Who will I be for my daughter?
This little baby, she means the world to me.
Will I relive their mistakes or do things the right way?
For her sake!Siria, agosto 2011
—¿Estás segura de que quieres que haga esto? —Pregunté mientras las tijeras de cocina, recién sacadas de su paquete, se encontraban en mi mano derecha. A su vez, una elástica de cabello cubría mi muñeca izquierda tal como una pulsera—: tardará en volver a estar como antes. —Aclaré.
—Creo que jamás volveremos a estar como antes. —Comentó—: Solo hazlo.
Suspiré. Llevé las tijeras a uno de los bolsillos traseros de mi pantalón. Amarré su cabello y lo ví por última vez, intentando recordar hasta donde llegaba: la cintura. Tomé las tijeras y con miedo las abrí. Su melena era bastante gruesa, por lo que el sonido de los cortes fue dramático. Carlota presionó sus ojos con fuerza, podía verla a través del reflejo de la puerta hacia la regadera, la cual era de vidrio. Tragó saliva y oprimió su pecho tanto que sus clavículas se marcaban perfectamente.
—Creo... que ya está. —Dije y sostuve la cola de cabello despegada. Lota sacudió levemente su cabeza, algunos pequeños mechones caían al piso. Yo puse frente a su vista lo que había cortado y ella sollozó— Solo queda emparejarlo un poco y...-
—Lo vas a teñir de negro. —Contestó rapidísimo pero entendí con claridad cada palabra.
—¿Qué? ¡Ahora sí enloqueciste!
—¡Necesito parecerme a Amal! —Chilló. Yo bufé.
—¿Por qué? Es adoptada, eso es normal y está bien.
—¡Y si él viene y me la quita! Imagina que estemos entrando al aeropuerto y que vayamos a subir a ese gran avión y él venga y la arrebate de mí... Sabes que sería capaz de destrozar todo a su camino con tal de quitármela. —Creí que sus palabras podían ser un poco exageradas pero en realidad, cuando se trataba de su padre, la malicia parecía no tener límite— Necesitamos parecer otras personas, Aris.
Yo negué:
—Eso no pasará. Amal lleva mi apellido y él no puede cambiar eso. ¿Comprendes? No tiene ningún derecho. Ni sobre Amal, ni sobre ti.
Ella asintió y tomó finalmente el moño de cabello, lo acarició con nostalgia y volvió a hablar:
—Pero tíñelo, por favor.
Me dirigí rápidamente al estante del baño, lo abrí y leí las etiquetas. Carlota había comprado algunos tintes para, a futuro, hacer un cambio de imagen. En verdad, no creí que fuese bajo estas circunstancias y eso me hacía sentir afligido.
Tomé el envase que decía «negro azulado» en su etiqueta y un recipiente que contenía un cepillo. Revolví la mezcla como indicaba el empaque, sobre el lavamanos y miré aquella pasta negra mientras la revolvía lentamente. Vi a Carlota por unos segundos antes de acercarme. Ella sonreía nerviosa.
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Disenchanted | Aristemo
FanficAmbientado en: Guerra Civil Siria, 2011. | Sobre un amor en tiempos de guerra, donde la homosexualidad es el peor pecado que pueda existir, tal como decía el padre de Aristóteles, quién se encargó de separarlo de Cuauhtémoc para corregir sus «desvia...