ROUND 3

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Round 3

Farrelly

Cuando estaba en sétimo grado, hace como tres años… quise ser una Beth, no porque quería que mi cara sea un clon perfecto, sino porque ellas eran dueñas del colegio, dueñas de su cuerpo, de su vida, de su familia… no esclavas.

Cuando las conocí ya había pasado lo del mal rollo de querer ser una Beth, de querer tener el cabello lindo y sedoso no como ese morro de color castaño mierda que tenía… tal vez por eso pinte mis puntas, por no decir casi todo el cabello de color azul eléctrico. Se hicieron mis amigas… tal vez por lastima o por la señora Madison, su madre, y antes de darme cuenta estábamos las tres estudiando juntas y haciendo pijamada casi todos los días.

los recuerdos de esos días casi traían lagrimas a mis ojos , la madre de las gemelas no solo era súper genial, sino que también había sido el ejemplo materno más real que había tenido… hasta que murió, hace un año, la felicidad no duro mucho pero me alegro la vida aunque luego vino la tormenta, el padre de las gemelas se encerró en su trabajo y nos dejaba solas, mi casa de por si era una mierda, con mi familia completa sin mí, por ese entonces era la peor amiga de todas ya que en lugar de ayudarlas a salir de esa pena, me hundí con ellas

Por suerte ya habíamos salido de eso.

—Farrelly— oí a Laly, ella era la gemela rebelde—no le digas a Clary, pero ya tengo su regalo de cumpleaños—me susurro mientras íbamos hacia su locker.

Cierto, el cumpleaños de las gemelas se acercaban y yo lo había olvidado, esa mierda con mi psicóloga y psiquiatra, la señora Backer, me tenía jodida, en especial desde que ya no confiaba en ella, aun así, el olvidarme una fecha tan especial me hacia la peor amiga del mundo, por segunda vez.

—Es un polo autografiado por Jack Buggs—sonrío, Clary y yo lo amábamos

—joder, me muero, cuanta envidia—susurre agarrándolo, era negro, con la imagen de Jack en el centro y su autógrafo en tinta negra sobre su cuerpo

— ¿Envidia de qué?—oí a Clary a mis espaldas

—Laly tiene una cita el miércoles contigo y esos sexis chicos, mientras yo estaré en mi casa haciendo los deberes. —dije dándole el polo a Laly para que lo guardara

—Mentirosa, odias salir con chicos— gruño Clary—me ocultan algo

—Sí, Fa oculta algo y yo te lo diré Cla. —oí a Laly mientras guardaba el polo como si fuera un cuaderno mas

Abrí los ojos como platos.

—Farrelly Dith Willes estuvo hablando con Tate Dragfurt y con Lucien Wolf, es cierto que Tate está bueno pero es…

— ¡Lucien Wolf!—chilló Clary— ¡joder Fa!, es uno de los cinco, ¡y es el primero!

Los cinco, era como llamaban a los chicos más ardientes del colegio, divididos en clases y modelos sociales.

Puesto #5

Nathan Latter: el típico chico bromista, pero caliente como estufa, sensual, tenía el cabello marrón casi rojo, media un metro setenta y ocho, era delgado pero fuerte. Pero lo mejor de él a mi parecer eran esos ojos color verde sedosos, como con luz plomiza que te hipnotizaban y te obligaban a mirarlos, es que ese color debería ser imposible de obtener, hasta para los artistas, los comentarios femeninos lo elevaban por los cielos como si fuera una especie de príncipe o caballero, personalmente yo creía que todo hombre que te haga reír, te hará gemir. Y así era el número cinco así que imagínense como será el número cuatro

Puesto #4

Stephen Dallman. Era el más inteligente en la escuela y creo que en el país, a él si lo conocía muy bien, llevábamos literatura avanzada desde hace dos años y era mi amor platónico, es que con esas gafas de Harry Potter, el cabello rubio que lo volvía malo como Draco y la ropa despreocupada de Ron… hacia que mi adicción Potterhead me llevara a un paraíso orgásmico hecho hombre, él era ardiente, adorable e inteligente, a mi parecer era perfecto y mi platónico desde que termine con mi ex, había puesto en el todas mis expectativas y sueños eróticos; cuando deje de lado mi momentánea atracción por el número uno Stephen era lo que yo necesitaba, el único problema es que… no era la única que lo pensaba.

