería el mejor día de su vida, realmente tenía que agradecerle a Hoseok por su gran ayuda; no, no creo que agradecerle sea suficiente, tenía que armarle un pinche altar, al chile es su héroe.

Pero ¿de qué diablos estás hablando, Sprite? Pues, déjeme les cuento.

—Taehyung... —murmuró el rubio leyendo lo que dice en aquel papel, el azabache lo mira curioso, ¿que estará escrito allí? —¿Realmente... Crees que me veo hermoso siempre? —preguntó mirando a los ojos al menor, este parpadeó varías veces asimilando lo que le acaban de preguntar, después de unos segundos recobra sus sentidos y asiente varias veces con una tierna sonrisa.

—Siempre he admirado la belleza de Hyung, es imposible no notarla. —respondió haciendo que el rubio sonriera con un leve rubor en las mejillas.

—¡Ay, Tae! Basta que me chiveo. —bromeó, ambos soltaron una pequeña risa, y después de unos segundos mirándose el mayor decidió volver a hablar. —Oye, ¿no tienes nada que hacer el sábado por la tarde? —preguntó interesado mientras observaba detenidamente las facciones del menor.

—No, ¿por qué, Hyung? —dice casí en un susurro, podía sentir sus respiraciones mezclarse, estaban demaciado cerca y eso le encantaba.

—Podríamos salir a comer, o a algo. —propuso y le sonrió coqueto, el castaño casí juraba que se le pararía si seguía hablándole tan seductoramente.

—Eso me encantaría, Hyung. —dice sin quitar la vista de los labios del mayor y relamió los suyos por instinto.

—Entonces te veo el sábado en la plaza. —dijo, se despidió lanzándole un beso por el aire para después irse, y para esos momentos Taehyung necesitaría a manuela.

Taehyung ya se encontraba listo con su gran outfit que se compró hace como dos años pero aún así le quedaba re bien. Pasó por la sala captando la atención de su progenitora, la cual sonrió.

—¿A donde tan arreglado? —preguntó la señora sonriendo mientras levantaba y bajaba sus cejas repetidas veces, lo que hizo que Taehyung riera.

—Voy a una cita, mamá. —contestó orgulloso, la mayor se puso en su papel de vístima y se acercó al azabache.

—¿Como que mi bebé ya va a tener una cita? ¡No puede ser! Apenas tienes tres añitos. —alegó la castaña abrazando a su hijo casí asfixiandolo, al darse cuenta de eso lo soltó un poco.

—Calma, mamá. Hoy, me convertire en un hombre. —aseguró, la mayor sonrió cálidamente. —Por cierto, ¿tienes el pequeño ramo que te pedí? —pregunta mientras termina de atarse las agujetas.

—Sí, aquí está. —dijo pasandole el ramo de flores de papel de colores y el tallo de plumones cafeses. —me dijiste que a tu novia le gustan los plumones, así que me tomé la libertad de ponerlos como tallo. —explicó apuntando dichos plumones.

—No sabes como te amo, madre. —expresó con una gran sonrisa abrazando a la mayor, esta le correspondió, se separaron y le dio un beso en la mejilla de despedida antes de salir de la casa. Segundos después el azabache volvió a aparecerse en la puerta. —Por cierto, no es 'novia', es 'novio'. —le dijo y desapareció esta vez mucho más rápido que antes.

—¿mI HIJO ES GAY?

¡𝒟ℯ𝓋𝓊ℯ𝓁𝓋ℯ𝓂ℯ 𝓂𝒾𝓈 𝓅𝓁𝓊𝓂ℴ𝓃ℯ𝓈, 𝒯𝒶ℯ𝒽𝓎𝓊𝓃𝓰!

Han pasado 85 años...

¿Y como han estado? ¿Bien? ¿mal? Ah pues chingon :)