Cap 03

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Y llego el día, la luz del sol se cola por la gran ventana que tiene la habitación, siento que he dormido todo un día.

Rauss no se encuentra a mi lado- ¿Rauss? - silbo y escucho el sonido de sus patas corriendo hacia acá, lo veo por la puerta y de un salto se sube a la cama y empieza a lamerme –Amigo, perdóname; me quede dormido seguro mueres de hambre- logro apartarlo y quitar las suaves telas que cubren mi cuerpo.

Me siento en la cama y empiezo a limpiar las lagañas que tengo en mis ojos, me paro y estiro mis brazos hacia arriba. Qué bien me siento, me siento recuperado.

Me volteo a ver el desorden que deje en la cama y veo el diario. Me había olvidado por un momento del diario, lo agarro y empiezo a caminar hacia la cocina, Rauss me espera ansioso al frente de su plato vacío.

Dejo el diario encima de la mesa de cristal, y de mi mochila saco la comida de perro que encontré y le vierto un poco en su plato y el empieza a devorar; guardo lo que sobra de galletas y saco una lata pequeña de frijoles y sacando un tenedor de unos de los cajones me siento en la mesa de cristal y mientras voy comiendo leo la siguiente hoja que me quede ayer del diario.

Querido Diario

Mi familia se está derrumbando, ayer cuando salí de mi habitación después de que mi padre tocara mi puerta desesperadamente como si fuese a tumbarla, me recibió de brazos cruzados, me agarró de la coleta y empezó a jalarme por el pasillo hacia las escaleras. Me dolía mucho, trataba de zafarme, pero él es más fuerte.

AL llegar abajo me soltó y me empujo haciéndome caer al piso, mi mamá que se encontraba sentada en la mesa se paró y se apresuró a ayudarme a pararme.

Ahí mi madre y mi padre empezaron a discutir, me asusté, me acerqué donde mi hermanita porque la notaba muy asustada y a punto de romper en llanto.

La abracé y le repetía que no pasaba nada, pero yo también estaba asustada.

Mis padres seguían discutiendo y mi padre se fue por la puerta principal desapareciendo de mi vista, mi madre enojada volvió a sentarse en la mesa y me miró.

Siento que todo es mi culpa, me regañó por lo que tarde tanto en bajar y lo único que le dije fue que estaba haciendo tarea.

No comí nada, me tuve que quedar sentada en la mesa toda la tarde hasta que acabara de comer, pero aun así no comí nada, acabé votando la comida en el tacho de basura.

Cuando cayó la noche mi padre regreso, se le acercó a mi mamá y se pidieron disculpas.

Esa misma noche tampoco pude pegar un ojo, el insomnio ya se había apoderado de mí. Aparte que siempre escuchaba como mi padre salía de su habitación y salía de la casa para llegar antes de que saliera el sol.

Termino de comer toda la lata de frijoles y lo boto en el tacho.

Me sorprende lo mucho que me he "unido" a las palabras de la pequeña, pensar en todo lo que le pasó me hace sentir mal.

Quisiera saber cómo se llamaba, saber hace cuanto tiempo habrá escrito eso, saber qué edad tendría ahora.

Antes de salir a investigar el resto de los lugares de la ciudad estuve ejercitándome en el pequeño gimnasio que tiene la casa donde me estoy quedando.

Levantar un poco de pesas, hacer barras, un poco de piernas y abdominales. Puede que no coma muy bien, pero trato de mantenerme un poco en forma, tomé esa decisión ya que, si es necesario escalar, empujar o en el peor de los casos pelear, debo tener un poco de fuerza ante cualquier situación.

Estoy terminando de bañarme, esta casa tiene un tanque que tiene un poco de agua ahorrada, pero lo malo es que no es solar y el agua cae fría sobre mi piel, ya estoy acostumbrado, pero desearía por una vez bañarme con agua caliente.

Don't Touch Me (DTM #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora