𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐑𝐎𝐏𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐒𝐔𝐊𝐄 ❝ ❞ ˢᵃˢᵘˢᵃᵏᵘ

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Sakura trabaja día y noche en la panadería de la familia.

Su padre y su madre se hacían cargo de las fianzas, mientras que ella se dedicaba a atender a cada uno de los clientes.

Les iba de maravilla, eso no se podía negar, y cuando una familia nueva llegaba al vecindario, era tradición que fuesen a recibir su bienvenida. 

Ella estaba esperando muy ansiosa a ver a sus nuevos clientes, ¿Por qué?, porque tenía esa pequeña ilusión de que su príncipe azul, galante y caballero, entrase por la puerta y la enamorase a primera vista.

No es necesario aclarar la mala suerte que tuvo las primeras veces, no se puede mentir, el último estaba en una relación muy bonita como para que Sakura intentase nada. 

Tampoco hay que aclarar lo desesperada que estaba. 

-Los vecinos nuevos -Avisó su madre, saliendo de la cocina con la canasta en mano. Sakura salió tras ella con una sonrisa, la cual se ensanchó aún más al ver a una pareja entrar con su hijo detrás. 

Oh por dios. 

Tendría que ser ilegal ser tan malditamente guapo, o eso fue lo primero que pensó. Su madre los dirigió a una de las mejores mesas mientras se presentaba y les explicaba muy simpáticamente la tradición. 

Sakura no salía de su asombro, y cuando aquel chico tomó asiento junto a sus padres, le devolvió la mirada. 

¿Acaso había algo más caliente que esa sonrisa provocativa?. 

No, seguramente no.

-...Y nuestro hijo se llama Sasuke... -Fue a lo único que Sakura le prestó atención, y se acercó a su madre con su mejor actitud inocente. 

Si ese era su príncipe azul a caballo, ella debía actuar como una damisela, ¿O no?.

Fuera pensamientos impuros, se recordó. 

-Disculpe, señora, ¿Es usted repostera? -La voz de Sasuke provocó que todos los presentes callaran y lo mirasen. 

Hasta su voz era perfecta. 

-No, cariño, ¿Por qué? -Su madre se estaba comportando como un ángel. 

-Porque ese pedazo de bombón que tiene de hija no lo hace cualquiera. 

No, no era un príncipe azul.