Mierda, mi jefe me llamo la atención nuevamente; al parecer mi gato se escapo y se trago al chico que le he tenido que dar varias compensaciones y ahora tenía que hacer algo.
Por suerte termino en un universo de DC, eso era bueno en parte.
La Presencia, como le gusta que le llamen me debe un favor y tendré que cobrarlo o seré reportado por lo que hizo mi gato y no quiero estar con eso viejos gordos de la otra vez, los de mi primer error.
Pero alguien me llamo.
"Hola", dije.
No vi el número que me llamaba, ni el sector de donde era la llamada; pero sabía quien me llamaba y era la persona que quería llamar.
"Tengo uno de los tuyos, lo elimino", dijo.
Si el tipo moría yo moría, no solo físicamente, sino espiritualmente, no solo así; sino en alma y en la rueda de la reencarnación.
"No", dije.
"Ok, pero que hago con el, su presencia afecta el mundo donde vive. Solo puedo sellar sus poderes, matarlo, enviarlo directo a su casa o confinarlo en un lugar donde no afecte el mundo", dijo.
"No lo mates, sella sus poderes y quiero cobrar el favor", dije.
A pesar de ser su superior el hombre con el que hablaba era más fuerte que yo y podía matarme de un solo movimiento de su mano.
"Ok, que quieres", dijo.
"Dale algo para defenderse, no se un anillo, o algo", dije.
Si los anillos de los espectros emocionales, más fuerte de lo que aparentan con el usuario indicado.
"Ok, pero si decide ir a casa yo lo envió por ti", dijo.
Al final del día un Linterna Azul estaba en ese mundo y casi soy corrido de mi trabajo, además tenía que devolver el interés de mi bolso causado por el mal uso de la Gema del Espacio por parte mía.
O si, no es mi día y todo debido al él.
No puedo tocarlo, pero pronto sera su fin.
No es así mi pequeño gatito.
"Miau, así es", dijo un gato
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Marvel una serie de eventos desafortunados
FanfictionUn hombre muere y su alma viaja a través del espacio saliendo de su mundo natal, viaja por la realidad y termina en el cuerpo de otra persona reencarnado. Cuando despierta se entera de quien es el hombre al que le pertenecía su cuerpo. La Mafia Ital...