Buenos días de nuevo, Frank.
Mamá decía que todos los niños venimos al mundo gracias a Dios, que Dios nos manda a cada uno de nosotros porque sabe que somos perfectos. Que Dios nos asigna una familia a quien alegrarle la vida y que nos amará, que Dios siempre nos está viendo, que Dios siempre nos cuida de que nada malo nos pase.
Son alrededor de las 5pm y debo apurarme a escribir si quiero que recibas mis cartas. Hoy fue un día largo pero creo que las cosas están mejorando.
Cuando desperté, Mikey me estaba abrazando. Sus brazos me envolvían por la cintura y su cabeza descansaba casi en mi pecho. Hacía tantos años que no dormíamos juntos que ya había olvidado lo dulce que es eso, y más en estas temporadas de frío y hielo. Así que, a pesar de estar despierto no me moví hasta mucho tiempo después, cuando él también despertó.
Durante ese tiempo me puse a pensar sobre muchas cosas, Frankie, pero te aseguro que nada de ello fueron esas cosas que me dijiste que no pensara. Más bien, pensé en mi hermano.
Mikey es tan solo unos años más chico que yo y él a tenido que intentar ser el hermano mayor que yo nunca podré ser para él. Él es quien me cuida y me abraza y consuela cuando lloro, o me tranquiliza cuando nada más puede hacerlo. Y me quiere, Frankie, Mikey me quiere.
Aunque también tiene ese lado que es sólido y alto como una pared, como un muro. Como si intentara mantenernos dentro, como si todas las cosas oscuras y que nos hacen daño pudieran quedarse fuera para no lastimarnos. Quizá solo a mí, porque él no es frágil… es todo lo contrario.
Tú lo sabes, Frank, sabes cómo es él.
Aún recuerdo la manera en la que Michael te miro cuando tú y yo nos conocimos. Aún recuerdo las arrugas en sus ojos y sus labios tan rectos, ni siquiera una sonrisa. Sé que te amenazó el día en que nos hicimos novios, creo que piensas que no lo sé, pero lo sé... También Recuerdo que agachabas la mirada cuando Mikey te veía directo a los ojos, sé que te daba miedo y que al mismo tiempo lo admirabas. Yo lo hago.
Quizá Dios se equivocó de papeles y me tiró a la tierra a mi primero cuando en realidad los papeles y el tiempo debía haberle pertenecido a mi hermano. Quizá de ser así, yo habría podido ser la escoria y la vergüenza que debí ser, y él el héroe y el ejemplo que ya es. O ¿Sabes? También podría ser un ángel. Quizá me rompí mucho antes de caer a la tierra, tal vez estaba roto mucho antes de saberlo, y por eso Dios lo envió a él aquí, conmigo. Yo sé que lo hizo.
Ésta mañana al despertar las muñecas me causaban mucha molestia, me moví con cuidado de no despertarlo y cuando las vi no había rastros de sangre en ellas, ni siquiera un poco. Bueno, de haberla habido tampoco se hubiera visto a causa de las vendas. Y cuando bajamos a desayunar, mamá estaba feliz.
Frankie, Mikey no le dijo nada a mamá. Mamá no habría estado feliz de haberlo sabido, ni se habría coloreado las mejillas tratando de arreglar su maquillaje, ni estaría intentando sonreír cada que me le quedaba viendo. De haberlo sabido, mi mamá estaría llorando.
Me senté en silencio mientras ella me depositaba besos en la frente y el pelo, y Mikey tan solo se limitaba a comer del cereal.
Creo que soy tan estúpido, y también Dios lo es por haberse equivocado conmigo. Quizá si yo no estuviera aquí, mamá tendría más razones para sonreír que para llorar, tendría más sonrisas reales que las mil falsas que tiene que hacer todos los días para mí. Quizá sin mí, mamá no habría tenido que pagar las cuentas tan altas en los hospitales cuando era pequeño. Quisiera que el día en el que le dijeron que yo llegaría, le hubieran dicho con qué otras cosas vendría atado, de ser así mamá quizá me hubiera abortado o dado en adopción y no habría tenido que sufrir con un hijo que le ha gritado que desearía estar muerto.
Quizá si mamá se hubiera dado cuenta de que yo sería un estorbo, del mismo modo en que lo hizo papá, quizá todo habría podido ser más fácil, más feliz, más real. Quizá Mikey habría tenido una vida normal sin hermanos estúpidos como yo, quizá incluso mamá podría haber tenido otro bebé y Mikey sería su hermano mayor.
Pero no, Frank, nada de eso pasó y Mikey, mamá y tú tienen que soportarme, y me siento tan impotente y estúpido por no poder arreglarme o poder largarme para no hacerlos sufrir más de lo que ya he hecho.
Quisiera que un día de estos, cuando decida irme y ya no esté más, le digas a mamá y a Mikey que me perdonen.
Si pudiera tomar cada pieza rota en mi vida y arreglarla, lo haría. Pero no puedo. Y sigo queriendo entender cómo es que Dios se ha equivocado tanto conmigo, yo no soy perfecto, estoy roto y sigo tratando de arreglarme a pesar de que cada vez me rompo un poco más. Tampoco creo estar alegrándole la vida a mi pequeña familia, y mucho menos creo que Dios me éste cuidado. Creo que se ha equivocado tanto, que incluso se ha olvidado de mí.
Pero trataré de estar bien con eso.
Mamá me está apurando desde la puerta, ¿recuerdas que te hablé de esas sonrisas de ella? En este momento está poniendo una de esas.
Ojalá pueda a ir a verte pronto, Frankie, no quería decírtelo pero ahora los ataques de ansiedad han vuelto. Y te extraño mucho.
Ojalá te recuperes pronto…
Y Frank, te quiero.
Sinceramente, Gerard.
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Buenos días, Frank [Frerard] HLYBN1
Fanfiction"Aquí están tus cartas, Frankie, con todas las cosas buenas y las malas también. Y voy a escribirte una diaria, como me hiciste prometer." Gerard escribe cartas que Frank lee demasiado tarde. | My Chemical Romance | Frerard | 6 partes / 4,405 palabr...