"Capítulo I"

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"Aniversario"

Justo hoy ella no ponía demasiada atención a la clase, estaba un poco ansiosa, contaba los minutos para salir y poner fin a su ansiedad y nerviosismo.
Hoy era su segundo aniversario con Fernando y luego de leer su mensaje no logró concentrarse en lo absoluto. Necesitaba con urgencia poder besar y abrazar al amor de su vida.

—Jóvenes, la clase ha terminado es todo por hoy. —Informó la profesora antes de marcharse.—

—Oye, ¿Qué dices si vamos por un café antes de irnos al departamento? —Quiso saber Gisselle.

—Hoy no puedo, Fernando me está esperando en el parqueo. Lo haremos luego ¿vale?

—¡Vale! Se portan bien...

Luego de despedirse de su amiga, apresuró el paso para ya no hacer esperar a quién sin pensarlo se había convertido en su más grande amor. Pese a las circunstancias en las que lo conoció.

—Creí que me saldrían raíces aquí esperando. ¿Porque tanta demora? —–Pregunto Fernando acortando la distancia para besar y abrazar a su novia.

—Me estaba despidiendo de Gisselle. —Respondió Kenya. A pesar del tiempo que tenía con él, ese cosquilleo en su estómago cada vez que lo veía no desaparecía, al contrario parecía crecer en gran aumento.

—¡Feliz aniversario, novia mía!
—celebró él.—

— ¡Feliz aniversario, novio mío!
-celebró también ella.—

Después de almorzar juntos por su aniversario. Él llevo a Kenya al departamento que ella compartía con su mejor amiga. En el trayecto a casa en medio de un silencio cómodo ella agregó:

—¿Sabes..? Me siento demasiado afortunada y feliz por tenerte en mi vida, soy la mujer más feliz del mundo. Estoy orgullosa de ser la novia de uno de los mejores penalistas de la ciudad. ¡No! —Se retracto—, Uno de los mejores no, el mejor penalista de la ciudad—

Sin apartar la vista de la carretera él tomó la mano de su novia dándole un pequeño beso el dorso y un suave apretón. En medio de una sonrisa cálida el también expresó su felicidad:

—El afortunado soy yo, han pasado dos años y esto aún me parece un sueño...

Al llegar a la entrada del edificio, se despidieron efusivamente. Parecía que les costaba mucho trabajo separarse uno del otro.

—¿Hay alguien en casa? -preguntó curiosa Kenya, cerrando tras ella la puerta del departamento.—

—Aquí, en mi habitación. Ven, dirige tus pasos y trae tú culo aquí, cuéntame como te fue. —Ordenó Gisselle—

Al entrar en la habitación de su amiga ella estaba frente a su tocador. Terminando de peinar su cabello. Al observarla por el espejo Gisselle le sonrió.

—¿Y? Cuenta mujer, me tenías con el pendiente... —Quiso saber ella, mientras tomaba uno de los tantos labiales para aplicarselo.

—Me fue muy bien, fuimos a almorzar y ya... eso fue todo. Él debía volver al trabajo para resolver un pendiente. Eso fue lo que dijo, así que ya tienes a tú mejor amiga disponible para ti. Yeah.

—¿Eso fue todo? ¿Sin obsequios? ¿Donde quedó él Fernando romántico? —Bromeó Giss, terminando de aplicarse el labial.

—No seas tan materialista mujer, sabes que a mi no me interesan esas cosas. No son tan importantes. —Kenya hizo énfasis en la última palabra—

"Cruel Destino" |Borrador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora