Aquí empieza todo

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Por primera vez después de vivir siempre con mi madre, me acabo de mudar a vivir sola. Después de un largo y agotador día entro a mi nuevo departamento, comienzo a desempacar, empiezo con la maleta de la ropa, enseguida me voy por la de los recuerdos y esas cosas, termino de desempacar (estoy exhausta), me recuesto sin siquiera ponerme la pijama e intento leer un libro como de costumbre para finalmente quedar profundamente dormida. A lo lejos escucho un molesto e irritante sonido que se va haciendo cada vez más fuerte con forme me voy despertando, intento ignorarlo pero ¡Mierda! es insoportable, así que decido hacer algo al respecto, con mis ojos entre abiertos y aun medio dormida me siento en la cama, dirijo la mirada hacia mi celular ¡Vaya! es la alarma que no ha dejado de sonar, tomo el celular y procedo a apagarla, me doy cuenta que ya llevaba 30 minutos sonando, ¡Maldición! , salto de la cama y me apresuro hacía la ducha mientras al mismo tiempo me voy desvistiendo tirando la ropa al piso, tropiezo con la esquina del armario, ( gruño ¡Ha pero que idiota!) ¿quién puso ese armario ahí? , voy saliendo del departamento mientras me pongo la zapatilla que me hace falta en el otro pie, corro bajando las escaleras hacia el estacionamiento, pero en ese momento !o my God! un joven corpulento y galán choca conmigo y por accidente tira mi bolso.

_ ¡Oh, Disculpa! - dice mientras se agacha y toma el bolso.

Sin decir nada le hago una mueca fingiendo una sonrisa y procedo a tomar mi bolso de su mano.

_ ¿Te acabas de mudar cierto? pregunto él con curiosidad.

_ Sí, apenas anoche.

_ Yo vivo en el departamento que esta aun lado del tuyo - Pues... ¡Bienvenida vecina! - dice con una enorme sonrisa en sus labios.

_ ¡Muchas gracias! - repliqué.

Me despido de él sonriente y me retiro, subo a mi auto y pienso, - que chico tan mas atractivo ¿Con quien vivirá?, sacudo la cabeza y me concentro en manejar, aunque tenía en la mente aquel apuesto chico.

Por la tarde llego a casa y de nuevo ahí estaba él, lavando su auto, desde ahí me ve llegar y me regala una sutil sonrisa, estaciono mi auto y camino hacía la puerta, pero paso de largo haciéndome la desinteresada.

_ ¡Hola vecina!, - me saluda con una mirada seductora.

Me detengo y volteo hacia él con una sonrisa.

_¡Hey, hola! - Qué bonito auto -fue lo mas tonto que se me ocurrió decir-.

_ ¡Gracias! - replicó acercándose a mí - si quieres un día te llevo a dar la vuelta.

_ Suena bien la idea, ya que no conozco a nadie de por aquí.

Seca  su mano mojada en su pantalón y se apresura a estrechar mi mano.

_ Soy Evan.

_ Soy Renata - le dije sonriente.

Con ese saludo sentí que algo se apoderaba de mi, ya saben, una siente cuando hay química, pero bueno no debía hacerme ilusiones, pues tal vez él estaría viviendo con su novia o su esposa y no creí que fuera buena idea preguntarle si estaba viviendo con alguien, pues me vería desesperada y muy atrevida aunque honestamente creo que si lo estaba .

_ Subiré a mi departamento a preparar algo que comer - vengo hambrienta le dije .

_ Yo tampoco he comido, ¿y si compartimos una pizza?- preguntó amablemente.

_ Claro, ¡Amo la pizza!. Y ahí pregunté - ¿En tu departamento o en el mío?.

_ Aquí mismo - dijo sentándose en las escaleras.

RENATA: Caminos Repentinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora