La mañana siguiente me levanto de un salto, ya era muy tarde para ir a trabajar. ¡Chin!, había olvidado lo de la pastilla, - ¿Cuanto tiempo me quedaba?, seguía sin dinero, con los ojos hinchados y con la moral hasta el piso, salí de mi departamento. Sí, justamente así como me desperté, aun con lagañas en los ojos . Pensaba ir a la casa de mi madre a pedirle dinero e inventar cualquier excusa; me pagaban hasta el viernes y ya me había quedado sin dinero, - ¿En que me lo gaste?. ¡Trágame tierra!.
Cuando iba saliendo de mi departamento, por sorpresa me topo con Evan, él venía subiendo las escaleras. Haber esté con que me sale.
–¡Hey! - hola pequeña, ¿como estas?- Me dijo muy sonriente.¿Que como estoy? Pensé, - ¿que como estoy? Estoy casi embarazada, y desilusionada, hambrienta, pobre, triste, en pocas palabras jodida ¿Y me pregunta eso hijoeputa?
– !Muy bien! - le contesté - indiferente.
– Ayer no te vi en todo el día preciosa - dijo acariciando mi mejilla.Sí, tú.. yo si te vi, y no me gusto como te vi, hubiera preferido no verte pedazo de mierda.
– Llegué muy tarde de trabajar y ya tenia mucho sueño, así que me fui directo a dormir - dije desviando la mirada.– ¡Oh! - Te miro muy tensa, ¿pasa algo? – pregunto Evan deslizando sus dedos sobre su cabello y yo que luchaba para no babear.
– !No!, – Solo tengo prisa, tengo que irme.– me di la media vuelta y camine hacia la salida._ ¡Oye!. espera - olvidaste esto - me dice mostrando mis bragas de encaje color negro - y precede a olerlas.
Suspire, Evan no dejaba de ser extremadamente sensual. Pero sacudí la cabeza para olvidarme de eso. Por cierto ¿Quien huela unas bragas?. Me acerque y retiré inmediatamente mis bragas de su mano y las oculte en mi bolso. Me aleje de ahí temblando entre coraje, decepción y miedo, me monté a mi auto, y cerré la puerta de un portazo, y maneje hasta la casa de mi madre. Me quedo unos segundos parada frente a su casa, y doy un largo suspiro antes de entrar. Finalmente decidido tocar, y en ese momento mi madre se acerca recibiéndome con esos besos empalagosos, muy alegre de haberme visto.–Pasa hija, ten cuidado porque acabo de limpiar el piso.
Me dirijo hacia la sala de puntitas y me acomodo en el sofá.
– ¿Quieres un té? - pregunta mi madre.Suspire profundamente para soltar esa tensión que traía dentro y evitar que mi madre notara algo.
– Sí, con dos de azúcar por favor.Mientras no sé que tanto me decía, pensaba - ¿cómo iba a pedirle dinero? Si precisamente antes de dejarla para irme a vivir sola prometí no molestarla ni pedirle nada. Y como si la ironía hiciera falta y se burlara de mi, en eco escuche que decía...
– Le conteste a tu tía que tu tan rápido ya eras responsable de tus cosas y uno que las cree niñas todavía . Ella siempre presumiendo de tu prima que esto y que lo otro.
Me hice la que no oía y dirigí mi mirada hacia el televisor, dada la causalidad era un programa sobre la reproducción humana, me quede muy concentrada en el programa, mientras miraba como un pequeño espermatozoide luchaba contra miles más para llegar al óvulo, iba a gran velocidad sin parar, mientras los otros se iban quedando atrás, sólo unos pocos llegaron, y esos pocos intentaron con esfuerzo entrar al ovulo, pero solo uno pudo entrar, solo uno tuvo éxito, en eso me distrajo mi mamá para darme el té que me había ofrecido. Me quedé pensando que yo tal vez ya tenía miles de espermatozoides de Evan dentro de mí luchando con todo para llegar a mi óvulo, y yo iba a estropear el camino a su meta ¿O tal vez ya había llegado alguno?. ¡Bueno!, ¡como va!
– Mamá, necesito pedirte un favor.
Se hace un pequeño silencio.
– ¿Ocupas dinero?,– ¿cierto?.
– Sí - le conteste muy apenada mordiendo mi uña. ( Lo hago cuando me dan nervios) – Sé que le dije que yo era muy capaz y no necesitaba ayuda, pero...Interrumpe mi madre.
_ Renata, yo sabia perfectamente que ibas a regresar cuando necesitaras de mi ayuda, y esta bien, soy tu madre para eso estoy. – Me regalo una sonrisa– Ademas sé perfectamente lo que es vivir sola, siempre habrá momentos donde estemos arriba y momentos donde estemos abajo.
Me sentí muy aliviada después de escuchar eso. Ella se acerco a y me abrazo sin ningún problema, no quise decirle nada a mi mamá, no quería preocuparla con mis cosas y por supuesto no iba a decirle que acaba de tener sexo con un chico al que ni conocía, pues ya me imaginaba lo que me diría... hija eres una irresponsable, ya sabía que no sabrías controlar tu vida, así que le ahorre el disgusto, y me ahorre la vergüenza; seguí viendo cómo el espermatozoide iba desarrollándose, en ese momento me acordé de nuevo, que algo similar podría pasar con algún espermatozoide de Evan si no me iba rápido a la farmacia y me tomaba la pastilla. Después de que salí de la casa de mi madre, me dirigí a la farmacia a comprar la "bendita pastilla" ,después de tanto rollo, al fin tenía dinero para comprarla. Minutos mas tarde, llego a mi departamento azotando la puerta , lanzo las llaves a la mesa y me dirijo a la cocina por un vaso de agua, la bebo mientras leo las instrucciones en la cajita, inmediatamente escupí el agua del asombro, cuando leí la parte donde decía el limite de horas que tenia para tomarlas. Me fui a recostar a mi cama, y dure un tiempo abrazada a mi almohada, pensando en que ya no había nada más que hacer. "No me puede estar pasando esto" - exclame contrariada.– ¿Y ahora qué haré?. Tomo el celular y le marco a Alicia. El celular suena...
– ¿Alicia?.– Ayudaaaa!
– ¿ Amiga, qué paso?. –¿estas bien? –¿te tomaste la pastilla?– pregunta Alicia con un tono de voz preocupado.
– Eso intente.
–¿Como?, - ¿Entonces no te las has tomado?
–No, - ¿o sea qué?
–¡O sea qué! ... hace como un siglo debiste habértela tomado.
–¿Y porque no me dijiste nada Alicia? – Me sumergí en las sabanas de mi cama.
– No lo sé– yo pensé que ya sabías. –Ya estas grandecita.
– No, ¿cómo iba a saberlo? Jamás he usado pastillas de emergencia.– Y tú tienes mas experiencia en eso que yo. ¡No se vale!
– Hay Ranita, te estas arriesgando mucho y ya hasta pudieras estar embarazada, – vas a tener que hacerte una prueba de embarazo.
–No inventes, no puedo estar embarazada Alicia. – hice hincapié en la última A.
–Pues al menos que Evan sea estéril, o tengas mucha suerte , entonces no.
–¡Ups! musité - eso no le pregunte en la encuesta pre-sexo, – bueno ¿alguna sugerencia? ... ¿Esta vez?.
–Sí, – Vas a tener que esperar una semana después de tu retraso para hacerte el test, ya que que aún no se podrían ver los resultados reales.
– ¡Semanas es demasiado!, – no sé si decírselo a Evan, ni siquiera sé si sería buen papá, – no conozco nada de él, – solo que camina desnudo en su casa después de ducharse y que hace muy buen sexo.
– ¿En serio? – Te adoro amiga, pero fuiste muy tonta– Espero que al menos lo hayas disfrutando. –río Alicia.
–Bueno te dejo Alicia,– iré a recostarme en mi cama un par de semanas para esperar los resultados.
–¿Que dices?.
– Sí, adiós! - cuelgo el teléfono.
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RENATA: Caminos Repentinos.
Romance¿Podría una tarde de pizza, una noche de películas y apasionados besos con un chico que ni conoce, ¿Dejarla embarazada? Pues sí, y Renata lo sabe.