Capítulo 7

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Algunas semanas después Evan me acompañó hacerme un ultrasonido para monitorear el crecimiento del bebé, sería la primera vez que vería a su bebé por medio de una pantalla. Me costaba trabajo habituarme a la idea de que  Evan y yo estábamos esperando un bebé y próximamente formaríamos una familia,  pero cada día me trataba de convencer a mi misma que eso era lo mejor, y que él había decidido ser alguien en mi vida y se esforzaba por dar la mejor impresión.  Entramos juntos al quirófano, observe a Evan de reojo y se miraba nervioso y  al mismo tiempo emocionado, tome su mano para que se relajara un poco. El obstetra me dijo que me recostara sobre la camilla, levante mi blusa  y comenzó a poner un gel tan frío sobre mi barriga, que hizo que me quejara un poco, enseguida colocó un pequeño aparato para ver en la pantalla del monitor, la imagen de mi bebé en 3D. Evan no despegaba la mirada del monitor, se acercó a ver con más detalle y comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, –¿Ese es mi bebé? pregunto ilusionado. Yo solo me dedique a ver esa hermosa escena. ¡Oh, es una niña! – exclamó el obstetra con seguridad, Evan y yo nos nos miramos muy sorprendidos y dirigimos la mirada hacia el obstetra, que se veía algo apenado por darnos la noticia nada más así, sin consultarnos si queríamos saber el sexo del bebé. 

– ¿La regué? – Preguntó el doctor haciendo una mueca. 

Evan comenzó a reír sin saber porque, le había ganado la emoción, y  también me sentí muy feliz por la noticia. 

–No hay problema, – le dije al obstetra, ya de todos modos lo dijo. –Reí 

–¡Disculpe,  señorita! –creo que yo también me emocioné, casi 8 meses tratando de saber que era, y no se dejaba ver, parecía que se escondía de  adrede. 

– Creo que estaba esperando el momento en que estuviera su papá,  – interrumpió Evan ¿es obvio no? 

–Reímos antes su comentario. – ¿Tenían elegido el nombre en caso de que fuera niña? –preguntó el obstetra. 

– La verdad no pensé en eso, pero siempre me ha gustado el nombre...  !Katie!, es lindo. –¿Cómo ves Evan, te gusta?.

– Sí, ¡Es lindo! – exclamó con seguridad regalándome una sonrisa de oreja a oreja. 

Llegamos ahora a un hecho muy significativo... me refiero a la idea de vivir juntos para conocernos mejor, y tal vez después, casarnos. Convencí a Evan  que debíamos mudarnos a una casa más grande y segura para nuestra hija, es una tarea que debíamos tener juntos,  ¿no?. 


– La verdad yo no entiendo mucho de casas - dijo Evan, –lo que te guste a ti, me gustará a mi, aunque si me gustaría que tuviera un jardín. 

– Pues, quiero que sea segura para Katie para empezar y que esté en el centro de todo. 

Me emocionaba la idea de encontrar aquel hogar, de arreglarlo a mi gusto, e instalarnos en él esperando la llegada de la pequeña Katie. Después de haber desayunado en la cama, me levanté estudiando mi plan de acción. Ayer pase un día entero viendo los fraccionamientos  por internet de la ciudad, para ver cual me agradaba pero ninguna encajaba con mis expectativas. Hoy me di la tarea de dar un recorrido por las calles de la ciudad en mi auto, y estaba decidida a encontrar la casa. Bajando por el centro de la  ciudad, me tope con el clásico letrero de "se vende",   aun lado del camino, inmediatamente me sentí atraída por él, era como si supiera que esa era la casa adecuada. Estaba ya muy avanzado el día, así que decidí regresar el día siguiente con Evan.  

Más tarde en posesión de un permiso para ver la casa, nos encontramos afuera de ella, desde donde se podía apreciar un jardín lleno de flores,  y una cerca alta que dividía la casa del vecino. Una mujer de elevada estatura y pronunciadas curvas nos abre la puerta para adentrarnos  a la casa, (era una chica muy atractiva para ser honesta, llevaba puesta una minifalda, y un pronunciado escote que dejaba ver sus atributos, y unos tacones que fácilmente te ponían de nervios, pensando que en cualquier momento se podría caer, ¿no se habría equivocado de profesión? - ¡Ugh, es horrible!), inmediatamente puse los ojos en Evan,  pero el desvío la mirada, queriendo pasar desapercibido. Como si no hubiera visto de reojo la sonrisa que se le marcó en los labios cuando la miro. ¡Hombres! 

– ¡Hola!, mi nombre es Halisha palacios ( ¡qué nombre tan corriente!)  y les mostrare la casa. - dijo estirando su brazo, para estrechar mi mano y después la de Evan. 
 
Mientras tanto Halisha nos comenzó a dar un recorrido por la casa, yo sabía exactamente cómo la iba a decorar y paseaba la mirada por cada rincón, - esté debe ser el armario para la ropa. - definitivamente ese fregadero se tiene que ir. - Espero que  el cuarto principal tenga bañera. -¡Este será el cuarto de Katie!... es magnífico. Lo empecé a amueblar con la mente... una casa  llena de muñecas en esa esquina de la pared, unos estantes llenos de juguetes, cambiaría el color de las paredes a uno mas brillante y rosado, sí, eso quedaría perfectamente. Finalmente nos decidimos por la casa y era momento de hacer todo el papeleo de las escrituras. Más tarde "la señora Halisha" sonrió complacida, y se retiró. 

Una mañana  escuche una especie de ronquidos cerca de mi oreja, mientras despertaba,  y recordé que Evan ya dormía conmigo, ¿de repente ya roncaba?, - ¡Dios mío!. Voltee hacia él y lo moví para que despertara y dejara de roncar, ¡Evan, despierta!, –Buh! .Se quejo un poco antes de abrir sus ojos por completo. 
 
– Buenos días, pequeña. - ¿Como dormiste? - bostezo y se estiró. 

– Bien, aunque si no fuera por unos ronquidos que surgían de tu garganta, mi despertar hubiera sido más agradable. - Reí y le avente una almohada en la cara.  

– ¿De verdad?, no sabia que roncaba, qué pena - dijo él e hizo una pequeña mueca. 

– No te preocupes, me acostumbrare. - le dije levantándome de la cama y procedí abrir las ventanas de la habitación, dejando pasar la luz del sol. 

– ¡Qué amanecer tan bonito!, exclamó con alegría Evan, - procedió a levantarse de la cama y dirigió sus pasos hacía mí. –Me abrazo por detrás, rodeando con su manos, lo que quedaba de mi cintura y beso mi hombro. Me gire hacia él, puse mis manos alrededor de su cuello y le di un tierno beso en sus deliciosos labios.  

– ¡Muero de hambre! – exclame tocando mi panza, con voz aniñada. –haciendo ojitos. 

– Te haré algo rico de comer, - dijo Evan. – sé preparar unos  huevos mutuleños para chuparse los dedos. –Te serviré el desayuno en la cama. - Guiñó su ojo derecho y salió de la habitación. 

En lo que Evan preparaba el desayuno, yo decidí darme una ducha, y disfrutar de mi bañera nueva, deje  caer el agua caliente y  me sumergí en la bañera,  cerré mis ojos un momento para relajarme, procedí a cerrar la llave del agua, y después de unos minutos salí aún humedecida y desnuda caminando por la habitación, busqué algo cómodo que ponerme, tome una camisa de los Dodgers que tenía Evan en el armario, me eran cómodas sus camisas ya que toda mi ropa me quedaba ajustada y sobresalía mi enorme panza. Al poco tiempo entra Evan cargando una charola   con el desayuno, se dio el tiempo de  decorar con  flores que arrancó del jardín, y fruta fresca, me acerqué y tome una fresa del plato, comencé a juguetear con ella en mi boca, intentando parecer sensual, él me mira y sonríe un poco intimidado. 

– ¡Gracias por el desayuno mi amor! –te quedo todo muy lindo y huele muy bien. –¡ñam!

– ¡Quiero que mis mujeres estén sanas y fuertes! –exclamó tocando mi mejilla  –por cierto mi camisa de los Dodgers se te mejor a ti que a mí. 

–  Reí ante su comentario –No sabia que te gustaba el béisbol – le dije y precedí a echar  un bocado de comida a la boca. 

–Si, es mi deporte favorito desde niño. – Y cuando estaba en los Ángeles, iba al estadio con mi padre. 

–¡Que lindo! – ¿y  tu padre dónde está? – ¿qué  ha sido de él? 

– Mi padre, – Evan tragó saliva– Se fue, simplemente desapareció un día por voluntad propia, nos abandono, se fue con una mujer más joven que él. 

–Lo siento mucho,  – tomé su mano y le regale una sonrisa para consolarlo,– Si te hace sentir mejor sé perfectamente lo que es crecer sin padre. – El mío murió cuando tenía 8 años, mi mamá y yo sufrimos demasiado esa etapa. –Fue bastante doloroso. 

– Lo siento pequeña,– ¿que fue lo que le sucedió? – preguntó sosteniendo mi mano. 

– Murió en un accidente de auto, cuando venía de su trabajo en una noche lluviosa. –No alcanzo a esquivar un camión que venía de frente, se había equivocado de carril.    

Evan y yo nos quedamos en total silencio unos segundos, creo que estábamos teniendo un "flashback" de esos momentos. 

–Oye, ¿sientes que te arruine la vida? – pregunto Evan, su mirada fija en mis ojos. 

– No, le diste un mejor sentido –Me acerque a donde él estaba y lo abrace. – me miró temeroso y  asistió con la cabeza. 

Al poco rato nos quedamos nuevamente dormidos, sin siquiera darnos cuenta, creo que el embarazo nos pegaba a los dos por igual, y era super chistoso, a Evan también le daban nauseas y mareos, ademas creo que dormía mas que yo. Me desperté antes  y clave mi mirada en él durante unos segundos, mire con detalle su cabello, sus labios, su ceja, todo él, – Realmente lograría un par de desconocidos formar una familia y criar un hijo? 

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2020 ⏰

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