Morado ano

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¡𝒟ℯ𝓋𝓊𝓮́𝓁𝓋ℯ𝓂ℯ 𝓂𝒾𝓈 𝓅𝓁𝓊𝓂ℴ𝓃ℯ𝓈, 𝒯𝒶ℯ𝒽𝓎𝓊𝓃𝓰!

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¡𝒟ℯ𝓋𝓊𝓮́𝓁𝓋ℯ𝓂ℯ 𝓂𝒾𝓈 𝓅𝓁𝓊𝓂ℴ𝓃ℯ𝓈, 𝒯𝒶ℯ𝒽𝓎𝓊𝓃𝓰!

Ya habían pasado varías semanas; la denuncia ya había sido hecha y se había comenzado la búsqueda de Min Baekwan, quien se rumorea había salido del país

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Ya habían pasado varías semanas; la denuncia ya había sido hecha y se había comenzado la búsqueda de Min Baekwan, quien se rumorea había salido del país.

Y a pesar de que algunos quieren que se haga justicia, lo que más le importaba a Yoongi y a su madre era que aquel horrible hombre estuviera lo más lejos posible, para así poder estar en paz.

Entonces empezó la semana, lunes, día en el que Taehyung notó algo desanimado a Yoongi, y lo entendía, pero no le gustaba mirar aquel rostro decaído cada que entraba al salón, mucho menos aquellas feas bolsas debajo de sus ojos; quería verlo feliz, porque Yoongi merece ser feliz.

Y las personas son felices con pequeñas cosas, como la visita de un ser querido, una platica emocionante con tu mejor amigo, ¡Hasta un simple abrazo de tu madre!

Pero Taehyung sabe lo que hará que su hermoso Hyung pase de una cara triste a una completamente de alegría, ¿sabes de lo que hablo, verdad? ¡Exacto! ¡los poderosisímos plumones que tanto ama Yoongi!

Nuestro querido azabache no perdió el tiempo, al salir del colegio casi corrió a su apartamento, llamó a sus tan conocidos contactos y después de media hora intentando hacer un acuerdo con la chica detrás de la línea, acordaron que los plumones serían enviados lo más rápido posible.

Tres días después su puerta fue tocada, allí estaba Yoongi, se miraba como los días anteriores, apagado e inexpresivo, aún así le regaló la sonrisa más bonita que pudo y lo abrazó, un cálido abrazo que ambos necesitaban.

—¿Para qué querías que viniera, Tete? —preguntó el pálido a la vez que se sentaba en un sofá de la sala.

—Saluda bien. —regañó con burla mientras se acercaba a Yoongi, haciéndolo soltar una leve risa.

Yoongi tomó entre sus pálidas manos el rostro de Taehyung y le dió un leve pico en los labios, un suave contacto que los hizo sonreír.

—¿Así está mejor, bebé caprichoso? —se burló Yoongi.

¡Devuélveme mis plumones, Taehyung! | ᵀᵃᵉᵍⁱ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora