Capitulo 29 "sospecha"

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Narra Edward.

No me había dado cuenta en que momento me quede dormido, desperté y mire a todas partes después de no haber sentido a Roy a mi lado.

— ¿R-Roy?... — con los ojos entrecerrados lo busque, mire a la ventana y mire ahí a Hikaru sentado. —

— Hola Ed. —entró, rápidamente me tape hasta el cuello, estaba completamente desnudo. — ¿puedo hacerte una pregunta?

— P-por supuesto...

— ¿duermes sin camisa? —dijo el entre risas. —

— ¿q-qué?... Ah... Jaja S-si. —tontamente tartamudeando trate de disimular todo lo que estaba ocurriendo en ese momento. — ¿Qué haces aquí Hikaru?

— Oye... ¿Crees que dejaría de visitar a mi pequeño rubio? —dijo riendo un poco y con su alquimia sacó un pequeño ramo de rosas. —  es muy temprano, lose, quería darte una sorpresa pero te despertaste.

— H-Hikaru... —sujete las rosas y sonrei. — no tienes porque esforzarte en estas cosas. No son de gran importancia. Pero gracias.

— También tenía otra duda.. —se quedó pensativo por unos minutos y después se sento a mi lado, me recorrí unos centímetros, no quería que me viera así. — ¿porque llamaste a un tal Roy?

— y-yo... Ah... Esque... Tengo tantos problemas con ese idiota que ya no se lo que digo.

— Ed... —sujeto mis manos y me miró directo a los ojos. — ¿Estas enamorado de esa persona?

Esa pregunta... Me hizo sentir un leve rubor en mi rostro, recordar a Roy, recordar como me beso por primera vez, como tuvimos relaciones... Era demasiado lindo.
. Pero Hikaru... No debe saber de él, no quiero que le haga daño.

— Hikaru... Tranquilo. —lo abracé. — ¡Soy un hombre independiente! —reí con fuerza y di pequeños golpes en su megilla con suavidad. —

— Edward... ¿Podemos salir hoy? —dijo con esa seriedad, con esa voz tan delicada, tan rota, tan llena de sentimiento. — por favor.

Sujeto mi barbilla con suavidad, levantó lo rostro con tal delicadeza y sentía su respiración tan cálida y tan cerca de mí, me ruborize... Pero... No quiero serle infiel a la persona que de verdad tiene mi corazón por completo.

— Hikaru, espera. — lo detuve poniendo mi mano en su pecho y lo separe. — lo siento...

— Te demostraré que de verdad quiero ser el primero en tu corazón. —me susurro y beso mi frente para luego levantarse y caminar hacia la ventana. —

Él desapareció dando un brinco, lo último que pude ver fue un rostro enojado, lleno de tristeza y de un pasado que aún no puede olvidar.

— ¿Edward? —escuche la voz de una chica fuera de mi habitación. Era Riza. —

— ah... Un momento... —rápidamente me levante de la cama y sujete mis prendas para luego vestirme con rapidez, tenia todo mal puesto pero por lo menos me cubría. Así pasaron 5 minutos en lo que me cambiaba y al acabar le di pase a la rubia. — Buen día teniente.

— Buen día Elric... ¿Puedo preguntarte algo? —dijo ella algo desanimada. —

— ¿pasó algo? —pregunté y me recargue en la pared para ver como ella se sentaba en la cama. —

— mh... ¿Acababas de despertar, no es así? —sonrió y después me miro. — ¿ quieres sentarte?

¡NO!

El idiota y maldito Roy me había roto las caderas, si me sentaba notaría mi gran incomodidad.

— no, no te preocupes. Ahora, ¿porque veniste tan temprano? —pregunté para evadir por completo el tema. —

— B-bueno... Hace varios minutos vi a Mustang ir con el Fuhere, me pareció algo extraño, traté de evadir lo que vi pero algo me llamó la atención... Mustang se notaba extraño. ¿Sabes que le causó esa incomodidad?  —me miró de nuevo, vi que su vista se perdió un poco y denuevo miró mis ojos sorprendida. —

—  si te soy sincero... Realmente no tengo la menor idea, Roy suele ser cerrado en muchos aspectos...

Menos en el lado oscuro y pervertido...

— eso lose —me interrumpió. — pero estoy preocupada por él, nunca me aviso que hablaría con el Fuhere, ¿se habrá molestado por algo?... Edward... ¿Puedo hacerte una pregunta... Sin incomodarte?, ¿podrías ser sincero? —antes de hacerme estas dos preguntas ultimas suspiro y se calmo para luego mirarme seria. —

— adelante —me cruce de brazos. —

— Roy y tu... ¿Están saliendo?

Me sorprendí tanto, pero no quise verme obvio, di un pequeño sobresalto al escuchar esa pregunta y después sacudi mi cabello. —

— Por supuesto que no... Ambos somos hombres y aparte es muy mayor para mí.

Esa respuesta que dí... Me partió el alma....

Nose porque sentí un horrible crujido, mis ojos querían echarse a llorar y traté de que no se formará un nudo en mi garganta.

¿Porque ocultaría los sentimientos que le tengo a Roy?

Porque ella es su ex esposa.

— ya veo... Me siento un poco más tranquila. Iré por él, debo cuidarle la espalda. —se levantó y camino a la puerta, yo estaba aún lado de esta. —

— Riza... —logré sujetar su hombro antes de que saliera. —

Sentí como dio un pequeño sobresalto y me miró para luego reírse un poco y levemente.

— Edward... Yo te apoyo, sea con quien sea, estaré feliz por ti pequeño. Así que no te preocupes yo lo mantendré en secreto.

— ¿de que hablas?

— Ed... —se acercó a mí y me susurro. — no puedes ocular esos enormes chupetes que te dejó el coronel. —se alejo y me sonrió. —

— Riza... ¿Me harías un favor?... Cuando llegues con Mustang podrías darle un golpe con todas tus fuerzas por mi parte. —dije mirando hacia el piso y soltandola, no quería que viera mi sonrojo intenso y mis temblores, estaba lleno de rabia. —

Pero algo me mantuvo tranquilo...

Riza no me odia...

Mi AlquimistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora