Don't Touch Me (DTM #1)

Cap 24

Todo el comedor ha quedado completamente lleno, personas y personas conversando y riendo, todos parecen tener alrededor de 17 y 25 años.

Estoy sentado en una pequeña mesa, cruzado de brazos esperando a que Justin termine de servirse de comer; no logro evitar notar que un grupo de chicas a mi costado han estado mirándome y comentándose algo entre sí.

-Llegue- aparece Justin con una bandeja en sus manos, un gran plato que tiene fideos rojos, una enorme carne roja y en un costado unos cuantos brócolis- Ya puedes ir a servirte- sin pensarlo dos veces me levanto y a caminata rápida camino hacia el puesto de comida.

Creo que se me saldrá la baba, todo se ve delicioso.

Cojo una bandeja y un plato enorme, mis ojos se dirigen hacia una enorme carne que me está haciendo ojitos desde que llegué, lo sirvo en mi plato, luego cojo un poco de arroz que tiene verduras ahumadas, por último una buena porción de ensalada; agarro cubiertos y me sirvo en un vaso un líquido de color anaranjado.

Satisfecho con mi elección camino de regreso a la mesa donde me espera Justin, o eso creía; ahora hay dos chicos sentados.

-Eh... hola- me siento mostrando mi mejor sonrisa.

-¡Daniel! Ellos son nuestros dos compañeros, él es Steve- señala a un chico moreno con pelo corto, es demasiado robusto y parece tener mi edad- Y él es Harold- señala a un chico de cabello rubio, una ligera barba, ojos de un fuerte color celeste.

Harold me hace recordar a Rut...¿Cómo estará? ¿Dónde estará? ¿Por qué Arthur me dijo que tenía que olvidarme de ella?

-Así que... vienes del exterior ¿Cómo es afuera?- interrumpe mis pensamientos Steve mirándome fijamente.

-Es horrible- empiezo a cortar la carne- Todo es tan triste...No hay nadie, las casas abandonadas, lo único que comía eran latas de conservas-apenas termino de hablar me meto el pedazo de carne en la boca.

Esto sabe a gloria, ya se me había olvidado como sabe la comida recién hecha, creo que moriré por tan delicioso sabor que se derrite en mi boca.

-¿Estuviste solo todo este tiempo?- vuelve a preguntar Steve.

-No- paso el pedazo de carne- Tenía un perro, se llamaba Rauss; también encontré a Rut, y en un tiempo estuvimos con un hombre pero nos traiciono.

-¿Y... qué pasó con Rauss y la chica?- esta vez pregunta Justin.

-Rauss murió por salvarme de un lobo y Rut... no tengo idea donde esta- bajo la mirada a mi esquicito plato de comida, pincho con el tenedor un tomate y me lo meto a la boca.

-Seguro está bien la chica, debe estar en otra letra- interfiere Steve.

Quedamos en silencio un momento hasta que Harold por primera vez habla- ¿Qué deber tienes?- tiene un acento que me recuerda demasiado a Rut.

-Soy soldado ¿Y ustedes?- vuelvo a meter otra porción de comida en mi boca.

-Yo también soy soldado y Harold es ...¿Qué eres?- pregunta Steve.

Harold ríe negando con la cabeza- Fabrico armas.

-¿Cómo es el trabajo de soldado?- miro a Steve esperando una respuesta.

Él suelta un suspiro y se recuesta en el respaldar de la silla- Es un poco complicado, entrenamos casi todos los días, excepto los domingos. El coronel es muy estricto- voltea su rostro hacia la derecha y se le abre los ojos- Miren- nos indica, todos volteamos hacia la dirección en que está mirando- La hija del jefe se digno a venir.

Y ahí está, la niña del diario, el que me acompañó en mis tiempos de soledad y me produjo muchas dudas de lo que era NUCC.

-Esa chica es muy difícil de conquistar, ella cree que por ser hija del jefe puede hacer lo que quiera, se cree intocable- todos empiezan a reír a mis espaldas excepto yo, me la quedo mirando. Esa chica, es idéntica a la foto, su pelo crespo y sus enormes ojos castaños, y ahora que la veo mejor tiene las pecas casi invisibles en la foto.

-No me digas que te gusta Emma- interfiere Steve, me volteo para encontrarme la mirada de todos sobre mí.

-No, obvio no- vuelvo mi concentración en la comida.

-Mejor- se cruza de brazos Steve- Casi todos los chicos han tratado de acercársele, pero ella se aleja- se acerca más a mí – Solo te recomiendo que ni te acerques a ella, dicen que es muy mala- susurra casi en mi oído.

Volteo para verla otra vez, está en el puesto de comida con un par de chicas, se está riendo.