Es un frió mundo

no mires atras

-Leila – gire sobresaltada en dirección a la voz de Jane solo para verla asustada al notar que me miraba molesta, casi lanzando rayos por los ojos, con los brazos cruzados fuertemente, una ceja, perfectamente perfilada, alzada en mi dirección, chupando las mejillas al interior y frunciendo los labios, su cara de perra enojada era algo que todo aquel que la conocía temía, a excepción de sus padres y los míos, por la furia a punto de estallar que prometía aun cuando era tan común de su parte que la hacía al menos una vez cada día.

-no he hecho nada – dije inmediatamente.

-si, eso puedo verlo – dijo bajando la mirada hacia las luces de navidad entre mis brazos, y las otras varias extendidas alrededor del sillón de tres plazas a mi lado, aun siendo un completo revoltijo – te deje hace diez minutos -

-y logre desenredar una de ella de las demás – apunte hacia la otras en el sillón - fue mucho mas difícil de lo que parece -

-claro, y no tiene nada que ver el que hayas estando hipnotizada por la televisión en el momento en que baje – inclino la cabeza a un costado para ver la tele detrás mío, prendida y a considerable volumen, que mostraba un reportaje que cubría lo que muchos aseguraban sería un evento que trascendería a la historia de la humanidad con casi la misma importancia del primer cohete lanzado al espacio.

Estaba segura de que la mayoría de personas recordaba más al primer hombre sobre la luna, o en el espacio, o si quiera el primer animal en ir al espacio exterior, que el primer cohete lanzado al espacio exterior, pero yo no era el sujeto que estaba narrando los hechos con demasiada emoción así que era su criterio como cubrir su noticia.

-es desenredar un montón de cables con lucecitas blancas – dije frunciendo el ceño - no necesito ver lo que hago para hacerlo -

-te tomo diez minutos – se quejó ella alzando la voz de forma aguda.

-y a ti te tomo la misma cantidad de tiempo bajar una caja marcada de la esquina de fiestas de invierno de tu propio ático – refute apuntando hacia la caja a sus pies – todo en tu ático está marcado y separado por secciones, ni siquiera puedes decir que te tardaste buscando -

-lo tuyo era más fácil – dijo ella con un bufido.

-pues cambiemos – dije lanzándole las luces a su pecho antes de pasar a su lado para dirigirme a las escaleras, y aprovechando el orgullo como defecto fatal de nuestra familia para que ella quiera demostrar que estaba en lo cierto y por lo tanto no se niegue.

-solo falta una caja, obviamente lo harás mas rápido - aunque tampoco era idiota como para aceptar algo sin pensar y sin probabilidades de ganar; algo que solía creer era algo más de cualquier persona con lógica más que de familia hasta que llegue a la universidad, ahora no estaba tan segura.

-solo desenreda la que tienes en las manos entonces – dije escapando al piso superior para esquivar su cara de perra enojada.

No me tomo más de tres minutos subir, recoger la caja y bajar encontrando a Jane sentada en el suelo y enredada entre los cables, me miro furiosa en cuanto deje la caja a su lado con una sonrisa creída.

-esa noticia es aburrida - gruño por lo bajo antes de volver a centrarse en desenredar los cables, y de paso soltar sus brazos, al tiempo que me sentaba en posición de loto a su lado jalando las demás luces - ¿de qué sirve de cualquier modo poner esas...antenas por todo el mundo? -

-no son antenas – murmure por lo bajo, pero absteniéndome a explicarle sabiendo que me tomaría demasiado tiempo y ella no llegaría a entender ni le interesaría, ni seria de ninguna importancia en su vida, a diferencia de la mía donde al menos la mitad de mis compañeros de universidad lo discutirían después de vacaciones al estar relacionado con ingeniería en inteligencia artificial y mecatrónica.