—Cuidado con ese balón—oí a Hanter Pleit

Puesto #3

Hanter Pleit, presidente deportivo hace... siempre, y es que este tío era un as atlético, el típico chico popular, y líder nato, llevaba el cabello muy corto pero no tanto como para parecer calvo, era esa belleza atlética que haría que quisieras lamer su sudor, tenía ese aire a frescura y bienestar, como comer una manzana, jugosa y dulce; nutritiva y deliciosa, así te podría hacer sentir Hanter Pleit con el solo hecho de estar cerca de ti ya que te sentías cansada y abrumada por esa energía extrema que desprendía, era como un sol.

Hanter se despeino su cabello oscuro, su ojos verdes se achinaron y sonrió mostrando sus hoyuelos, viéndolo ahora podrían preguntarse porque lo describía tan vagamente y yo tenía la respuesta en la punta de la lengua, Hanter, se parecía a mi ex novio.

Puesto #2

Ciel Stark, pues si, al igual que en la película de Ironman, este Stark también era un creído prepotente y adinerado ligón. Era nuestro ídolo en el instituto, era modelo y una dulzura según las gemelas que se consideraban sus fans número uno, yo les creía, ellas se babeaban por él y si, estaba buenazo, sexy, lindo, mono, y esos ojos chocolate con menta hipnotizaban y él lo sabía y usaba en contra de todos; sus labios carnosos… sus fuertes bíceps…. ¡STOP!, creído—prepotente ,recuerdo que hubo un tiempo, no muy lejano, cuando iba a ver películas con él, las gemelas y mi ex novio, pasábamos horas y horas juntos, aparecíamos en fiestas hasta una vez nos quedamos encerrados en casa de las gemelas drogados cuando el papá de las gemelas llego para llevarlas al cine , recuerdo que hablamos hasta que se fueron mientras estábamos apretados en ese recóndito lugar y luego él se ofreció a llevarme a mi casa y yo acepte, me di cuenta que teníamos mucho en común y hasta pensé que iba a besarme antes de bajarme de su auto pero solo soplo un poco de polvo que dijo que tenía en la cara, luego de ese incidente empezó a odiarme, jamás lo entendí pero decidí odiarlo también.

Y como dicen, lo mejor para el final.

Puesto #1

Lucien Wolf, haz buscado en tu diccionario la palabra peligro, o sexy, no, jodidamente sexy definitivamente, pues salía su nombre y hasta una foto suya, y es que este tío estaba demasiado bueno. Tanto que para que las chicas no peleen por él, solo estaba con una solo una  noche y adiós. El jodido pelinegro había arrasado mis sueños más pervertidos y mojados durante mucho tiempo, no era un platónico, porque siempre sentía que jamás llegaría hacia él, ni siquiera imaginándolo, era… como un objeto sexual para mis fantasías

  Ese era Lucien Wolf, el sexi chico de cabello negro azabache, ojos azules claros, piercing en el labio, chaqueta de cuero y camioneta todo terreno… claro si es que no traía su motocicleta, “ el terror Wolf” era como la llamaban ya que nadie se acercaba a ella o te caía una paliza, pero la “ sartén Wolf” era otra historia, decían que las chicas que pasaban por su camioneta solo salían calientes y fritas, las gemelas tenían ganas de ser hamburguesas y quedar doradas, yo… me sentía una lechuga a la que él no se acercaría ni por casualidad..

  — ¿Cuándo hablaron?—los ojos azules de la gemela buena brillaron con su pregunta

  —clase de verbales, pero no “hablamos”, me hizo callar—susurre y tocó el timbre de salida, que rápido se pasó este día— me voy, a Dale le toca equitación y… ya sabes, deja todo echo un desastre.

   —el día que te rebeles, tu padre y hermano se morían en la inmundicia—rieron, pero no era cierto, hoy tenía una cita con la doctora Backer.

Camerra [C#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora