Cap 26

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Un fuerte olor a alcohol llega hasta mi conciencia haciéndome despertar. Abro los ojos e inmediatamente me siento; a mi lado está Steve con una mirada de preocupación genuina.

-¿Estás bien?- su mano llega a mi espalda atento a que me volviera a desmayar.

Me toco la cabeza por un fuerte dolor punzante, cierro los ojos porque mi vista se vuelve borrosa por un momento- ¿Qué paso?- estoy sentado en unos de los bancos de metal del vestidor.

-¡Lo hiciste!- una enorme sonrisa se le dibuja en el rostro, me da un ligero golpe en el hombro provocándome una carcajada- ¡Eres el primer hombre que pudo vencerlo! ¡Joder!

Me levanto lentamente sin borrar la sonrisa del rostro- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?- me estiro levantando los brazos.

-Sorprendentemente estuviste inconsciente durante 5 minutos creo- abro los ojos como platos ¿Tan poco tiempo?

Steve se para, me da unas palmaditas en la espalda y caminamos hacia unos lavamanos que están pegados a la pared, abro el grifo, el agua fría cae como una cascada, mojo mis manos y lavo la cara, el agua se tiñe de un color rojo.

-¿Y cómo esta Michael? cuestiono al terminar de lavarme la cara, gotas cayendo a los costados.

-Lo dejaste noqueado, lo llevaron a la enfermería- ahora que la adrenalina se ha ido, lo único que siento es una tremenda culpa- No te sientas mal, ya era hora que alguien lo pusiera en su lugar- me sonríe- Es hora de comer ¿Vamos? –asiento.

Caminamos hacia la puerta que separa el comedor con el vestidor, la mayoría de los soldados están sentados en las mesas redondas compartiendo comida y sonrisas.

Es la hora, es mi oportunidad de ir a buscar a Rut, Steve me guía hasta una mesa que está casi vacía sin contar a dos compañeros que se están matando de la risa.

Cuando me siento ellos me reciben con un fuerte aplauso ¿Debería sentirme bien? ¿Está bien festejar por dejar inconsciente a un compañero? Mmm... Sí, qué más da.

-Quédate aquí, te traeré comida, te lo ganaste- como niño obediente me siento y espero ansioso mi premio.

No logro evitar mirar el pasadizo que guía hacia el ascensor, tengo que esperar al momento más adecuado para escabullirme, solo tengo 15 minutos, no puedo perder más tiempo.

Steve llega minutos después con dos bandejas de comida, una la posiciona al frente mío, en ella hay una botella de agua y un plato que tiene una manzana verde y un gran emparedado que parece que tiene lechuga, pollo y tomate. Peor es nada.

-¿Cuánto tiempo tenemos para comer?- muerdo la manzana haciendo que todo su elixir se expanda en  mi paladar.

-10 minutos- no escupo la manzana porque es un pecado desperdiciar comida, pero casi me ahogo con el pedazo de manzana- ¿Qué pasa?- cuestiona cuando se da cuenta que casi me muero por ahogo.

-No nada- cojo la botella para tomar agua, es un alivio poder respirar bien- Es que... creo que la manzana me ha caído mal- me toco el estomago y empiezo a levantarme lentamente haciendo un gesto de dolor.

-Oh bueno, ve a enfermería- asiento.

Y empiezo a caminar hacia el pasadizo, pero el agarre de una mano sobre mi hombro me detiene, volteo y es Steve-¿A dónde vas? La enfermería está al otro lado- me indica.


-El doctor Arthur dijo que tengo que ir a verlo si me siento mal- sonrío nerviosamente e intento seguir mi camino pero Steve se para al frente mío.

-No te creo, no está permitido interrumpirlo- se cruza de brazos  amenazándome con la mirada.

-Steve me duele mucho debo ir a verlo- hago un gesto de dolor y me tuerzo inclinándome para abajo sin dejar de tocar mi estomago.

-Entonces vamos a la enfermería que hay allá- me agarra el brazo y empieza a jalarme en dirección contraria, pero de un fuerte tirón me suelto y empiezo a correr directo al ascensor con él siguiéndome.

Desesperadamente presiono el botón para que las puertas se abran de una vez, siento que el tiempo pasa mucho más lento, se abren súper lento, entro rápidamente y presiono el botón para cerrar la puerta de una vez.

Veo a Steve corriendo a mi dirección- ¿Qué crees que estás haciendo?- grita, cada vez más cerca.

Las puertas se empiezan a cerrar, y antes que pierda de vista a Steve le grito-¡Voy a cagar!- y las puertas se cierran haciéndome suspirar de alivio.

Ahora que estoy solo tengo la oportunidad de ir por cada piso a buscarla, pero tengo que descartar, ya estuve en el piso 4 y el tres, me falta el piso 2 y el 5.

Presiono el botón con el número 2 y en instantes la puerta se abre dando paso a una enorme sala con varias personas de trajes de color blanco.

Salgo del ascensor y camino dudoso hacia uno de los hombres uniformados- Disculpa ¿En este piso que hay?

El hombre me mira un poco fastidiado, suspira- Acá se hace todo lo que es tecnología y construcción ¿Qué haces aquí?

Sin responder doy media vuelta directo al ascensor. De acuerdo no creo que esté aquí, lo único que me queda es el quinto piso.

De vuelta al elevador espero impaciente a que las puertas se abran, y cuando lo hacen casi me da un paro cardiaco.

-¿Qué crees que estás haciendo?- Steve de brazos cruzados en medio del elevador, me agarra del brazo jalándome hacia el- Si alguien te descubre paseando por el cuartel te llevan a prisión, imbécil.

Me da un golpe en la cabeza como si así pudiera entrar en razón- Escúchame- le suplico- esto es importante- las puertas se cierran.

-Dime antes que pierda la paciencia-está muy enojado, lo entiendo ni yo mismo me soporto.

-¿Te acuerdas de que comenté que me gustaba una chica?- asiente- Tengo que ir a buscarla, está en peligro.

Una ceja se le eleva en señal de no entender ni un rábano, aprieta el botón para parar el ascensor- Explica ¿Por qué está en peligro? ¿Qué tiene esa chica para que la estés buscando en el cuartel?
Trago saliva, mi subconsciente me da palmaditas en la espalda animándome a contar toda la verdad- Rut, tiene un don- sus ojos se abren- Ella tiene la habilidad de curarse muy rápido, el virus no la puede lastimar, y cuando quería ir a verla me dijeron que no es posible, que mejor me olvidara de ella- camino de lado a lado como un loco desesperado.

-¿Crees que la tengan dentro del cuartel?

-Es lo más lógico, quieren encontrar una vacuna con ella, pero ¿Cómo sé que está bien?- me estoy desesperando, me muerdo las uñas y mis piernas no dejan de moverme de un lado a otro.

-Okey, cálmate chico, no creo que le estén haciendo algo malo, además...- se acerca a mi- Está prohibido ir al quinto piso, solo personal autorizado puede- como no dejo de caminar como desquiciado me agarra del hombro haciéndome detenerme.

-¡Entonces le están haciendo algo malo! Debo ir a ayudarla, no puedo perderla- las palabras se enredan en mi boca y empiezo a decir cosas sin sentido.

Steve viéndome en estado de locura me impregna una cachetada en la mejilla izquierda-¡Tranquilízate! ¡No te comportes como un inmaduro!

Siento mi mejilla arder-¡Eso dolió!- lo miro enojado.

-Lo siento, era la única manera para que entraras en razón- sus manos me liberan, estoy más tranquilo pero mi mejilla duele.

-Sí, perdón, me alteré- suspiro, me dejo caer quedando arrodillado en el piso- ​Es que no puedo soportarlo, hasta que no la vea a salvo no estaré tranquilo- pongo mis manos sobre mi cabeza en señal de frustración.


Siento que Steve se arrodilla a mi lado y posa su mano sobre mi espalda en señal de consuelo- Oye- levanto mi cabeza y lo miro- Te ayudaré- sin pensarlo le salto encima rodeándolo con mis brazos, pero no dura mucho, me aparta haciéndome caer para atrás-¡No te pases! ¡Los abrazos no están permitidos en mi!- me señala a lo cual lo único que hago es reír.

Me levanto quedando frente a frente- Gracias, y perdón por meterte en este lío.

Steve asiente y presiona el botón con el número 5 y en instantes empezamos a subir- Si alguien nos descubre diré que me drogaste y me obligaste hacer esto y no tenía opción- emito una fuerte carcajada.

Las puertas se abren delante de nosotros, lo primero que veo es una sala pequeña con sillones y en un costado, al final una puerta, no hay nadie.

-Vamos- ordeno, salimos del ascensor, me parece raro que no haya nadie siendo un lugar que solo pueden entrar personas autorizadas.

-Esto parece sospechoso, no hay nadie- miramos los alrededores, al lado izquierdo hay una puerta que tiene el logo de una niña y un niño; obviamente es el baño.

Caminamos lentamente hacia la puerta al fondo de la habitación, tiene una cerradura que necesita una tarjeta para poder ser abierta, saco mi tarjeta del bolsillo y la paso por ella, pero no abre- Te dije que solo personal autorizado pueden entrar- gruño.

El sonido del ascensor hace que Steve y yo nos miremos asustados- ¡¿Qué hacemos?!- grita a lo bajo Steve.

Miro a todos lados, lo agarro del brazo y lo jalo en dirección al baño escondiéndonos detrás de la puerta.

Las puertas del ascensor se abren, por una pequeña apertura logro ver a un señor uniformado y otro con bata blanca. Espera... esa calva la conozco ¡Es Arthur!

Están hablando algo que no logro escuchar, Arthur saca de su bolsillo una tarjeta, la pasa por la cerradura y la puerta se empieza a abrir lentamente.

No pierdo más el tiempo y salgo del escondite en el que estamos y corro directo a la puerta deteniéndola antes que se cierre por completo. Steve sale después de mi- ¿Qué piensas hacer?-susurra.

Busco con la mirada un objeto que me permita bloquear la puerta, veo en un costado una revista encima de una pequeña mesa de madera, me estiro y la agarro poniéndola en el piso para que haga soporte y no se cierre la puerta.

-¿Vas a entrar?- cuestiona asustado, lo estoy poniendo en una situación muy complicada, pero no tengo opción.


-Tengo que ver si la tienen aquí, tú quédate haciendo guardia- Sus manos llegan a su rostro y da algunos pasos hacia adelante.

-Si te descubren no me quedaré a defenderte- le sonrío.

-Está bien, haré lo posible para no demorarme tanto- le doy un último vistazo y atravieso la puerta.

Lo que ven mis ojos es imposible de creer, es una habitación enorme con varias computadoras y personas en ellas, una gran pantalla en la pared al frente de todos.

Unas voces interrumpen mi admiración, asustado corro directo hacia una mesa de metal a un costado y me escondo detrás de ella.

-¿Ya están en posición?- es la voz del jefe, Yeison si no me equivoco, elevo mi cabeza para poder ver lo que está pasando. Veo al jefe; como lo llaman acá, hablando con Arthur.

-Sí, podemos ver ahora- interfiere Arthur.

El jefe hace una señal con la mano a una de las personas que están en la computadora, y en segundos en la pantalla gigante aparece una imagen, hay hombres uniformados con trajes especiales que los cubren totalmente acercándose a una ¿pared?

Parece una pared de electricidad, de un color morado y rayos aparecen- Muestren al sujeto R13.

¿Rut? Uno de los chicos en computadora aprieta un botón y en segundos la imagen de la enorme pantalla cambia, se ve una habitación oscura, hay una cama pegada a la pared y encima hay algo que no logro ver con claridad.

-Visión nocturna- ordena el jefe, la imagen cambia a visión nocturna, donde se puede ver de un color verde; algo parecido, no sé cómo explicarlo.

Pero la imagen se ve más clara, y lo que hay encima de la cama es...¡Rut! Está en posición fetal sobre el colchón, mi corazón se da un vuelco.

Está asustada, lo poco que logro ver es que al frente está la misma pared de electricidad.

-Que entren- vuelve a ordenar Yeison.

Arthur asiente y alza su mano que tiene una radio, aprieta un botón- Pueden entrar.

En la pantalla se ve como la pared se empieza a abrir dando un espacio bastante grande, los dos hombres uniformados entran y de forma inmediata la abertura de la pared se cierra.

-¿Hay algún avance? ¿El proyecto R13 aporta?-cuestiona Yeison.

Arthur empieza a buscar algo en un portafolio que tiene en su mano- Me han informado que no quiere comer, también ha atacado a un hombre que había intentado sacarle sangre para unos análisis y ha amenazado de muerte a uno de mis hombres. Pero cuando lo intenta resulta herida- mira a Yeison y se nota en su mirada una genuina preocupación- A este paso morirá.

Siento que mi cuerpo se estremece ante oír esa palabra "Morirá". Vuelvo mi atención a la imagen de la pantalla, los dos hombres empiezan a caminar hacia Rut, ella alza la cabeza y en un movimiento rápido se para de la cama y corre directamente a una esquina.

-Avancen cuidadosamente, acuérdense que ella puede transmitir el virus con solo tocarlos, cúbranse bien- ordena Arthur desde el intercomunicador.

-Estamos tratando de acércanos, pero se aleja- interfiere un hombre a través de la radio.

Yeison le quita la radio a Arthur- ¡No me importa que no colabore, necesitamos su sangre!- ordena.

En la pantalla se ve como los hombres empiezan a acercarse a Rut, no puedo ver esto, me está matando verla así; quiero ir a ayudarla, quiero sacarla pero mi raciocinio me dice que aun no, tengo que esperar el momento adecuado.

-Jefe, no podemos hacer eso, la paciente debe estar consciente para el proceso ya que solo ella puede decidir a quién infectar y en qué momento curarse, si no está consciente no se logrará nada.

Yeison gruñe – Salgan, si ella no va a colaborar no nos sirve, salgan- ordena desde la radio.

Los hombres en la pantalla empiezan a caminar en dirección a la pared de corriente eléctrica, a lo cual esta se abre dejando un pequeño espacio para que salgan.


En ese momento Rut levanta la mirada, en un movimiento rápido se levanta y empieza a correr en dirección a la pared donde está abierto, está muy cerca, pero el agujero se cierra y Rut choca contra ella recibiendo una corriente eléctrica, todo su cuerpo se mueve de una manera que asusta, y cae de espaldas contra el suelo inconsciente.

Presiono mis puños a los costados conteniendo las ganas de ir a salvarla- Necesitamos que confíe en nosotros para que aporte- indica Arthur dando media vuelta en dirección a otra puerta desapareciendo de mi vista.

No puedo quedarme más acá, salgo de mi escondite y camino sigilosamente hacia la salida.

Veo la espalda de Steve desde la apertura de la puerta. Él voltea y me hace una seña con la mano para que apresure en salir.

Pero el sonido del ascensor hace que los dos nos quedemos quietos por un momento, tengo que ocultarme a un lado para que no me vean.

-¿Qué haces aquí?- una voz femenina se escucha a la distancia. No puedo ver a Steve pero sé que debe estar muy nervioso.

-Vine.. A buscarte- sí, se le escucha nervioso.

Con sumo cuidado miro por la pequeña abertura de la puerta, veo a Steve mirándome fijamente y una chica de espaldas, reconozco ese cabello crespo ¡Es Emma!

-¿Buscarme a mí?-cuestiona cruzándose de brazos- ¿Por qué?

-Para hablar sobre lo de nosotros- sonríe nervioso. Pobre, y todo por mí.

-¿Nosotros? ¿Cuándo tuvimos un "nosotros"?

-EH...- Sus ojos buscan ayuda en mi mirada, en señas le trato de decir que tiene que llevársela, pero somos hombres, no entendemos lenguaje de señas- Por eso vine a buscarte.

-¿En el cuartel? ¿Justo ahora?- Emma se voltea pero Steve actúa rápido y la voltea, y sin pensarlo sus labios chocan contra las de ella. Sus ojos me dicen que debo salir de ahí.

Obedezco y salgo sacando la revista poniéndolo en su lugar, no hago ningún ruido y corro directamente hacia el baño.

-¡¿Qué crees que haces?!- la escucho gritar a Emma.

-Perdón, no me resistí- lo escucho decir.

Veo como Emma le da una cachetada a Steve y camina hacia la puerta, saca una tarjeta de su bolsillo y desaparece por ella.

Cuando veo que no hay peligro alguno salgo del baño en dirección a Steve- Oye...- me acerco, pero me detiene con su mano.

-No digas nada o te castro- voltea y camina hacia el ascensor- Vámonos- en silencio obedezco porque no quiero quedar estéril.

-¿Cómo te fue?- cuestiona.

Ante mi enojo golpeo la pared de metal del ascensor, que sorprendentemente no siento dolor ¿Será por el enojo?

-Creo que no te fue bien ¿Qué paso?- suspiro tratando de encontrar paz y no golpear otra vez.

-Sí está ahí- me paso la mano por el pelo, estoy muy enojado y preocupado.

-Eso es bueno ¿O no?- se cruza de brazos, lo entiendo, está enojado ahora pero aun así se nota que quiere ayudarme.

-Está sufriendo, la tienen en una habitación con paredes que cada vez que te acercas te pasa corriente eléctrica.

Llegamos al primer piso, la hora del descanso ya se acabo y debemos volver a entrenar antes que sospechen.

-¿Y qué vas hacer?

Dejo de caminar y volteo para mirarlo- La tengo que sacar de ese lugar.

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Nota de autora: No olviden votar que me ayudaría mucho.

¡¡¡Besos!!! ☺︎︎♡︎

Don't Touch Me (DTM #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora