Capítulo 4

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 Acostada en mi cama , viendo el abanico de techo girar, deseando que se cayera encima de mí, muchas preguntas pasan por mi cabeza,  he de confesar que  estoy algo preocupada por no haberme cuidado,  y en consecuencia podría estar embarazada, pero tengo una regla de oro; No dar nada por hecho a menos que pueda ser probado. Logré convencerme que también hay tantas mujeres que no salen embarazadas ni haciéndolo diario.
 Un jueves por la mañana después de haber esperado  unos días posteriores a mi retraso menstrual, me dirigí decidida y nerviosa a la farmacia a comprar el "test de embarazo",  para finalmente conocer la realidad.  

   - ¡Buenas tardes! - ¿me podría dar una prueba de embarazo? - le dije sonrojada a la farmacéutica.     
 
- ¿Alguna marca en especial?.

 - No, la que sea está bien, ¿o influye la marca en los resultados?
 
- Si están las que te dan resultados siempre negativos - me dice en son de broma.
 
- ¿Enserio? - pregunte curiosa. 

 - No te creas es broma . - ¿De mal gusto verdad?.

-  La verdad si - le dije rodando los ojos. 

-No, ya enserio , solo es que algunas pruebas de embarazo te dicen el tiempo que tienes de gestación.

-No, gracias, yo sé cuánto tiempo podría tener - La verdad si me hubiera gustado una de esas pruebas - conteste de broma antes de salir.

Finalmente ya tenía el test en mis manos, lo escondí en mi bolso y comencé a beber agua durante el camino a casa, corrí tras la puerta  del departamento, ya que no podía aguantarme mas las ganas de orinar, estuve a punto de orinarme las bragas, pero  afortunadamente logré contenerme, y mientras bailaba ya de las ganas de hacer pipí, saqué el dispositivo de la cajita, junto con las instrucciones y comencé a leerlas, al mismo  tiempo deje caer el flujo de orina, durante unos segundos sobre el dispositivo,  de manera que la tira absorbente se impregnó de orina. Enseguida visualice una primera línea en el dispositivo, espere un minuto  más y de pronto se marcó una segunda línea, de acuerdo a las instrucciones, eso significa un probable EMBARAZO, asustada sacudí  el dispositivo, haber si cambiaban los resultados pero fue inútil, volví a leer las instrucciones para asegurarse de que había hecho todo bien,  y sí, todo indicaba que estaba embarazada. Me quedé unos minutos sentada en el inodoro haber si mi auto engaño funcionaba en cambiar los resultados o tal vez un milagro me despertara de un sueño. Minutos más tarde ya no pensaba nada, solo me quede ahí sentada como estúpida con la cola entumecida. Al poco rato tocan la puerta, - ¿quién podría ser?, me levanto de un salto del inodoro y procedo en ir abrir. Para el colmo era Evan, parado frente a la puerta. 

   - Renata. - Necesito hablar contigo. -Dijo metiendo  sus dedos entre su alisado cabello. 

    - Entra. - le dije, dejándolo pasar.

Procedió a entrar, se sentó en el sofá, lo veía algo inquieto, desesperado y muy tonta yo pensé - ¿Se habrá enterado?.
   
   -¿Qué sucede? - le pregunté curiosa. 
   
   - Sucede que tengo novia - dice Evan y procede a morder su labio inferior como signo de culpabilidad. 

Nos miramos mutuamente en silencio  y comencé a sentirme más recelosa que nunca. 
   
   - Si, si... ¡Ya lo sabia!,  - te vi con ella a través  de  una rendija pequeña de tu ventana, que dejaba ver lo cariñosos que estaban, ella encima de ti, besando tu cuello.  
   
   - ¿Entonces ese fue el motivo de tu estúpido y extraño comportamiento todo este tiempo? - preguntó Evan, como si fuera obvio. 
   
 - ¿Que esperabas?, respondí indignada - cruzando mis brazos. 

- ¿Cómo iba a saberlo? No soy un psicólogo.  

