Capitulo 1- La víspera del viaje.

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Tip-Tap Tipiti-Tap 

Escucho a las gotas chocar contra mi ventana.

Tipiti-Tap Tipi-Tap 

Estrello las  manos en mi cara, intento sacarme  los pensamientos depresivos y fantásticos de la cabeza. 

Tip-Tap Tipiti-Tap 

Y el maldito sonido sigue.

 Una semana entera lloviendo, no para. Cualquiera entraría en depresión. Una semana sin que salga el sol, ni por un puto segundo.

Miro enojada la ventana, como si lograra algo con eso. De pronto escucho a mi celular sonar, ojeo la pantalla para saber quien se atreve a pinchar mi burbuja de enojo. 

Contesto. 

- Hola Ezemiel- Sonrío burlona pensando que lo voy a fastidiar con el apodo.

- Ja Ja Ja- Escucho la risa sarcástica de mi mejor amigo- Adiviná quien trajo comida y se está mojando hasta el bóxer. 

Me acerco a la ventana, lo veo parado en la puerta todo mojado con una bolsa en la mano, el celular en la otra y encorvado como si eso evitara algo. 

- Ya voy, trapo mojado- Contesto mientras me carcajeo.

Cuelgo la llamada, voy al baño de mi pieza, agarro una toalla y bajo las escaleras. Prendo la luz al pasar por el living y le abro la puerta al ser que se encuentra afuera. 

- Ya van dos, eh- Me hecha en cara mientras le tiro la toalla en la cabeza. 

- Si vos decís Ezemiel- Le agarro la bolsa que tiene en la mano derecha- ¿Qué trajiste?. 

      - ¿No es obvio? - Dice mientras cierra la puerta detrás suyo y se descalza. 

Voy a la cocina con la gloria hecha comida, la apoyo en la mesa y me dirijo a la heladera para buscar algo para tomar. 

- Mejor apurate o no te queda nada- grito apoyando la botella al lado  de la bolsa. 

- ¿Me vas a seguir verdugueando?- Reclama sentándose en frente mío.

- Por supuesto que lo voy a seguir haciendo. - declaro agarrando una de las cajas de la bolsa, saco la hamburguesa  de su recipiente  y le doy el primer bocado- ¿Sabés?- pregunto con la boca llena y espero a que me mire- Hamburguesas como estas me recuerdan por que sos mi mejor amigo-  

Bruno se ríe, no se si es por como hablo con la boca llena o porque lo alago solamente por traer comida, tal vez sea por las dos. 

 - La próxima vez que venga, no voy a traer nada, vamos a ver si decís lo mismo- Refunfuña mirándome desafiante. 

Bajo mi pedazo de cielo para dejar de comer y darle más dramatismo a la situación, entrecierro los ojos haciéndome la mala, para después concluir todo con una dulces palabras. 

- Sabés que aunque vinieras a robarme mis Doritos seguirías siéndolo- Hago una pausa- Además no creo que alguien más me aguante.- Vuelvo a agarrar mi hamburguesa. 

- Si querés que te siga aguantando, mejor deja el apodito ese- Amenaza mientras me tira con una papa frita, la cual como después de que cae a la mesa.

 El apodito del que bruno habla, es una broma que le hago desde que me conto como le confeso sus sentimientos a una chica, le dijo cosas super  adorables, aun así ella no le presto atención. Sin embargo le dije que fue muy tierno y  azucarado, que era tan dulce como la miel, de ahí surgió el apodo decir Ezemiel.

-¡Vamos! Si es genial- Exclamo levantando los brazos fingiendo inocencia.

- No es genial que me recuerdes que Zoe me rechazó.- contesta enfurruñado.

LO QUE no SE DE LA REALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora