L.A 3 de Marzo del 2018
Abro mis ojos y la luz del sol me enceguece, siento que mi cabeza da vueltas a mil por hora y el mundo cae en mi cuerpo. A lo lejos escucho una voz irritante y familiar, mi madre entra a mi habitación como policías en una redada, -Levántate!! Hoy es tu primer día y vas a llegar tarde- se pausa un momento y yo aun sin poder reaccionar solo me limito a mirarla -Otra vez lo mismo, saliendo de fiesta sin pensar en tu futuro. Tienes solo 5 minutos para bajar a almorzar- sale de mi habitación de un portazo, yo refriego mis ojos y solo busco fuerzas para salir de la cama. Luego de una gran ducha fría, si aunque aquí estamos en invierno todavía a mí me gusta ducharme con agua fría, me dirijo hacia la cocina listo para irme a mi primer día del décimo trabajo desde que abandone la escuela, aunque eso es lo que mis padres creen.
Déjenme contarles hace unos dos años abandone el colegio, nunca fui bueno para los estudios, lo mío es la acción carreras de autos o acrobacia en motos, así fue como empecé a competir de forma clandestina en el auto de mi mejor amigo Bastian Changretta, este italiano loco y yo adoramos las competiciones y la adrenalina, era de esperarse ya nos conocimos en una pelea y el rompió mi ceja, desde el momento somos inseparables. en dos años la calle nos respeta tanto por competir como por la familia de Bastian ya que su tío Luca Changretta es uno de los mafiosos italianos más respetados del lugar, al principio si me asuste pero al ver el temor que les tenían en la calle quise ser parte -Forse quando sei un uomo e non un ragazzo in cerca di popolarità- esas fueron las palabras del señor Changretta y lo que quiso decir fue que el día que me vuelva un hombre, podría unirme y desde entonces cada esfuerzo que hago es para unirme a su familia.
Mi familia es todo lo contrario mis padres son antiguos de pensamiento y no concuerdan en nada conmigo y mi hermano menor es un genio estudiantil, fuera de mi el modelo de familia perfecto, Bastian solo tiene a su tío ya que perdió a sus padres en un accidente aéreo y su tío es el único familiar que lo acogió, ahora nosotros dos manejamos un pequeño taller que nos regaló el señor Changretta y ahí pasamos la mayor parte del día y los fines de semana nos dedicamos a correr donde se presenten buenos contras y no la basura de siempre. En estos dos años solamente dos veces perdí pero igual campeone en los dos torneos y un derbi entre ambos, Bastian es un tipo de representante que organiza todo por mí ya que él es el cerebro de todo. Bueno basta de tanta presentación, ya estoy llegando al taller que está del otro lado de la ciudad, esto de viajar en bus no me gusta para nada pero debo hacerlo ya que mis padres no pueden saber del auto con el que compito (cortesía del señor Luca), una vez allí veo a bastian saliendo con una cerveza que al parecer está congelada, y lo afirmo cuando lo veo destaparla y la botella se revienta -Maldita seas botella inservible-
-Jajajajajaja ¿Qué pasa hombre? ¿Mal día?-
-Y miren quien se digna a llegar una hora y media tarde al trabajo- dice el con cara de enfado y aún mojada con cerveza.
-Si esa si fue mi culpa- digo con voz burlona -Pero lo de la cerveza es todo tuyo- y me alejo riéndome a carcajadas, en la computadora del taller se encuentra Leila la novia de Bas, ella es todo lo contrario a nosotros y aun no entiendo cómo es que se llevan tan bien entre ellos pero en fin nos saludamos rápido porque está concentrada y yo pongo manos a la obra. -Lei puedes alcanzarme la linterna- digo pero no hay respuesta alguna, -Lei, la linterna por favor- digo con un tono más elevado
-Aquí tienes amigo- me dice bastian que por el costado me facilita una pequeña linterna que llevo a mi boca -Está arreglando cosas con su nueva amiga de la universidad, la que viene de intercambio-
-Creo que mi mejor amigo esta celoso y el chico rudo se puso débil y sentimental- digo mientras salgo debajo del auto.
- tú, dale atención a mi amigo que se siente solo y desolado sin ti- le hablo a Leila mientras ella ríe en voz baja.
Fue un largo día y luego de una ducha y cambiar mi ropa engrasada me despido de mis amigos y me dirijo a tomar el bus, -Mañana será un día más para vivir y uno más cerca de nuestras muertes- es nuestro dicho de despedida y me retiro del taller mientras pienso en que decir en casa.
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No Debías Ser Tu
Teen FictionEsta es mi historia, y la suya. Es esa historia que no debería ser contada, pero amas narrarla. Un amor que no debió ser y dos personas que nunca debieron enamorarse.