- ¿Porque no me dijiste que tenias novia antes de  tener sexo conmigo?.

 - ¡No lo se! - Supongo que en ese momento no le di importancia, no tuve tiempo ni de pensar en ella. - ¿Pero eso qué importa ahora? , ya lo hicimos. 
 
- Pudiste haberme dicho que te ibas a dormir temprano porque tenias un fuerte dolor de cabeza,  o pudiste haberte encerrado mínimo con llave. 

- ¡Oh, Renata! - Jamás lo consideré, ¿Quien en su sano juicio iba a rechazarte? -  ¿No me digas que tu no tenias ganas de divertirte un poco?

Tras unos segundos de silencio le dije:
 
-  Evan, hay algo todavía mucho más importante que tienes que saber. 

- ¿Que pasa? - declaró con tono de preocupación. 

Pensaría él ¿que puede ser más importante que su actitud de macho alfa?

- ¡Estoy embarazada! - Conteste esperando la más tierna y mejor respuesta.

Me miró y después bajó su mirada al piso. Ya no me emocionaba los gestos de desaprobación, todo parecía indicar que le atemorizaba la noticia.  Evan empezó a pasear inquieto de un lado a otro en la sala. Nos quedamos en silencio nuevamente los dos. 
 
- ¿E,e, estás segura? -  Declaro titubeando e incrédulo. 

Ciertamente fue una impresión brutal lo que vi en su mirada, que destrozaba mis nervios. 
 
 - Por supuesto, antes de que entraras me acababa de hacer el test. - Estire el brazo para darle  él dispositivo, y que viera por el mismo los resultados.

-  ¿Y es mío?- Preguntó el muy idiota.  

Su pregunta me resultaba muy acusadora, sin embargo  al escuchar eso juro que me estremecí, pero eso no debía impresionarme, a fin de cuentas, ¿que puedo esperar de un hombre al que apenas conozco?... ¿Qué más daba? 

-  Vaya!,  supuse que eras un imbécil inseguro, pero no imagine a qué grado - Exclame con enojo.  

Evan fijó su preocupada mirada en mí, a sí mismo se apeno por su pregunta. 

- Lo siento, pregunte por mero impulso. - Después de una breve pausa dijo...  Es que no puedo concebir ni una sola palabra de todo esto,  acabamos de conocernos, hemos estado haciéndonos tontos,  corriendo de un sitio a otro,  ademas estuviste evadiéndome todo este tiempo. - !Esto es demasiado!.

- Evan simplemente no fuimos del todo inteligentes. 

- Inteligentes, - ¿En qué aspecto?

- Sí, quiero decir que... tragué saliva. - Debimos haber usado un jodido condón. 
 
- Sí, ya comprendo...  Bueno, ¿y qué harás? 

- ¿Qué haré? -  ¿Es una maldita broma?...  ¿verdad?. Más bien,  ¿que haremos?, porque tú estás tan metido en esto como yo. 

De repente como balde de agua helada:
  - Pues ... ¡Aborta! - Sugirió Evan. 

 - ¿Esa es tu solución?. - Le pregunté desagradablemente sorprendida. 

 -  Sí, aún estás a tiempo, solo es algo que  no tiene vida propia , aún no es un bebé, no es nada, no hay vida.

De  pronto me sentí estremecida e inquieta, pensándolo bien eso era bastante cierto,  pero por alguna razón  y automáticamente después de pensar en eso, agache la cabeza, cubrí mi cara con mis manos  y comencé a llorar, estaba muy confundida, no sabia que pensar,  entonces volví a mirarlo a los ojos, limpiando mis lágrimas y le dije :
 
- Puedo asegurarte que para mi no es tan fácil, ojalá te detuvieras a reflexionar, en fin. -  ¡Vete... déjame sola!.  

Después de dar un largo suspiro y  vueltas sobre la sala, Evan  retrocede, rodeando la mesa del centro, y se retira azotando la puerta.  Y en cuanto pude tomar un poco la calma le marque a mi amiga, retomando el llanto aún más desesperada.

RENATA: Caminos Repentinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora