Mi Alquimista

Capitulo 27 "Relación"

Antes de empezar este capítulo tengo una advertencia que dar.
Este capítulo contiene lectura sexual +18, si no te gusta puedes saltar al siguiente capítulo (o esperar a que salga xd).
Ya están advertidos, así que continuemos.
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Narra Edward.

Cuando Mustang abrió la puerta, mire que Hikaru no estaba, había escapado muy probablemente por la ventana, quise ver pero no quería verme sospecho ante Roy.

Roy comenzó a ponerse en un plan extraño y romántico... Estaba muy cerca mío, y no era como si no me gustara al fin y al cabo, esto siempre fue lo quise.

— ¿puedo hacerte mio?

El pregunto, no junto sus labios, estaba esperando, al escuchar eso, apreté con fuerza la ramita del clavel y la solté junto con mi abrigo, para luego besar a Roy y abrazarlo.

No podía resistirme a los labios que siempre quise acariciar, probar, no quise resistirme a las grandes y fuertes manos de Roy tocar y acariciar cada centímetro de mi piel y hacerme sentir en el paraíso, quería que esto fuera mágico, después de todo sería la primera vez que lo hago con alguien. Estaba demasiado nervioso, no sabía si era buena idea, aun era de tarde, había gente en Central trabajando, tenía pánico de que me vieran teniendo relaciones con Roy, ambos estaríamos en problemas si nos descubren, yo probablemente perdería todo lo que conseguí con esfuerzo y lágrimas y Roy... Él perdería aún más que yo, y no sólo eso, su reputación y dignidad estaba en juego si nos encontraban así.

Pero ambos tomamos el riesgo.

Roy me besaba tan apacionado, sus manos se aferraban a mí cuerpo, de besar mis labios comenzó besando mi megilla y fue recorriendo hasta llegar a mi cuello, donde me erize al sentir sus labios y sus dientes morder y succionar mi cuello, sus manos comenzaron a encargarse de quitarme mi coleta y subir mi camisa. Estaba tan nervioso, tan apenado, Roy lentamente me acostó en mi cama, para después continuar.

— Roy... No dejes marcas...

— Quiero que sepan que el alquimista de Acero ya tiene dueño... —susurro él entre besos. —

— Roy... I-idiota... Ah...

El calor comenzó a consumirme, mi corazón acelerado, mi mente no tenía ningún pensamiento en ese momento y me recalcaba... "dobo hacer sentir bien al coronel"

Solo por hoy... Él ya no es mi coronel.

Ahora es mi amante.

Sin darme cuenta, Roy ya estaba sin ciertas prendas, solo quedaba en el su pantalón olgado y una camiseta blanca, de la cual rápidamente se deshizo rompiendola, podía ver su hermoso cuerpo, tenía un pecho tan ancho, tan fuerte, podía ver a un ángel frente a mi. Sus besos fueron acelerando, me quito mis prendas dejándome en solo boxers, estaba apenado al verme así, él solo se limitaba a sonreír y acariciarme. Su boca fue directo a mis pezones y comenzó a lamer, acompañado de ciertas mordidas, algo que me provocó erizarme y moverme mucho.

— Edward, si no te sientes cómodo podemos detenernos. —comentó él deteniéndose al ver cómo me movía demasiado. — no quiero que sientas esto como una oblig...

Lo interrumpí besándolo, lo abracé del cuello y sentí nuestros pechos juntarse, el tembló un poco al sentir mi hombro de metal, no lo culpo, mis partes metálicas eran lo único que estaba frío.
Sonrió y me miró con esos ojos que poco a poco me consumían, el fuego dentro de él quemaba cada punto sensible de mi alma, me hacia amarlo más, me hacía estremecer.

— No puedo dejarte con este problema. —susurre jugando para después tocar con suavidad su miembro, el cual estaba tan erecto que el toque lo hizo sobre saltar un poco. —