Capítulo 17

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John: De todos modos yo ya me iba.
Christopher: Será mejor.
Sonrío nerviosa. Me está sacando del apuro de la manera más cortante que lo podría hacer.
John: Hasta otra Tn -mira a Chris de arriba a abajo- Y encantado de conocerte...
Chris: Christopher.
John: Hasta otra.
Pasa el tiempo suficiente para que John se aleje lo bastante como para no oírnos.
Chris: De nada.
Tn: Gracias por demorarte.
Chris: Estaba preparando algo... ¿Lista?
Tn: -me volteo para cerrar la puerta que llevaba abriera todo este tiempo y meto la llave en mi bolso- ¡Lista!
Chris: Vamos al coche linda, no querrás quedarte en el porche.
Él me abre la puerta de su deportivo rojo y entro.
Por lo visto al niño le gusta la velocidad. En cuanto tiene la oportunidad de rugir el motor lo hace sin tormento.
El silencio me inunda cuando lo único en lo que me concentro es en su hermosa mirada fija sobre la carretera, junto con sus dominantes manos posadas sobre el volante.
Chris: ¿Te gusta la velocidad? -dice interrumpiendo la calma-
Tn: Según en que momentos.
Él asiente y sigue sin mirar hacia mi.
Tn: Por cierto. Gracias por lo de antes...
Chris: No ha sido nada. Sólo vi que estabas incómoda y lo intimidé.
Tn: Y tanto que lo intimidaste -suelto una pequeña risita- Espero que no me despida.
Chris: No creo...
Tn: Me comentó algo de unos negocios.
No entiendo por qué le comento esto. En verdad yo no le debo explicaciones de nada.
Vuelvo mi vista hacia él y de nuevo está sonriendo. Su maldita risa es maravillosa.
Chris: Mira Tn, no creo que ese hombre fuera a hablar contigo precisamente de negocios.
Tn: Chris, es mi jefe.
Chris: Tn, soy hombre y créeme que si tu fueras mi empleada y estuvieras dispuesta ya habríamos tenido varías reuniones.
¡Y que lo digas!
Me pone nerviosa con el simple hecho de mirarlo.
Tn: Yo no estoy dispuesta.
Chris: Pues házselo saber.
¡Ah es tan lindo! Por un momento se me ha olvidado todo lo demás.
Mi Christian Grey estaciona el auto en una calle ancha rodeada de diversos locales y desabrocha su cinturón de seguridad.
Chris: Hemos llegado.
Desabrocho mi cinturón de seguridad y al alzar la vista sus penetrantes ojos se encuentran con los míos.

A kilómetros de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora