Capítulo 25 Decisiones definitivas

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-Fue un mes y medio que Sophi pasó en casa de sus padres y si maldita sea me sentí vacío, me faltas tu, ella y el tío y siento que muero, este trabajo es muy difícil, tanto poder en mis manos y tanta libertad comprada con algunos billetes, es demasiado para mi amigo y se que tu mas que nadie eres el indicado a ser el dueño de todo. Yo por mi parte le encargue a Angelo que controle todo hasta que puedas, ese maldito toro es la bestia mas leal dentro de toda la organización y se que todo estará en buenas manos. En otro tema con Sophia estamos planeando viajar a Inglaterra para el invierno y comprar algunos hoteles y algunos negocios limpios para hacer bien las cosas e ir por el buen camino y es que yo no puedo arrastrarla a esta vida, y espero que tu no lo hagas con Leila. Amigo vuelve pronto te extraño y te necesito mas que a nada en este mundo-.

Esas palabras hicieron eco dentro mio, no podía verlo, no podía ver a nadie solo podía oírlos, ya no se cuanto tiempo llevo aquí y no se cuanto tiempo mas me queda, estoy solo en medio de una carretera desolada parecida a en la que tuve el accidente, estoy solo y por mas que camine y camine jamas llego a ningún lado y ningún lugar me espera, solo se que en cada paso que doy detrás mio hay una paz y tranquilidad enorme y cuanto mas avanzo la siento mas potente y mas atractiva, lo se es mi muerte que viene por mi, me seduce a voltearme y caminar hacia el mas allá y últimamente lo estuve pensando mucho, mi tío murió, mi única familia ya no esta y mi novia y mi mejor amigo sufren viéndome aquí pero no encuentro la forma de salir y ya no lo soporto, no aguanto mas ver a mis allegados sufrir tanto por esta desgracia que yo solo provoqué y ahora no se como revertir, y no solo eso, que sucederá si despierto y no puedo caminar o siquiera moverme, no arrastrare a Leila ni a Noha a tener que empujarme por el resto de mi vida, yo no nací para ser preso de mi mismo yo estoy hecho para sel libre y aquí la única libertad que siento es morir dejarme arrastrar hacia la paz y ser libre del otro lado. Me siento a pensarlo y mi cabeza es una hoguera, por un lado el camino interminable y por otro el inminente final, la paz, mi muerte y mientras mas lo pienso mas presente y latente se vuelve mi segunda opción, ya está decidido, me levanto y veo a ambos lados y digo en voz alta -Hasta aquí llegue, ya no lucharé mas, no seguiré caminando sin destino, me rindo y es el final!- di media vuelta y antes de dar el paso hacia el final una brisa fresca y una luz enceguecedora iluminaron toda la carretera por un segundo y una voz angelical sonó por todo el lugar, esa inconfundible voz, esa voz que calma toda mi vida, la chica que amo está aquí

-Bas, debes volver, te necesito quiero que vuelvas a mi lado, tienes promesas que cumplir maldita sea, me prometiste estar a mi lado para siempre, queríamos tener hijos juntos una vida formada como fuera y si te vas solo seras un cobarde y tu no eres un cobarde Bastian Changretta tu no, todos esos malditos que no dan la cara lo son pero tu eres el loco mas valiente de todos, eres un hermano protector, fuiste un hijo para un hombre que no pudo tenerlos, y sobre todo eres el amor de mi vida, tu eres mi vida y si me dejas así mi vida se acaba, sin ti aquí ya no soy nada, no me quedan motivos para seguir adelante, quiero que despiertes ya maldita sea- al decir eso una luz me iluminó desde atrás, no podía moverme, el miedo y la tristeza me habían paralizado y la luz se hacia cada vez mas fuerte y aunque quisiera escapar de ella no podía moverme 

-¡No quiero morir maldita sea!- grité y escuché el motor inconfundible de mi auto, mi corazón se aceleró como loco al ver mi auto a mi lado y una de las puertas traseras se abría, no podía creer esto que veía, el estaba aquí conmigo de pie y sin una sola herida mas entero que nunca, mis lagrimas empezaron a caer por si solas -Tío, estas aquí, eso quiere decir que no has muerto- dije y lo abracé

-No bambino, estoy muerto físicamente, pero jamas moriré del todo mientras tu corazón siga latiendo y tu mente me siga recordando, pero no es solo por eso que estoy aquí sino para hacerte entender que no es momento de que me acompañes, aun te queda mucho por hacer y convertirte en alguien grande incluso mas grande que yo, allí esta el amor de tu vida esperándote, no puedes abandonarla ahora, tu que puedes vive como yo no pude, cásate se feliz y ten hijos como yo no pude, solo te tuve a ti como mi hijo y con eso me basta pequeño, pero tu tienes aun toda una vida por delante y no pienso dejar que la abandones- al decir eso algo se encendió dentro de mi -Aquí esta tu corcel y fiel compañero y si quieres un ultimo consejo de este viejo, no dejes de acelerar, así dolerá menos, tu sabes que dirección tomar-

-Espera tío, jamas pude agradecerte todo lo que diste por mi desde mi nacimiento y creo que nunca dije lo mucho que te amo- dije y agache la mirada

-Oh nada de eso Bastian, mírame... ¡Mírame a los ojos carajo! un Changretta jamas agacha la mirada ante nadie, ¿Quieres agradecerme y demostrarme tu amor? Vive hijo, vive lo mas libre y veloz que puedas, disfruta la vida al lado de tu amada y nombra a algunos de tus hijos como a tu tío y mi paz será eterna, ahora déjame abrazarte una ultima vez- dice y nos abrazamos con el alma de una manera tan fuerte que pude sentirlo en mi cuerpo -Ahora la decisión es tuya niño, yo debo partir- dice y se esfuma en una nube de niebla. Quede pensando sentado en el capó de mi auto *mierda mataría por un buen cigarro en estos momentos* en ese momento una pantalla apareció en lo que debería ser el cielo, en ella había imágenes de mi vida, mi nacimiento y cuando conocí a Leila, mis promesas y mis locuras con ella, mis momentos mas felices, cuando conocí a Noha y nos hicimos hermanos 

-No puedo morir aquí- dije y me subí al auto, lo encendí y empece a acelerar, llegue al punto máximo de velocidad, el motor echaba fuego y rugía cual dragón enfurecido -Leila, no te dejare sola, voy por ti amor- quería gritarlo pero mi mente estaba centrada en llegar al final de esta maldita carretera, al cabo de unos segundos una luz se hizo visible y las imágenes de mi vida ahora corrían a mi costado, la luz me encandilaba cada vez mas pero no deje de acelerar, acelere hasta que ya no pude ver nada y todo se volvió blanco y un gran dolor en mi pecho apareció.

-¡Aaaaaah diablos!- grite al abrir los ojos pero había una manguera atravesando mi garganta y una en mi nariz -¿Donde diablos estoy?- pregunte sin poder ver mucho solo algo borroso pero podía ver que el lugar era blanco y lleno de luces pensé que había muerto hasta que escuche dos voces una desconocida que gritó como si de un milagro se tratara 

-¡Llamen al doctor House, lo necesitamos ahora!- esa voz era de una mujer que no conocía, pero la segunda voz, si esa era imposible de olvidar y ni muerto podría olvidara

-Despertaste, estas aquí, volviste a mi- dijo ella tratando de ahogar su llanto

-Pues ¿Que esperas para abrazarme hermosa?- dije y ella solamente me abrazó y comenzó a llorar

-Pensaba que te perdería- dice entre lagrimas

-Jamas me perderás, yo cumplo mis promesas- dije con mis ojos cerrados.

Leila, estaré eternamente a tu lado.

No Debías Ser TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora